Tu y yo en la eternidad

Capítulo 21

Ya paso una semana desde que le dieron el alta a Alexia, Christian no se separa de ella, la llevó a su casa y la cuida, trabaja desde su casa y le llevan los papeles de la oficina para que los firme.

Uno de esos días fue a visitarla Mía, la hermana de Christian, estuvieron charlando mucho. Christian observa como su hermana se hace amiga y la protege como el. Las deja solas y aprovecha a trabajar en su oficina.

-Alexia el martes(11 de septiembre) es el cumpleaños de Christian, vamos a celebrarlo en casa de mis padres, espero que nos acompañen.

-Gracias por contármelo. No tengo que regalarle a Christian, no sabría que regalarle. Si pudiera ir a comprarle algo.

-Si quieres te acompaño y le compramos algo. Yo te ayudó y no te preocupes por el dinero, te lo prestó y cuando puedas me lo devuelves.

-Eres muy buena, casi no me conoces y me estas ayudando.

-La verdad es que desde que te conozco y te veo con Christian, a el lo veo muy feliz y eso me alegra mucho. Viendo eso me doy cuenta que eres una buena persona y mereces que te ayuden.

Las dos mujeres se abrazan con mucha emoción, justo cuando Christian vuelve con ellas.

-Qué estarán tramando ustedes?

-Hay hermano no seas así. Solo estábamos charlando. Me dejas llevar a Alexia a comprar ropa, le quiero hacer lindos regalos. Dale hermano nos dejas ir de compras?

-Tu quieres ir Alexia?

-Me gustaría salir un poco, nunca he ido de compras con una amiga.

-Bueno las dejó. Pero no Irán solas. Quiero que Taylor y Sawyer vayan con ustedes. Eso es indiscutible.

Ambas abrazan a Christian en agradecimiento, Christian responde abrazándolas también, los tres ríen y disfrutan del momento. Se los ve jóvenes y muy felices.

-Gracias hermano. Mañana lunes a las 10 vengo a buscar a Alexia, vamos de compras, a almorzar y nos daremos un gusto en la peluquería. Ahora los dejó, voy a preparar todo para nuestra salida.

Besa a su hermano en la mejilla, abraza y besa a Alexia.

-Hasta mañana chicos, se los ve muy bien juntos.

Como un rayo se va, se la ve muy entusiasmada.

-Me alegra ver que te llevas bien con mi hermanita. A veces es un poco densa, pero la quiero mucho.

-Te quiere mucho y se nota que son muy unidos.

-Vamos a cenar, la señora Gail ha preparado algo muy rico para nosotros.

-Si, la verdad que tengo mucho apetito.

Los dos se sentaron a saborear la rica comida y charlaron mucho, pasaron una hermosa velada. Cuando terminaron Alexia llevó los platos a la cocina, aunque no hacia falta que lo hiciera, de repente Christian la toma en brazos y le da un casto beso en los labios.

-Ahora quiero amarte, si me lo permites?

-Si Christian, te lo permito. Hazme el amor.

La llevó a su cuarto, la depósito en el suelo y lentamente le fue sacando la ropa. Luego se saco la suya y ambos quedaron desnudos. Comenzó a besarla desde el lóbulo de la oreja, por el cuello, siguió su camino hacia la espalda, depositando dulces besos en toda ella. Sus manos cubrían los pechos y jugaba con los pezones usando sus dedos. Alexia en un comienzo estaba tensa por lo que hacía Christian en su espalda, pero quería ser fuerte y soportar esa sensación por el amor que él le tenía a ella, solo podía gemir y su cuerpo se movía al ritmo de las caricias que recibía. La acostó en la cama y la beso con mucho fervor. Esta vez descendió por su cuerpo hasta llegar a sus pechos y chupar sus pezones, para luego seguir por su vientre hasta llegar a su clítoris, con su lengua empezó a hacer círculos sobre él, ella arqueaba su cuerpo por el placer, de pronto introduce un dedo en su vagina y ella emite un grito de satisfacción, luego introduce un segundo dedo que mueve en círculos, todo esto hace que Alexia llegue a un orgasmo que la arrasa. Christian se incorpora y se coloca un condón, mientras ella siente remitir su orgasmo él la penetra, se queda mirándola.

-Alexia te amo y eres la persona más importante para mí.

-Tú también eres la persona más importante para mí. También te amo.

Con mucha dulzura y ternura le hace el amor como él nunca lo había hecho en su vida. Saboreó cada centímetro de esa bella mujer y sus órganos fueron celestiales.

Alexia esa noche se sintió muy amada, como nunca le había pasado en su vida. Durmió serena y sin malos sueños, estar a su lado le daba la seguridad que necesitaba para poder descansar. Solo un pensamiento estaba en su cabeza, que le regalaría a un hombre que lo tiene todo, con suerte Mía la ayudaría a elegir. 




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