Capítulo: 3

Salí corriendo de allí, Estefan salió tras de mí pero no logró alcanzarme. Y me le perdí en la calle, las gotas de lágrimas rodaban imparables por mi rostro y me escondí, no tenía la menor idea de lo que iba a pasar con mi vida a partir de ese momento. Mi teléfono comenzó a sonar insistente, era mi madre, lo tomé.

—Ven urgente a casa—dijo inmediatamente al tomar la llamada—No puedo creer lo que hiciste, eres una vergüenza para mí, como dejas que alguien te grabe follando—exclamó irritada. Y al parecer ya absolutamente todos habían visto ese video, me sentía sucia, humillada y vulgar. Jamás imaginé que Estefan fuera capaz de hacer algo tan bajo como eso.

—Mamá yo no sabía... —intenté hablar y no me dejó interrumpiéndome. Al parecer iba en la autopista conduciendo, pues se escuchaban ruidos de autos a su alrededor.

—Rocío vi el video, y no solo yo, todo el mundo lo vio. Eres una vergüenza para mí—exclamó y en ese preciso instante sentí un fuerte estruendo al otro lado de la línea.

—¡Mamá! ¡Mamá! —grité exaltada sin obtener respuestas. Mi madre murió en ese accidente odiándome y el único culpable de eso era Estefan.

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Años después:

—¡Mamá! ¡Mamá! —escuché gritar a mi lado y detuve mi corredora eléctrica. Se trataba de Emilio, Emilio , mi pequeño de ocho años, quien era absolutamente idéntico a Estefan, su padre. Aquella historia llena de dolor que me esforzaba día a día por olvidar sin lograrlo durante estos ocho largos años y que ocasionó la muerte de mi madre también me habían traído la mayor bendición, mi pequeño hijo y además me había ayudado a convertirme en una mujer totalmente diferente. Había cambiado mi físico con dieta rigurosa y ejercicio, mi identidad pero sobre todo mi forma de pensar. Lo único que seguía intacto de mi pasado era mi odio hacia Estefan, ese maldito hombre que había arruinado mi vida completamente.

—¿Qué sucede cariño? —bajé de la corredora y tomé mi botella de agua.

—¿Puedo ir al trabajo mañana contigo? —preguntó. La verdad yo trabajaba como redactora de una importante revista de modas—porfa no hay clases y quiero ser escritor como tú.

—Está bien. Pero tienes que prometer algo te portarás bien y no causarás problemas.

—Lo prometo—exclamó.

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—Buenos días—dijo mi supervisora entrando a mi oficina y mirando a Emilio—Juliet parece que no estás enterada de los últimos acontecimientos

—¿Ocurrió algo? ¿Hay otra publicación de Girl'Secret .—pregunté, esa era una escritora anónima, bueno para el resto del mundo.

—No, algo peor. Tenemos un nuevo jefe. No sé como, la verdad nadie lo sabe pero la revista fue vendida este fin de semana—explicó cosa que me asombró demasiado pues ni siquiera estaba a la venta y el señor Lorenzo Caria amaba su revista de modas.

—¿Cómo se llama?

—Ni idea. Todo lo que sé es que a las ocho quiere a todos reunidos abajo. Mi recomendación que dejes aquí a Emilio no vaya a ser que se moleste y te despida en el primer día.

—Eso haré—dije quedándome pensativa. ¿Quién demonios sería el nuevo jefe?. Grace, mi supervisora salió

—Emilio quédate aquí en mi oficina y no salgas por ninguna razón, hay un jefe nuevo y no tengo idea de que tal sea.

—¿Puedo esperarte en la oficina del señor Lorenzo. Él es mi amigo. —dijo el pequeño pues mi jefe era muy amable con él las veces que lo traía al trabajo.

—No cariño, Lorenzo ya no trabaja aquí, hay un nuevo jefe.

—No—suspiró el niño.

—Recuerda no salgas de aquí Emilio—pronuncié mirando mi reloj y salí de allí cerrando la puerta. Mi pequeño se cruzó de brazos.

—Tengo que investigar si es cierto que mi amigo Lorenzo no trabaja aquí—exclamó abriendo la puerta cautelosamente y caminando hacia la oficina que solía ser de Lorenzo.

Hola... Ese niño travieso le causará problemas a su mamá jj... ¿Qué opinan? Actualizaciones en días intermedios, aunque estén al tanto cada que tenga una oportunidad subiré capítulos