Capítulo: 8

Estefan:

Caminé hasta donde estaba Damián, iba serio, mi rostro reflejaba mi preocupación.

—Damián—pronuncié mientras él me sonrió ofreciéndome una copa. —¿Qué hiciste luego de que yo me fui de ese bar? —pregunté sin rodeos y él se mostró confundido.

—¿De qué bar estás hablando? Hace tiempo no vamos a ninguno. —dijo con duda.

—Hablo de cuando se filtró un video mío teniendo sexo con Rocío—su rostro palideció y me observó serio.

—Ho no. No me digas que dudas de mí, después de tanto tiempo, somos como hermanos.—expuso mostrándose insultado.

—¿Dónde estabas? —repetí.

—No lo recuerdo. Fue hace mucho pero me duele que pienses que yo pude hacer algo como eso. Siempre hemos sido como hermanos.

—Bruno y Blass también eran como hermanos, te hice una simple pregunta. O es que usaste el GPS de la camioneta para seguirme...

—¡Qué mierda te pasa! —se atrevió a empujarme y yo enojado lo tomé por el cuello de la camisa a punto de golpearlo.

—Estefan, Damian—escuché a mi hermana acercarse y lo solté, ambos simulamos que nada pasaba—Al fin los encuentro. ¿Interrumpo algo? —sonrió, ambos nos observamos enojados, quizás esto era lo que Bruno quería o quizás tenía razón. La duda me estaba matando—vamos tengo una noticia importante que darles a todos—dijo mi hermana sonriendo feliz .

—Vamos—me dijo Damián y ambos la seguimos hacia la sala.

—¡Atención la cumpleañera quiere decirnos algo! —habló Damián en voz alta y todos prestaron atención.

—Hoy es un día especial para mí—dijo Eduarda—pero no solo porque es el día de mi cumpleaños sino porque quiero compartir con ustedes y en especial con mi esposo esta noticia que me hace tan enormemente feliz: Estoy embarazada. Damián y yo seremos padres.—un aplauso enorme se escuchó seguido de un sinfín de felicitaciones.

—¿En serio cariño? —sonrió Damián acercándose feliz a abrazarla mientras que a mi la noticia me cayó como balde de agua fría, mi rostro no lograba disimular mi inconformidad. Amaba a Eduarda, quería que fuera feliz pero ahora sospechaba de Damián. Si él fue realmente quien gravó ese video era una mala persona, un pésimo amigo y un enorme traidor. Si en verdad fue él solo causaría disgustos a mi hermana y ¿ahora un hijo? Ese le daba un acceso directo a la vida de todos en esta familia.

Tomaba en la terraza y sentí unos pasos acercarse.

—Somos familia—pronunció Damián—antes eras mi amigo y ahora somos hermanos. Tendré un hijo con tu hermana y eso nos unirá para siempre. No gravé ese video—puso su mano en mi hombro—deberías confiar en mí.

—Está bien—respondí. —si confío, solo fue un momento de duda—choqué su mano y serví una copa para ambos. Ni siquiera debí mostrarle que desconfiaba de él. Diablos, solo lo había alertado.

—¿Por qué ahora luego de tanto tiempo?—preguntó.

—Quizás la bebida—pronuncié.

—Vi a Bruno hablando contigo—exclamó—Sé que fue él que vino a ponerte en mi contra. Le molesta vernos felices. Quería a tu hermana lo sabes y solo vino a jodernos la vida. Sabes que fue él. No sé por qué ahora apareció, querrá dinero o algún favor y quiere que lo perdones.

—Tienes razón. Ya me voy—pronuncié.

—No le digas nada de esto a Eduarda, está embarazada y no quiero que se preocupe.

—No lo haré. Damián—pronuncié—tienes en tus manos a la persona más importante de mi vida. Ten mucho cuidado con ella. Soy capaz de matar por mi hermana—afirmé.

—Yo también—dijo él y me marché de allí, me despedí de mi hermana y de mis padres y me fui a mi casa. Cuando llegué Marian estaba sentada en la entrada esperándome.

—¿Dónde estabas? —preguntó poniéndose de pie y besándome.

—En la casa de mis padres. ¿Llevas tiempo aquí? —pregunté.

—Por qué no me llevaste, muero de ganas por conocerlo.

—Es muy pronto—respondí.

—Estefan llevamos un año juntos, no me presentas a tu familia, ni tampoco públicamente—dijo mientras yo abría.

—Me encantas, me gusta estar contigo Marian pero no quiero nada tan ...formal—exclamé—entiende no soy de presentarle a nadie a mis padres, ni siquiera le cuento mis cosas personales, ya hemos hablado de esto—dije y ella me abrazó por la espalda. A veces me gustaba tener algo de compañía. Marian era bonita, agradable, inteligente, de familia rica, codiciada por muchos, reunía todos los requisitos para ser mi pareja. Pero no la amaba, de hecho creo que nunca había amado a nadie realmente. El amor no existía,es lo que realmente pensaba, que era únicamente un medio de publicidad engañosa para ganar ventas en la televisión,radio ,música y literatura. Para mí la aspiración más tonta de una persona era encontrar el amor verdadero.Me habían gustado muchas mujeres y había tenido innumerables relaciones pero nunca me había enamorado realmente al punto de querer atar mi vida a ninguna mujer.

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Fui a la revista temprano en la mañana y por alguna extraña razón veía que todos me miraban raro, que murmuraban a mis espaldas. Fui a mi despacho inmediatamente y llamé a mi secretaria:

—Diga señor Cooper en qué puedo ayudarle—pronunció.

—¿Hay algo que deba saber? —pregunté y ella negó con la cabeza—Veo a todos murmurando cuando paso—puse la mano en mi barbilla y la observé esperando una respuesta.

—Señor Girl'Secret publicó un artículo sobre usted—acabó respondiendo.

—¿Girl'Secret ?

—Es una pàgina reconocida, de una escritora anónima. Por lo general relata experiencias motivantes de vida de famosos que se han puesto en contacto con ella y se la han contado, relatos, cuentos, investigaciones muy exactas y confiables. Tiene una voz atrayente por lo que sus videos son tendencia pero nadie sabe quién es.

—¿Qué habló sobre mí? ¿Algo bueno?

—No tanto. Mejor véalo usted mismo—exclamó mostrándome en su teléfono el artículo que escribió sobre mí. La miré exaltado mientras leía y únicamente me preguntaba una cosa:

¿Quién mierda es esta mujer y cómo sabe tantas cosas de mi vida? Pero lo que más me irritaba es que luego de tanto tiempo me acusara de divulgar videos íntimos en los que mantenía relaciones sexuales con mi pareja. Ese pequeño detalle dejaba mucho que decir de mí y ponía en duda todos mis principios ante la sociedad.