Fin de semana...
—Tía —Traté de captar su atención.
—¿Qué sucede? —Deja de caminar para mirarme directamente a los ojos.
—Bueno... —Carraspeo un poco —¿Qué opinas sobre mis pecas?
Ella se quedó en silencio por unos segundos y luego respondió.
—Son bonitas, ¿Por qué lo preguntas?
—Es que escuché que a las chicas no les gustan las pecas, y prefieren que los chicos se las quiten y así...
—¿Dónde escuchaste esa tontería? —Se ríe ante mi respuesta —Tal vez no a todas las chicas les guste, pero a mí me parecen lindas.
Supongo que es verdad...
—Ya encontrarás a alguien que le encantará tus pequitas —Me pasa una de sus manos por mi cabeza de forma cariñosa.
—Lo sé —Suspiro con una sonrisa.
—Apúrate, ya casi llegamos a ese puesto de pasteles de arroz. Son muy buenos, te van a gustar.
—si tú lo dices. La verdad es que tengo curiosidad de probarlos desde que dijiste que es lo “mejor” que has probado en toda tu vida —Hablé de forma exagerada.
—No seas así Felix, ya verás que te gustarán.
Asentí y la seguí hasta el puesto de pasteles de arroz. Nos sentamos e hicimos nuestro pedido.
—Por cierto... Tía.
—Dime, cariño —Me mira con algo de preocupación.
—¿Podrías explicarme cómo se siente estar enamorado? Es que el amigo de un amigo de mi colegio le llama la atención una chica, pero no sabe si solo es interés o si realmente le gusta...
—Me estás confundiendo si explicas de esa forma —Suelta una pequeña risita —Dame más detalles.
—A ver, por lo que sé, el amigo de mi amigo la evita por alguna extraña razón —Suelto una bocanada de aire —Tampoco se acerca a ella y solo la ve desde lejos, y también se ríe inconscientemente cuando la ve. Es como si no pudiera controlar su propio cuerpo...
—Y ¿A ese amigo se le acelera el corazón cuando la ve o cuando escucha su nombre? —Se apoya en la mesa.
—Sí, eso es lo que le ha dicho el amigo de mi amigo y que luego me ha contado a mí...
—Felix, eso es estar enamorado. Aunque estar enamorado es más que eso. Pero déjate de tonterías de que “el amigo de tu amigo esto” admite que el que está interesado en una chica eres tú —Me da un golpecito en la frente.
—No, al parecer no me has entendido... Es el amigo de mi... —Dejo caer mi cuerpo en la mesa con frustración —Sí, es a mí a quien le llama la atención una chica...
Ella grita de emoción como si eso fuera la gran cosa.
—Felix, ¡Te gusta una chica!
—Tía —Le tapo la boca con mi mano —No seas escandalosa.
—Lo siento jaja —Dijo después de quitarse mi mano de su boca —Es que estoy feliz, es la primera vez que me cuentas algo así.
—Tampoco es para tanto —Dije. Luego llegó nuestro pedido.
—¿Y quién es esa chica tan afortunada?
—Come —Le di un pedazo de pastel de arroz —Es la chica que dijiste que te agradaba.
Ella se levanta de la silla por la sorpresa y comienza a bailar.
Se volvió loca...
—Yo sabía que esto iba a suceder —Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
—Esto no hubiera pasado si no me la hubieras mostrado.
—Ay, ya —Agarra un pedazo de pastel de arroz y me lo da —Come, tienes que estar bien alimentado para cuando se casen.
—¡Tía! —Me tapo la cara con mis manos.
—Awww, mira como te sonrojas.
No le hubiera dicho nada.