Ya teníamos un mes viviendo aquí desde que nos mudamos. Me inscribí en la escuela para cursar mi último año y luego entrar en la universidad.
— Aquí dice que mañana empiezan las clases — Dice mi tía mientras revisaba aquellos papeles que venían en una carpeta.
— ¿En serio?, entonces deberíamos comprar mi uniforme — La agarro del brazo porque estaba apunto de cruzar la calle sin antes mirar a los lados — Ten cuidado, tía.
— Gracias, casi me hacen panqueque — Se ríe ante su propio comentario — Supongo que sí, vayamos a comprarte tu uniforme ahorita...
Se queda callada por unos segundos y luego su expresión cambia a una traviesa.
— ¿Tía?
— Vaya, creo que no puedes tener más suerte que esta — Me agarra la cara con sus manos haciendo que mirara al mismo lugar que ella estaba mirando.
— ¿Qué... Quieres que vea? — Pregunté confundido.
— A esa chica... Es ella, esa es la chica de la que te hablaba — Dice con su sonrisa de oreja a oreja — Parece que estudia aquí.
La observé por unos segundos pero no le vi nada en especial.
— ¿Es ella? — Quito sus manos de mi cara.
— Sí, es ella. Es hermosa — Suspira — Deberías ser amigo de ella. Te acercas, la saludas y ya.
— Tía... — Sonrío por su entusiasmo — ¿No crees que estás exagerando?
— ¿Exagerando, yo? No. Es solo que me agrada. Además, es nuestra vecina.
Ni siquiera la conoce, ¿Cómo puede decir que le agrada?
— Vayamos a comprar mi uniforme... Mañana empiezo a estudiar — La agarré por sus hombros para que empezara a caminar.
Al día siguiente...
— ¿Tienes todo?, ¿No sé te olvida nada? — Pregunta ansiosa.
— No, tengo todo lo que necesito. Relájate — Salgo de la casa — Te escribo cuando llegue. Chao...
— Ten cuidado — Se despide con una sonrisa.
Parece estar más ansiosa que yo.
Comencé a caminar hasta la parada de autobús para tomar uno que me llevara hasta la escuela. Ahí fue cuando la vi de cerca por primera vez.
— ¡Jisung! — Le da una patada.
— ¿Qué?, te estoy diciendo la verdad. Eres fea jaja.
¿Fea?, yo la veo normal. Supongo que es una pelea tonta entre hermanos.
— No más que tú — Le saca la lengua — Si te vieras en un espejo, se rompería de lo horrible que eres.
— Cállate, Sunhee — Le desordena el cabello — Ahí viene tu autobús. Ve con cuidado, nos vemos más tarde.
— Está bien — Se ríe.
Se llama Sunhee...
Luego de eso, me subí al mismo autobús que ella, solo que yo me senté a lo último.
— Tch — ¿Por qué me senté aquí atrás?. Pensé para mí mismo.
Cuando llegamos, estuve un poco nervioso porque tenía que volver a empezar desde cero. Me guiaron hasta mi salón y me recibieron muy bien.
Mi primer día no estuvo mal, me integré muy bien con mis nuevos compañeros y disfruté mucho de las clases por primera vez.
— Oye, nuevo — Se sienta encima de la mesa — Vayamos a comer. Escuché que hoy sirven pollo frito. Hoy tengo más hambre que nunca.
— Está bien, también tengo hambre — Me levanté de la silla y empecé a seguirlo.
Mientras caminaba por el pasillo, vi su salón.
— ¿Qué miras?, ¿Conoces a alguien de aquí? — Pregunta curioso.
— No.
— Bueno, no te distraigas — Se apoya en mis hombros y comienza a empujarme para que caminara.
— Hey, pesas un poco — Me quejo.
Estudia a dos salones del mío...