— ¿En serio irás a su casa a esta hora? — Pregunta Jeongin. Estábamos hablando por teléfono.
— Sí, tampoco es muy temprano.
— Sunhee, ¡Son las cinco de la mañana!
— Pero no me grites — Alejo el teléfono de mi oído — Lo estoy haciendo porque no pude hacer el trabajo contigo.
— Se oye un suspiro de su parte — Vaya, ¿Qué haré contigo?
— Nada jaja.
— Bueno, no es que no quiera hablar contigo pero, ¡Me llamaste a las cinco de la mañana cuando yo estaba por el quinto sueño más sabroso!, ¡Y solo para decirme que vas a casa de Felix!
— Pfff — Trato de no reírme.
— Y no te rías... Sunhee, te amo mucho y lo sabes, pero quiero dormir, ¿Puedo?
— Vaaale, lo siento por llamar a esta hora. Ve a dormir — Me río y luego cuelgo.
En realidad, ir a su casa a esta hora me parecía de mala educación pero, él no me dejó otra opción. Entonces, aquí afuera de su casa me hacía dudar en si tocar el timbre o no... Da igual.
— ¡Felix, ábreme! Es hora de levantarse y hacer el trabajo — Digo mientras toco el timbre como si no hubiera un mañana.
Felix salió somnoliento para abrirme la puerta, se podía notar que estaba enojado.
Pfff.
— Se podría saber, ¿Qué haces aquí tan temprano? — Se cruza de brazos — Quedamos en hacer el trabajo en la tarde.
— Corrección, TÚ querías hacer el trabajo en la tarde.
— ...Supongo que no me queda de otra. pasa y siéntate.
— Gracias.
Felix se había ido al baño y yo me quedé esperándolo mientras observaba su casa.
Es linda, lo admito.
— Está limpia y... Una lámpara, qué bonita, ¿En dónde la habrá... — Se me resbala de las manos — ...Comprado?
— ¿Qué fue eso? — Pregunta Felix desde el baño.
— N..nada, todo bien — Respondo nerviosa.
Eso me pasa por entrometida, debe costar una fortuna, ¿Ahora que hago?
— Bueno, terminé. Podemos empezar, así que siéntate aquí — Nota que estoy nerviosa — ¿Qué pasa?
— N..nada, empecemos — Sonrío forzoso.
— Mejor no lo hagas, me incomodas — Se sienta.
— Bueno, empecemos por....
Comenzamos a hacer el trabajo, y Felix no se daba cuenta de que su lámpara estaba rota, pero igual me costaba concentrarme.
— Sunhee, ¿Te sientes bien?
— Sí, ¿P..por qué lo preguntas?
— Porque no estás prestando atención a lo que estoy explicando. Si quieres podemos dejarlo hasta aquí y la otra mitad la hacemos mañana en la TARDE.
— Bueno, me parece bien. Ya son casi las doce. Adelantamos mucho y en realidad estoy algo cansada.
— Está bien, para mañana en la TARDE lo terminamos.
— Sí, ya entendí que en la tarde — Comienzo a recoger los lápices y colores de la mesa.
Aún no se ha dado cuenta...
— Ya que son casi las doce, quédate a comer. Prepararé algo rápido si tienes hambre.
— Me parece bien. Yo terminaré de ordenar.
— Vale — Se va a la cocina.
Cuando Felix se fue a preparar el almuerzo, me dirigí a la lámpara y traté de acomodarla un poco, de forma que no se viera que estaba rota.
— Sunhee, quería preguntarte...
Cuando oí la voz de Felix me tropecé con la mesita y se cayó la lámpara de nuevo. Quedó peor que como estaba.
— ....
— Felix... Prometo que te compraré una nuevaa — Comienzo a llorar.