Parecía que todo había vuelto a la normalidad ya que los dos estaban juntos en su casa, pero no fue así. Esa noche él se despertó sobresaltado por un grito desgarrador, miró a su alrededor y se dio cuenta que el sonido venía de Alexia, que se sacudía a su lado. Con suavidad la despertó.
-Alexia despierta es solo un mal sueño, estoy acá con vos, cuidándote.
Ella abrió los ojos, que estaban llenos de temor, estaba desorientada. Lo vio a él a su lado y se sintió segura al abrazarlo. El la seguía tranquilizando con caricias. Ella lo miró a los ojos como si fuera la primera vez que lo ve.
-Estás acá amor, soñé que ella te disparaba y morías, me quedaba sola y no sabía como seguir mi vida.
Su voz se quiebra por la angustia y se aferra con fuerza a él, como si fuera su tabla de salvación.
-Tranquila fue una pesadilla, estoy a tu lado corazón para cuidarte por siempre. Duerme hermosa, yo no me voy a mover de acá.
Lentamente ella vuelve a dormirse en los brazos de él, que la mira como descansa y también se queda dormido a su lado.
La experiencia traumática que había sufrido Alexia a dejado marcas profundas en ella. Las primeras noches se despertaba de sus pesadillas y él la consolaba. La pesadilla no era siempre la misma, unas veces ella moría y otras el. Ella no descansaba bien y a veces se quedaba dormida durante el día. A el le preocupaba mucho verla así, por momentos sentía impotencia por no poder ayudarla a olvidar todo lo malo. Fue a consultar un psiquiatra que le habían recomendado, el doctor Flynn, él le dijo que poco a poco eso se iba a ir yendo pero que tenía que tener paciencia y tratarla con mucho amor.
El tomó el consejo del psiquiatra, con mucha paciencia y amor fue ayudando a Alexia, que de a poco fue volviendo a estar tranquila y sus pesadillas fueron desapareciendo.
Sus vidas comenzaban a tomar un buen camino. La esperanza de ese nuevo ser que venía también los ayudaba a estar cada vez mejor.
Los meses fueron pasando, Marcus crecía fuerte y rodeado de mucho amor, se acercaba el nacimiento de su hermana y él estaba muy contento.
-Mi hermana esta acá adnto mami?
-Si hijo, pronto podrás ver su carita. Tu serás su hermano mayor y me ayudarás a cuidarla.
-Si mami, yo la cuido.
-En que andan mis dos amores?
-Papi llegar. Yo voy a cuida a mi hemanita.
-Lo se campeón, eres un hombrecito muy valiente.
-Amor ve a buscar el bolso, tu hija quiere venir. Vamos al hospital.
-Ya voy amor, estás segura?
-Si Christian, tuve contracciones todo el día, cada vez son más seguidas. Llama a tu mamá para que se quede con Marcus.
-Por qué no ve avisaste antes? Ahora llamó a mi madre.
-Amor tranquilo tenemos tiempo, con Marcus aprendí en que momento tenía que ir al hospital, ya que fui varias veces y eran falsas alarmas.
Christian llamó a su madre y le contó lo que pasaba, ella le dijo que ya iba para allá y que se quedará tranquilo. Buscó el bolso, le aviso a Taylor que ya era momento para ir al hospital. Gail se quedó cuidando a Marcus mientras su abuela venía.
Una vez que llegaron hicieron los trámites de ingreso y le asignaron una habitación a Alexia. Ella estaba muy tranquila, pero el estaba nervioso esperando que todo salga bien.
Apunte de la autora
A esta historia solo le queda un capítulo donde sabremos si todo fue bien en el parto y si sus vidas serán felices para siempre.