Tú y yo... por siempre juntos

Dos noticias cambiaron mi vida

 

En la mañana de aquel día, recibí las dos noticias que cambiaron mi vida por completo en un solo instante...

 

–Amor, ya me voy al trabajo. Hasta la tarde. Te amo! –Se despidió, me dió un beso y luego lo ví partir– Yo también te amo!, que te vaya bien –Le dije mientras le decía adiós con mis manos.

 

 Siempre nos despedimos así para recordarnos el resto del día cuánto nos amabamos. Conocí a Lucas desde muy jóven y lo que nos unió fue un amor a primera vista que fue aumentando por segundo, no queríamos olvidarlo.

 

Un rato después desde que se fue, empecé a tener muchas náuseas. Llamé a una amiga y ella me llevó al hospital. No le avisé a Lucas, no quería que se preocupará por algo que quizás no era nada, así que fuimos solo mi amiga y yo. En el hospital me hicieron un análisis y el resultado fue que estaba embarazada. Mi alegría al escuchar esa noticia fue inmensa, él y yo habíamos deseado ser padres desde hace mucho pero nunca habíamos tenido esa suerte. Cuando salimos del hospital, lo llamé y le dije que tenía una sorpresa que le iba a encantar, sus palabras fueron “ya quiero llegar a casa y saber cuál es la sorpresa, te amo mucho”.

 

Al llegar la tarde, lo esperaba en la puerta de la casa con mucha emoción para decirle que nuestros sueños al fin se hicieron realidad...  Las horas pasaron, la luna salió y él no llegaba. Empecé a preocupame, lo llamé muchas veces pero su teléfono daba apagado, estaba desesperada, no sabía que le había pasado, él no era así. Decidí seguir esperando, tal vez no tenía batería y tenía una razón para lo que pasaba, siempre tenía una buena razón y confíe en él.

 

En ese momento, fui muy ingenua, recordaba una y otra vez, nuestros momentos, nuestras palabras, pero solo me hacía más daño a mi misma. Lo buscaba por todas partes, incluso la policía lo estaba buscando pero nunca lo hallaron. Muchas personas me decían que él ya no me amaba, que se había ido a buscar amor en otros brazos. Yo no quería escuchar tales cosas, en mis pensamientos solo estaba la confianza en él y en mi vientre iva creciendo nuestra pequeña princesa.

 

Después de que Lizzy naciera, me di cuenta que debía dejar mis heridas atrás y concentrarme en vivir para ella. Y entonces, ví la realidad que había negado: Lucas me había abandonado y ni siquiera sé el por qué. Lo peor es que, mi corazón seguía esperando su regreso a cada minuto... y creo que aún sigo esperando... 

 

 

 

 

 

 




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