Se habían terminado las vacaciones, lo cual indicaba el regreso a la universidad, estudiar, y luego dar lo mejor de ti para ejercer tu carrera como un profesional.
Soy estudiante de medicina al igual que mi mejor amigo Jeongin, mis amigas Darling y Milagros, y mi querido amigo Hyunjin.
— Nos vemos más tarde Mau — Me despido de mi gatito con unos mimos.
Vivo sola con mi gato en un vecindario tranquilo y bonito, aunque uno de mis hermanos vive por aquí cerca.
— Hola preciosa, al parecer vas tarde a tu regreso a clases ¿Te acostumbraste a las vacaciones? — Dice en un tono burlón.
— Sí, me quedé dormida.
El chico que me hablaba era Jisung, mi hermano.
— Sube, yo te llevo — Dice abriendo la puerta de su carro — Pero me tienes que pagar.
— Entonces no — Sigo caminando.
— Era broma, sube o si no llegarás tarde — Sonríe y yo hago lo mismo.
— Gracias, ¡Eres el mejor!
Mientras mi hermano me llevaba a la universidad, yo iba escuchando música. Estaba deseando ver a mis amigos ya que todos se habían ido de viaje menos yo.
Después de haber llegado, le agradecí a mi hermano por el favor que hizo al traerme, luego de eso me dirigí a mi grupito de amigos para saludarlos, y en cuanto ellos me vieron sonrieron.
— Pensé que no vendrías — Dice Jeongin.
— Para nada, solo me desperté tarde.
— Bueno, me alegro de que todos estemos juntos — Dice Milagros — Tenía un poco de preocupación de que uno de nosotros dejara la carrera por la presión.
— Eso no va a pasar. Tampoco quiero arruinar el momento pero, ya hay que entrar a clases.
— ...Creo que voy a renunciar — Hyunjin dice bromeando.
— Yo igual — Jeongin le sigue.
— No sean dramáticos, apenas estamos empezando el día — Dije entre risas.
Luego de varias horas viendo clases, por fin habíamos salido, y aprovechando que aún era temprano, fui a comprar alimento para mi gato y para mí, pero cuando llegué a casa Mau no estaba...
Comencé a preocuparme un poco porque él no hacía este tipo de cosas, salí a caminar para ver si lo veía por ahí y nada que salía... Y ya había comenzado a llorar porque no lo encontraba.
Así que regresé a mi casa por alimento de gato para buscarlo nuevamente, y cuando estaba llamando a Mau, alguien me había tocado el hombro.
— ¿Qué estás haciendo? — Pregunta un chico que se puso a mi lado.
— Estoy buscando a mi gato — Respondí — De casualidad ¿Lo has visto? Es blanco y peludo, como de este tamaño.
— ¿Hablas de este gato? — Saca a Mau de su bolso — ...Se estaba comiendo mi comida, así que iba a botarlo.
¿Cómo puede haber personas tan malas con los animales?
— No creo que esa sea la forma de tratar a un animal, pero muchas gracias por no hacerlo — Hago una reverencia.
— No me agradezcas, si lo vuelvo a ver por aquí, lo voy a botar — Me pasa por al lado y se va — Ah, y deberías alimentarlo bien.
— Tch — Comencé a caminar de regreso a casa.
Idiota.
Mau, gato travieso.