—¿Es tan obvio?
—Claro que si, solo mira esos ojos de perrito mojados que tienes. Inclusive puedo ver tus orejas como las de un cachorro abandonado.
—Lamento ser tan obvio.
—¿Es algo con tu madre? —susurro ella, acercándose un poco mas.
—Algo así, es complicado ya sabes como es. —respondo pasándome la mano por mi cabello sin importar si lo desordeno.
—Se que no nos vemos hace mucho Asher, pero te prometo que no saldrá nada de mi boca y se que lo sabes.
Me tomo unos segundos para pensarlo, tiene razón porque ella solo sabe algunas cosas de este castillo y se lo a reservado para si misma desde siempre y el algo que le debo. Dejo salir un suspiro pesado tratando de pensar que parte contarle porque aun siento que no es momento de lanzar todo y mas cuando me siento mas cansado que nunca.
—Vistes el escandalo de hace poco ¿no? —pregunto y ella asiente con pena.
—Desearía decirte que no pero, incluso dieron una exclusiva en Gorfalos sobre eso.
—Bueno, ese error me a costado tan caro como no tienes idea. Incluso en esta fiesta seguí pagando el precio de mis consecuencias... solo no lo entiendo Lillie ¿Por qué todas estas personas son tan insensibles? ¿Somos humanos también no? Aunque si entiendo que somos de la realeza y que somos la imagen principal de nuestro pueblo pero... ¿se nos priva incluso de elegir a quien amar?—explico con un tono serio aunque tengo la vista perdida en el suelo de las escaleras.
—¿Amar...? —repite ella tratando de entender. —¿Amas a alguien... ?
Entrego mi atención a su rostro para poder asentir con una sonrisa melancólica.
—¿Es alguna de nosotras? —cuestiona ella, me quedo en silencio como si ese suspenso pudiera responderse por si solo. —¿No?
—No. No es ni siquiera una persona con sangre real.
—¿Cómo se llama? —pregunta ella con curiosidad, junta sus rodillas al pecho y descansa su cabeza en estas mientras me observa con una sonrisa.
—Estela, se llama Estela... —contesto con una sonrisa cálida aunque con un atisbo de timidez.
—Dios, solo mírate esa carita de sol que tienes. —añade ella, dándome un empujón en el hombro. —¿desde cuando le conoces?
—Cuando era un infante. —respondo con una risa al ver su expresión.
—¿¡Desde cuando!? Asher Lesia, te debo una medalla del mas paciente ¿eh? recuérdame traerla en su boda.
—Es bueno soñar. —sus palabras de alguna manera me hicieron imaginar un escenario que he imaginado incontables veces con ella pero, que se siente tan lejano que solo dan ganas de resignarse.
—¿Puedo ayudarte con ello?
—De hecho, si puedes. Mañana te citare para hablar de ello ¿te parece? —un pequeño tono de esperanza se sembró en mi alma recordándome que quizá no todo esta perdido.
Ella asiente y yo sonrío.
-
Estela
Richard agarra las cajas y ayuda a Winnie a llevar la mas pequeña, dejo salir un suspiro que se convierte en una risa.
—Esta tontilla no pierde el tiempo. —susurro en voz baja, mientras sigo arreglando las cajas.
Dejo una caja de herramientas detrás de la cortina donde no estorba y vuelvo a agarrar cajas para llevar la siguiente parte hacia dentro del salón. Cierro las puertas como puedo hasta que suena el seguro del cerrado, llevo las cajas en brazos como puedo hasta que llego al pasillo donde me ayudan a abrir las puertas. Agradezco como puedo y bajo las cosas con sigilo en una esquina oscura, desempaco las cosas y lleno las bases con rapidez hasta que todo queda completamente lleno.
—Winnie estaba coqueteando. —susurro a Less, mientras le ayudo a entregar algunos postres.
—¿Con Richard, verdad?
Yo asiento y ella también, intercambiamos risas tratando de no llamar la atención.
—Iré a preparar un poco mas en la cocina, suerte.
Camino al pasillo con cajas de cupcakes a los cuales solo hace falta colocarles el relleno y el betún. Llego a una puerta donde hay un completo ruido de sartenes y cocineros empleando todo tipo de movimientos de manera limpia y ordenada. Trato de deslizarme en el interior en una esquina para no molestar a nadie, lo ultimo que quiero es incomodar a alguien que si trabaja aquí con sus espacios y reglas.
Saco los cupcakes y los coloco en una esquina, saco las bolsas con relleno que coloque dentro por si alguna emergencia. Veo el alrededor y veo que me hace falta una bandeja de aluminio para transportar los que vaya completando con mas rapidez. Observo a todos trabajar y trato de no perder la calma, me siento incomoda y tonta en este ambiente. Trato de dar un paso para hablarle a alguien pero me acobardo en segundos, una chica se acerca a mi lado para buscar unas especias en los cajones de arriba, la veo de reojo armándome de valor para hablarle, mis ojos caen encima de los de ella cuando baja su mano de los cajones.
—¿Necesita algo?
—Una bandeja de aluminio, si no es mucha molestia. —respondo con rapidez para no hacerla perder el tiempo. Ella asiente y me entrega una en segundos, yo agradezco y si fuera por mi le lanzo un abrazo por haberme ayudado.
Me concentro en mis cupcakes para no ser la única tarada que no esta haciendo nada en ese lugar tan organizado, armo mi manga pastelera y empiezo a rellenarlos con rapidez, coloco cada uno en la bandeja y luego cambio de manga para colocarles el betún, por ultimo los decoro y salgo de la cocina para llevárselos a Winnie, ella los recibe con una sonrisa y yo me devuelvo a la cocina para seguir haciendo todos los que están esperándome para ser preparados.
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Guardo todos mis instrumentos en mi caja antes de retirarme, sacudo con un servilleta la bandeja y desecho todas las decoraciones que cayeron torpemente en esta en el basurero, la dejo en la esquina donde estuve y me retiro en silencio de la cocina, siento que respiro cuando camino hacia el camión para dejar nuevamente la caja donde va.