Las luces empiezan a encenderse para alumbrar la noche. Salgo un rato a mi jardín y me siento en este, un sentimiento de dolor inunda mi pecho cuando mi mente proyecta el rostro de Estela, un rostro que no se compara con el de otra mujer, femenino pero decidido a la hora de actuar y no tiembla en el decir las cosas porque simplemente como las piensa las dice. Posee una voz de la cual nunca me aburriría y una risa tan contagiosa como su humor, y me duele porque quiero verla pero al solo tenerla frente a mi me siento miserable porque la amo y no me puedo permitir estar con ella mas que como un amigo molesto.
¿Por qué tuve que nacer en una monarquía? si tan solo fuera alguien como Richard, sin tener un puesto de heredero o tener que cargar con ideales anticuados.
Reon me saca de mis pensamientos cuando entra a mi oficina con una bandeja con las bebidas y algo a lo que se asemeja a un snack para acompañar. Reon no dice nada solo se sienta a mi lado en el suelo del jardín sirviéndome una jarra de cerveza. No acostumbro a tomar y nunca lo hice para quedar borracho hasta la inconsciencia, pero ahora lo anhelo mas que nunca, deseo saber que se siente eso de lo que tanto hablan, el tomar para olvidar. Sostengo la jarra que gotea por lo helada que esta, la llevo hacia mis labios y doy el primer trago, un sabor amargo me atrapa en la boca como si quisiera recordarme el dolor del interior al exterior. Reon de la misma manera la toma pero puedo ver que posee mas experiencia por la forma en la que la toma.
—Se ve que me ganas en esto. —admito mientras trato de seguir tomando.
—No mucho, solo adquirí el gusto para desestresarme.
—¿Debido a mi, verdad? —cuestiono viéndolo con atención pero una sonrisa de el me lo responde. —Lo sabia, discúlpame por estresarte con tanta frecuencia.
—No es su culpa alteza, así es este mundo, estresante. —responde Reon y yo me limito a asentir. —No es su culpa que su corazón no quiera pertenecer a este lugar tan solitario y bueno...su padre siempre lo supo. —añade Reon. Levanto mi mirada con atención cuando escucho sobre mi padre.
—Lo extraño. —respondo dándole un trago largo a la cerveza, la sensación de la espuma me envuelve con rapidez.
—¿Cómo es ella? —pregunta Reon dándole vueltas a su jarra.
—Ella es la cura de todos mis dolores, me recuerda a mi pasado con nostalgia pero no con dolor si no con alegría, de esas emociones que te eriza la piel. Cuando la veo lo único que quiero es acercarme a ella y abrazarla, siento como si me asfixiaran si no le hablo y... sus sonrisas son capaces de hacerme sonreír todo el resto del día. —añado mientras me llevo la mano en mi cabello para desarreglarlo.
—¿Por qué no decidiste ir a verla? no entiendo porque te pondría peor.
—Me pondría peor porque me siento miserable ahora Reon, no puedo ser mas que un amigo para ella. Si intento algo con ella y al final siempre me quedare con una de las doncellas ¿Qué sentido tiene intentar algo? si se con certeza que en esta vida no me quedare con la chica que amo.
—Quizá me fusilen si alguien se entera de lo que diré, pero prefiero que lo sepa antes de que siga atormentándose. ¿Por qué cree que la reina siempre realiza y mantiene esos ideales en todos los aspectos de nuestro amado reino? —pregunta Reon sirviéndose un poco mas de cerveza fría.
—Lo hace para que todo permanezca con el mismo orden que siempre hemos mantenido y que sigamos siendo ese reino completo y fuerte ante todos los demás.
—¿Qué es lo que nos representa como reino? ¿Qué valores nos representan? ¿En que piensan los demás reinos cuando mencionan el nombre de Lesia? —añade Reon pero sin pensarla mucho respondo por inercia.
—Fuerza, amor y familia.
—¿Cuáles se ejercen dentro de la familia de esta monarquía? —cuestiona Reon. Su pregunta me desconcertó por completo, fuerza es valida pero cuando pienso en el amor y la familia me es imposible que no se me erice la piel, porque hasta Reon que es mi mayordomo lo sabe muy bien. —Veo que ya lo reflexiono, eso es lo que la reina no tiene presente con sus ideales. Sus ideales anticuados ignoran todo lo que nos representa como reino. Fuerza, ambición y egoísmo.
—¿Y qué? ¿Qué puedo hacer yo contra mi madre?.
—¿Por qué le tiene tanto miedo?.
—¿Porque? ¿¡En serio me estas preguntando eso!? ¡Es mi madre, Reon! ¡Es la reina!.
—¿Y?
—¿En serio? ¿y?. —respondo con irritación. —La cerveza ya te esta afectando, mejor guárdate tus comentarios.
—¿Por qué le pesa tanto revelarse contra ella? ¿ella le dará la ley del hielo? eso ya lo hace.
—Le estaría faltando el respeto y eso decepcionaría a mi padre.
—Alteza, todo este tiempo se a quejado que no puede ser quien siempre a querido ser, nunca se a rebelado ante el sistema pero anhela hacerlo, nunca sale de los parámetros, nunca a hecho ni una sola estupidez por miedo. Siempre es por miedo, y esa es su mayor y mas mediocre excusa. ¿¡Anhela romper todo!? ¡Destruya todo! ¿¡Lo destituirán de su cargo!? ¿¡Eso no es lo que usted tanto anhela!? . Su padre debe estar mas decepcionado de si mismo por haber dejado que su hijo este viviendo una vida tan mediocre.
—Reon.
—Por eso le digo alteza, si usted desea esa chica tanto como usted lo proclama. Hará hasta lo imposible para que ella permanezca a su lado, si ella es la que se niega a todo, entonces no se quedara con el sabor amargo de no haberlo intentado.
—Reon. —repito pero Reon sigue hablando, como si estuviese sacando todo lo que me a querido decir desde hace años.
—Usted tiene y tendrá el poder para poder destruir el sistema de su madre, usted tiene una mente brillante apagada por el sistema de ideales monárquicos anticuados en los que se a visto envuelto todo este tiempo. Idee un plan para poder quedarse con ella, puedo ver que la ama, puedo saber como se ve un hombre perdidamente enamorado y usted alteza esta terriblemente enamorado de esa mujer.—Reon hizo una pausa tomando un poco de su cerveza. —Le puedo asegurar que si usted no hace nada al respecto vivirá una vida de total arrepentimiento y se llevara la felicidad del reino consigo.