Tú y Yo | Lee Felix

CAPÍTULO 10

Hace dos años...

—¿Y?, ¿Qué te parece, Felix? —Me enseña la casa.

—Mmm, nada mal tía —Respondí con asentimientos —Pero, ¿Por qué la compraste aquí?

—Porque este lugar es tranquilo. Aquí nadie se mete en la vida de los demás —Sonríe satisfecha —Fue lo primero que me cautivó, luego fue la casa.

No podía negar que este barrio era muy tranquilo, eso me gustaba.

—Tienes razón —Me senté en el sofá —Puede que me termine gustando. Es agradable y acogedor.

—Lo sé —Se sienta a mi lado —Aquí seremos felices, cariño.

Es cierto que mi tía y yo vivíamos huyendo de nuestra familia. Primero, yo era un hijo bastardo y mi tía no permitió que me abandonaran en un orfanato, lo cual, hizo que ella estuviera en problemas con mi “madre” y con mi “abuela” si es que se les podría llamar así.

Mi tía me ha criado como si fuera su propio hijo y me protegió de todos los que querían hacerme daño. Por eso, ella es tan importante para mí.

—Eso espero... —La abrazo.

Ella corresponde al abrazo, creando así un silencio cómodo y reconfortante, hasta que..

—Uy, casi me olvido —Me aparta de forma brusca —Cuando viene a ver la casa por primera vez, vi a una chica muy hermosa, así como de tu edad.

—¿A qué viene eso? —Pregunté. Aunque ya sabía por qué lo decía.

—Bueno, por todo lo que hemos pasado... Nunca te he visto interesado por una chica —Suspiró.

Ah, supongo que es porque no he tenido tiempo de pensar en eso.

—Ya que me he asegurado de nuestro bienestar, me gustaría que conocieras a más personas de tu edad —Habló mientras me acariciaba la mejilla — No quiero que estés solo...

—Tía... —Le agarro las manos —No hables de esa forma. Te tengo a ti, eso para mí es suficiente.

—Lo sé... Ahhh, mi sobrino es todo un hombrecito —Se ríe —Cariño, quiero que conozcas a esa chica. Se ve muy buena onda.

—Ahí vamos otra vez —Me río yo también —¿Y si tiene novio?, ¿No crees que es mejor dejarla tranquila?

—Sonríe ampliamente —Pero, ¿Quién te dijo que la conocieras de forma romántica?

—Mis mejillas empezaron a arder —Bueno... Lo decía, lo decía porque a muchas chicas no les interesa conocer a otros chicos cuando tienen novio.

—Sí, Ajá —Dice esto aún con su enorme sonrisa —Te pusiste colorado jaja.

—¡Ya! —Me tapo la casa con mis manos.

—En fin. Vamos a desempacar, tenemos mucho por hacer —Se levanta del sofá —Luego de terminar con todo, podemos ordenar tteokbokki para la cena.

—Está bien —Me levanté del sofá yo también.

Así fue como llegamos a este lugar. Después de huir por tantos años, podría decirse que ya podíamos empezar a ser felices, teniendo una vida tranquila y cómoda. Por eso me empezó a gustar este lugar.

—Tienes razón, tía —Levanto una de las cajas que estaba afuera.

—¿Sobre qué? —Pregunta curiosa.

—Sobre que nadie se mete en la vida de los demás. A pesar de estar entrando y saliendo de la casa, a nadie le está importando.

—Asintió —Creo que no tendremos problemas con los vecinos. Me alegra que no sean chismosos.

—A mí igual. Bueno, el que termine de último es un huevo podrido —Dije de forma juguetona.

—Jaja, creo que ya tú perdiste —Me desordena el cabello —Desde aquí pega que hueles a huevo podrido jaja.

Sí, podríamos ser felices...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.