Tu y yo en la eternidad

Capítulo 17

Una de esas noches que estaban recostados recuperando energías luego de haber hecho el amor llegó el momento que tanto temía Alexia.

-Vamos a ducharnos Alexia, se que no quieres que vea tu espalda, pero quiero decirte que no importan las marcas que tengas, lo que siento por vos no va a cambiar.

-Siento mucho temor de hacer esto, pero a su vez quiero hacer esto para demostrarte mis sentimientos por vos y que sepas que sos muy importante para mí.

-No quiero obligarte a que lo hagas, solo lo haré si sientes la suficiente confianza para hacerlo.

-No Christian, quiero hacerlo para empezar a olvidar todo eso que me hizo tanto daño.

Alexia tenía puesto un camisón de seda color celeste cielo. Christian estaba solo con su pantalón de pijama. Ambos entraron el baño, una vez dentro Alexia se puso de espaldas a Christian y lentamente bajo los breteles del camisón dejando al descubierto las marcas de su espalda. Christian miraba atónito lo que veía y no podía creer que alguien pudiera herir tanto a una dulce chica. Suavemente comenzó a depositar tiernos besos en las marcas, ella contenía la respiración porque cada rose era como sentir los golpes nuevamente.

Cuando su garganta se anudaba por la angustia y las lágrimas pugnaban por salir, se dio vuelta y se acurruco en una de las esquinas del baño.

-Basta Christian, no puedo seguir soportando esto.

Las lágrimas que luchaban por salir ahora corren libremente por su cara. Christian se conmociona al verla así, se arrodilla a su lado, la abraza y le da besos en el pelo, la acuna con mucho cariño.

-Tranquila Alexia, por favor no llores más. Quiero que te sientas bien, te amo y quiero cuidarte siempre.

Alexia levanta la vista y ve el amor reflejado en la mirada de Christian, se da cuenta que el no siente lastima y rechazo por ella, en su rostro se ve compasión. Esto hace que ella se relaje y deje de llorar.

-Quieres que nos duchemos y luego nos iremos a descansar.

-Si, duchémonos. Aunque después podríamos hacer algo antes de dormir.

Mientras Christian abre la ducha ella lo mira y piensa que la vida a sido buena con ella, puso a este hermoso y tierno hombre en su camino, para hacerla muy feliz.

Los dos se metieron bajo el chorro de agua, él tomó el jabón líquido y se lo pasó en tres las manos, comenzó a limpiarla por el cuello, los brazos, el torso, las piernas. Luego subió y le dedicó especial cuidado a limpiar la unión de sus muslos, lentamente fue limpiando esa zona, moviendo su mano de adelante para atrás, comenzó a hacer círculos con el pulgar sobre su clítoris, ella como resultado de esta atención emitió un leve gemido de satisfacción. El se paro delante de ella y le pidió que lo labara, hizo los mismo que él, sus manos fueron recorriendo su cuerpo, cuando llegó al pene, su mano lo apretó suavemente, subiendo y bajando, de golpe se arrodilla y con su boca lo cubre, el no podía creer lo que ella estaba haciendo, tomándolo así de esa manera. Su boca se movía sin piedad y el solo podía gozar del momento, tomándola de la cabeza la ayudaba a que su pene penetrada más profundo. No paro hasta que el eyaculo en su boca, ella lo miró a los ojos con la satisfacción de ver lo que había hecho.

-Alexia me has dejado sin palabras. Lo habías hecho antes?

-No, es mi primera vez. Dice un poco avergonzada.

-Ven ahora nos secaremos y voy a devolverte lo que me acabas de hacer.

La envolvió en un toallón, le cubrió la cabeza con una toalla, él se puso un toallón en la cintura. Los dos salieron abrazados del baño, el la secó suavemente, ella hizo lo mismo con el, era como acariciarse mutuamente. Una vez que se sintió satisfecho la recostó en la cama y comenzó a besarla por el cuello, llegó a sus pechos y succiono sus pezones hasta ver que se erguían y endurecían, siguió su camino por su vientre y le introdujo la lengua en el ombligo.

-Ahora voy a pagarle con la misma moneda señorita. Que bien sabe usted.

Lo miro con los ojos muy abiertos y cuando él posó su lengua en el clítoris, ella cerró los ojos y tiró la cabeza hacia atrás. Su lengua era implacable y de pronto introdujo primero un dedo, luego introdujo otro. Alexia movía su cuerpo al compás de los movimientos de Christian, jadeaba y su respiración se aceleraba, sus piernas comenzaron a temblar y llegó al orgasmo diciendo el nombre de el.

-Todavía no he terminado contigo

Toma un preservativo de su mesita de luz, se lo coloca, se pone sobre ella y la besa profundamente derramando en él todo su agradecimiento por tenerla en su vida. En ese momento le hizo el amor tierna y dulcemente.

Christian tiene apoyada su cabeza en el pecho de Alexia mientras bajan las pulsaciones y sus reparaciones se normalizan. Alexia le acaricia el pelo a Christian, se siente plena y feliz, piensa que ahora puede empezar a olvidar esos fantasmas que la lastimaron tanto.

Christian se corre a un costado y los cubre a los dos con el edredón, la abraza a Alexia dándole un beso en la frente.

-Buenas noches Alexia, te quiero.

-Buenas noches Christian, también te quiero.

Los dos se quedaron dormidos, en sus corazones latía la esperanza de un futuro pleno y lleno de felicidad.




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