Tú y yo

Capítulo 25

Asher

El sol está más mañanero que de costumbre y aunque no lo creo yo también, incluso le sonrió a las flores que están en los jarrones de los pasillos. Todo me sienta de maravilla, ayer hablando con Lillie me di cuenta de que realmente todo puede tener una solución. Que en medio de todo un tunel oscuro hay una salida con luz radiante esperandote.

Se como puedo sonar, sueno como un idealista super confiado y realmente lo soy pero, quiero entregarle mi confianza a la suerte este día, tantos días trabajando con estrés y que la mayoría de mi toma de decisiones se vean dominadas por el estrés, le hacen bien de alguna manera relajarse por la suerte. Bueno, de hecho, si es que mi ansiedad no me domina.

Sacudo mi saco tratando de borrar arrugas inexistentes y llevo mi mano a la perilla de acero para abrir la puerta de mi despacho. Mis hombros están firmes pero no los siento rígidos, es un gusto de tranquilidad que ni siquiera se de donde lo saque pero, que bien se siente.

Entró al despacho con movimientos relajados, llevo un pie hacia delante y cierro la puerta con un pequeño empujón de espalda, levanto el rostro y allí lo veo: Reon sentado en el mueble con mi rigidez de costumbre ¿Acaso habíamos cambiado de personalidad este dia? me llevo una carcajada que suena en todo el rincón del despacho aunque en cambio, Reon me ve con extrañeza.

— ¿Reon? ¿Acaso cambiamos personalidades hoy? — respondo con un tono juguetón, él permanece en silencio, lo que me es completamente anormal porque él había tirado su típico "Ja, ja, siempre tan chistoso alteza" pero no, nada ni un solo completo chiste de sarcasmo. Resoplo dejando que eso no me afecte, camino hasta mi escritorio y lo veo acercarse frente a mi con esa distancia de la mesa gruesa.

— La Reina ha solicitado su cita con las princesas el día de hoy para enseñarles el castillo y conocerlas mejor, tal como lo desea. En cuanto sus reuniones, debe asistir a cinco el dia de hoy las cuales las primeras tres son de eventos y programas navideños que aprobar o rediseñar y por ende las últimas dos son de juntas ejecutivas. — añadió él con un tono gélido, viendo de vez en cuando su tableta para confirmar cosas que él debe saber.

Me llevo mi mano hacia mi cuello sintiendo que hay una pared entre nosotros, donde nunca antes la hubo, no sé en qué momento exacto se construyó o el cómo pero, de alguna manera me sofoca demasiado. Ayer lo sentí realmente, en la fiesta si soy mas especifico pero ¿Por qué? ¿Qué sucedió? ¿Fue por lo que dije? ¿Por algo que mencione? trato de esfumar las preguntas de mi mente y enfocar mejor mis ideas en el trabajo.

— ¿Eso o algo más? — Hice una pausa con una sonrisa tranquila. — ¿Cómo está Evelyn? ¿Vendrá a reprenderme como prometió? —preguntó con un sentimiento bromista en mi pecho que se esfuma de golpe cuando le veo una vena sobresaltarse en su mandíbula ¿Tanto le molesta mi pregunta...?

— Alteza, le ruego no volver a mencionar a mi esposa o temas personales. — dice él en casi una escupida en mi rostro. Se retiró de mi despacho en cuestión de segundos, sin más. Dejo caer mi frente en la dura superficie de la mesa del escritorio. Sin duda alguna, algo le sucede y quiero saberlo para destrozar la tonta pared de ladrillos que construyó.

-

Me levanto con rapidez cuando me cae una notificación de Reon en mi barra de notificaciones, es hora de correr a nuestra primera junta del día. Corro con pasos acelerados y salgo del despacho donde Reon ya me espera, caminamos con tranquilidad que me sofoca, quiero adrenalina, quiero correr, saltar por alguna razón. No quiero estar ni sentado y menos caminando en un interminable pasillo con un asistente mayordomo totalmente congelado.

— ¿Y de qué va la junta? ¿alguna donación? ¿alguna fiesta de atractivo turístico? — cuestionó tratando de romper con un pico aquel hielo de Reon.

— Una fiesta navideña para el orfanato «Lesia's Childcare Center». — responde igual de seco.

— ¡Adoro ese lugar! ¿Qué ideas tendrán en mente?

— Por algo hacen la junta majestad, para confirmar la fiesta y aportar o eliminar ideas.

Suspiro y me llevo una mano al bolsillo mientras caminamos a unas escaleras que llevan al salón de juntas. Es imposible, siento que me va a romper con sus témpanos de hielo, una cosa son sus palabras pero, su tono de voz, su mirada y sus ojos no denotan más que seriedad y frialdad. Ese no es el Reon que yo conozco.

— Reon, no me vayas a matar con un golpe de hielo ¿eh?. — concluyó en un tono casi decepcionado, lo dejó atrás caminando con pasos largos para llegar antes de él al salón de juntas.

Cuando llegó a la puerta un guardia me abre la puerta dejándome entrar con facilidad, al entrar todos me reciben con una sonrisa y reverencia, sonrió y me siento en mi silla habitual. Se encuentra un grupo de adultos y jóvenes frente a mí, están ansiosos, lo puedo ver y palpar en mi mano. En cuestión de segundo entra Reon en silencio, tanto que no lo hubiera notado si no estuviera tan amargado, se coloca a mi lado como de costumbre.

— No tienen porque estar nerviosos, algunos de ustedes se ven muy jóvenes ¿Cuántos años tienen la mayoría? — preguntó mientras acomodo mi espalda en mi silla.

— Gran parte tenemos dieciséis años hasta los veinte, alteza.

— Son tan pequeños ¿Qué hacen aquí? — los más jóvenes se lanzaron miradas cómplices y los más adultos que ya he visto con regularidad respondieron por ellos.

— Alteza, los hemos traído porque son niños del orfanato y han compartido su emoción por carreras como el marketing y negocios para poder contribuir al centro. Su presencia es meramente de oyentes, prometemos que no le molestaran en la presentación.

— ¡Es grandioso! — Hago una pausa para observar a los jóvenes con completo orgullo. — Aunque no lo crean, me llenan de orgullo. Para Lesia es un placer tener jóvenes como ustedes, tan partícipes y honrados, si algun dia requieren algo para sus estudio haganmelo saber por medio de una carta, les esperaré con los brazos abiertos. — añado haciendo incluso extendiendo mis brazos para representar mas mi promesa, ellos asienten con risas nerviosas y con muchas reverencias, yo niego con tranquilidad para no permitir tantos honores y cuando el ambiente cambia, levanto mi mano moviendo mi dedo índice y enmedio en un movimiento de avanzar, mi señal para que la presentación inicie.



#6905 en Novela romántica
#1645 en Chick lit
#3139 en Otros
#187 en No ficción

En el texto hay: #romance, #realezamoderna, #cafetería

Editado: 05.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.