Tu y yo en la eternidad

Capítulo 5

Esa noche ella tuvo un sueño con él, estaban juntos en su habitación y Christian le acariciaba el rostro, la besaba con pasión y lentamente le sacaba la ropa, pero cuando estaba desnuda y el vía sus marcas él huía aterrorizado por lo que veía. Se despertó emitiendo un grito de miedo, sabía que eso pasaría el día que él quisiera más. Se levantó a beber un vaso de agua y volvió a acostarse deseando no volver a soñar nuevamente.

Por su parte Christian tuvo un sueño muy distinto.  Desvestía lentamente a Alexia y besa dulcemente su cuerpo con cada prenda que sacaba. El se saco su ropa y la acostó a ella en la cama. Empezó besando su cuello e hizo un camino hasta sus pechos, los cuales besó y acarició hasta ver que sus pezones se endurecieron, para luego seguir su camino por su abdomen y llegar a su destino la unión de los muslos, trazo círculos sobre el clítoris con la lengua y comenzó a dilatarla con los dedos. Cuando se dio cuenta que estaba lista para recibirlo se puso de pie, se colocó el condón y la penetró lentamente, ella emitió un gemido de satisfacción y el empezó a moverse más rápido, hasta que ella llegó a su orgasmo diciendo su nombre y él se despertó diciendo el suyo.

Se despertó pensando en que real había sido ese sueño y que nunca le había pasado algo igual con alguien que ni siquiera había besado en la boca. Sin darse cuenta el amor empezaba a crecer en su interior por esa mujer que apenas conocía.

Pasaron unos días y Christian no tenía novedades de Alexia. No quería llamarla para no ser tan invasivo y que ella pensara que él era un acosador. Desde que la conoció no hacía más que soñar y pensar todo el día en ella, no entendía porque le había calado tanto esa desconocida.

Por su parte Alexia había conseguido un trabajo de mesera para ayudar en la economía de la casa de su amiga. Se sentía mejor, aunque debes en cuando sentía miedo de cruzarse con el hombre que la retuvo más de dos años, pero sabía que debía ser fuerte para poder seguir su vida de la manera más normal posible.

Un día mientras estaba trabajando en el bar vio entrar a Christian, se quedó mirándolo absorta y sin creer que el hombre que llenaba sus pensamientos estaba en ese lugar.

-Hola Alexia, cómo te encuentras?

-Hola Christian, bien. Cómo te encuentras tú?

-Bien. Pasaba por acá, te ví y como hacía mucho que no sabía de vos entre a saludarte.

-Estuve buscando trabajo para ayudar en la casa a mi amiga, por eso no me comunique contigo. Hace poco que trabajo acá.

-Te felicito por tu trabajo y se te ve mucho mejor. A qué hora sales del bar?

-Muchas gracias. Salgo a la ocho.

-Me gustaría invitarte a cenar, si tú quieres?

-Si, me gustaría cenar contigo.

-Listo, hoy te paso a buscar por acá cuando salís y vamos a cenar.

-Te espero a las ocho.

-Hasta luego Alexia. Christian se acercó y la beso dulcemente en la mejilla.

-Hasta luego Christian.

Christian salió del bar sintiendo que todavía tenía oportunidad de estar cerca de ella y poder mostrarle sus sentimientos. Empezó a pensar sus pasos para esta noche en la cena acercarse más a ella.

En tanto que Alexia se había quedado sintiendo ese dulce beso que le había dado en la mejilla, nunca un hombre le había demostrado cariño de esa manera. En el fondo no sabía si había hecho bien en aceptar tan rápido la salida, pero recordó que el día que había salido con él la había pasado muy bien, mientras solo cenen y charlen no iba a ver ningún problema.




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