Tu y yo en la eternidad

Capítulo 14

Christian miró para todos lados para ver de dónde venía el sonido y se dio cuenta que provenía de Alexia. Ella seguía dormida, pero se movía y hablaba. Él la despertó con un suave sacudón para sacarla de ese mal sueño que tenía.

-Despierta Alexia, estoy aquí, estás bien. Solo es un mal sueño.

Lentamente ella abre sus ojos, esta desorientada, sus ojos están abiertos como platos, se da cuenta que esta al lado de Christian que la mira tratando de consolarla dándole suaves besos en su rostro.

-Te encuentras bien, necesitas algo?

-Si, perdona no me suele pasar seguido. Me podrías dar un vaso de agua.

-No pidas perdón, un mal sueño lo puede tener cualquiera. Te traigo un vaso con agua.

Alexia se incorporó en la cama, estaba un poco desorientada por la pesadilla, se sentía mal por no haberle contado a Christian que las tenía casi todas las noches. Estaba segura que Christian le preguntaría sobre su sueño, así que pensó las palabras justas que iba a utilizar.

-Aquí tienes, te sientes mejor?

-Si, muchas gracias por el agua.

-Te puedo preguntar qué soñabas? Si no te hace sentir incómoda el contarlo.

-Es revivir lo que pase con ese hombre, a veces vuelve a buscarme y cuando me encuentra sus golpes son peores, las marcas que me deja en todas partes del cuerpo son más profundas. Salgo a la calle y las personas ven el monstruos que soy. (Evitó contarle que esta vez soñé que al verme así el era el que salía horrorizado)

Le cuesta terminar su relato porque se le hace un nudo en la garganta y sus ojos se llenas de lágrimas. Christian la abraza, le acaricia el pelo y deposita besos en su frente, tratando de consolarla y hacerla sentir mejor.

-Alexia quiero amarte para borrar la tristeza de este mal sueño y que te sientas querida, me dejas por favor?

-Si por favor hazlo, ayúdame a olvidar este mal momento.

Tomó su rostro entre sus manos y lo beso, el le devolvió el beso de forma apasionada. Suavemente desabrocho los botones del pijama, paseo sus manos desde la clavícula hasta sus pechos, donde empezó a acariciar sus pezones con los dedos, luego hizo el mismo trayecto pero con su lengua, cuando llegó a sus pezones comenzó a chuparlos para que crezcan y se pongan duros. Lentamente su mano sigue camino a su lugar favorito, ella comienza a gemir y su respiración es entrecortada. Introduce su dedo por dentro de su bombacha y lo introduce en la vagina, esto hace que ella mueva su pelvis al ritmo que le impone el con su dedo. Se estiró y sacó un preservativo de su mesita de luz, le separó las piernas y se arrodilló en medio de ellas, se colocó el condón, la tomó entre sus brazos y la giro para que ella quede a horcajadas sobre él. 

-Quiero que me tomes tu, tranquila que yo te ayudó.

Le toma la mano y la ayuda a colocarse sobre su pene para poder penetrarla. Alexia comienza a moverse, arriba y abajo. El la toma de la cadera y la ayuda a llevar el ritmo lento para poder disfrutar de ella. A medida que sus respiraciones se aceleran y se acercan al órgasmo, el acelera sus movimientos y la penetra más profundamente. Ella llega al orgasmo gritando el nombre de Christian, él lo hace con un profundo gemido. Sin romper su unión ella se recuesta sobre el pecho de él y se relaja, mientras el le acaricia la cabeza, ambos tratan de bajar la respiración y relajarse. Suavemente sale de Alexia y se acuesta a su lado, se saca el preservativo y lo deja en mesita de luz. La estrecha entre sus brazos.

-Te sientes mejor Alexia?

-Si, estoy más tranquila.

-Ahora duerme cariño. Yo voy a cuidarte tu sueño.

Con esas palabras Alexia se fue quedando dormida y Christian la observo por un rato, viendo como su rostro se relajaba y así el también se quedó dormido. 




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