Tú y Yo | Lee Felix

CAPÍTULO 06

Al día siguiente, después de dormir pocas horas, me encontraba ya en la universidad. Milagros había llegado temprano también, así que me acerqué a ella.

— ¿Esto es un sueño? — Pregunta sin poder creerlo — ¿Qué haz hecho con mi amiga? Jaja.

— No seas exagerada Milagros. Hoy vine temprano porque quería encontrarme con Felix para darle algo — Le expliqué.

— Uyyy, y ¿Qué es ese “algo”?

— Le traje...

Ahora que lo pienso, ¿Por qué le preparé una sopa?

— ¿Una sopa? — Pregunta Milagros mientras revisa el bolso donde la traía — Vaya, estoy celosa jaja. A mí no me has hecho sopa ni una sola vez.

— Prometo comprarte algo rico.

— Más te vale — Hace un puchero — Por cierto, Felix está sentado en aquellos banquitos de allá.

— Gracias. Nos vemos en el salón — Me despido de ella.

Al dirigirme a donde estaba Felix, noté que evitaba mirarme a toda costa.

— Dime que no hice nada de lo que pienso que hice ayer — Dijo Felix algo ansioso.

Así que se acuerda...

— Bueeeeno, si es sobre lo que me estabas buscando y pedis...

— Agh. No sigas.

— Tranquilo, igual no le diré a nadie sobre lo de ayer. Soy buena guardando secretos.

— Eso no sonó muy convincente de tu parte.

— Es en serio, no le diré a nadie. Por cierto, Te traje algo — Saco la sopa del bolso.

— ¿Mm? — Observa algo confundido — ¿Por qué me das sopa?

— Supuse que hoy te sentirías mal, así que la preparé esta mañana. Mi mamá siempre se la prepara a mi papá y se mejora muy rápido. Espero y te guste...

— No debías hacerlo pero, muchas gracias — Trata de sonreír.

El esfuerzo es lo que cuenta.

— Bueno, deberías comerla mientras esté caliente.

— Espero no envenenarme con esto.

— ¡Oye!

— Jajaja solo bromeaba — Comienza a comer — ...Nada mal, pero no está tan rica como esperaba. Bueno, tampoco es como si pudiera esperar más de ti.

— De nada — Agarro mi puño para no golpearlo.

Después de que Felix terminara de comer la sopa, entramos al salón para ver las clases de hoy. Le compré algo rico a Milagros y a los chicos ya que Milagros se había puesto celosa.

Al salir de la universidad vi que Felix estaba en la parada de autobús, así que me acerqué rápidamente. Igual vivimos en la misma urbanización.

— ¿Vas a casa? — Pregunto.

— Sí.

— Entonces vayamos juntos. De todos modos vamos al mismo lugar.

— Como quieras.

Sonreí ya que pude notar la sonrisa casi innotable que se formó en los labios de Felix.

— ¿Por qué sonríes? — Pregunta de la nada.

— Ah... Eso es porque me acordé de algo.

— Mmm, mañana tenemos que ir adelantando el trabajo.

— Ok, me parece bien. Mañana puedo ir temprano a tu casa y...

— ¿Cómo que temprano? Vamos a adelantar el trabajo en la tarde. Quiero aprovechar de dormir — Felix protestó.

¡Ja! Primero me pide hacer el trabajo juntos cuando yo no quería, ¿Y ahora no puedo ir a su casa temprano?

— Idiota — Murmuré.

— ¿Qué dijiste?

— Nada que yo sepa. Ah... Al fin, llegó el autobús — Me subo rápidamente.

— ¿Idiota?, ¿Eso fue lo que dijiste? — Sigue mis pasos — Deberías dormir tú también Sunhee.

— Ajá, claro — Me aguanto las ganas de reírme — Nos vemos mañana en la tarde.

— Bueno, eso espero — Suspira.

Pues no esperes.




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