Elisse
Un mesero se encargó de sacar a Nick justo después de que me dio un pequeño beso en los labios. Florentine se acercó a mí para hacerme un cumplido y preguntar por la vida que había tenido en California después de que me fui.
—Es raro estar aquí sin tener a Noah merodeando como siempre.
—Noah se fue no solo del restaurante, sino del país. —Comunica Florentine—. Supe que consiguió algo mejor y ahora vive en Ámsterdam, es normal en él. Siempre está de un lado a otro, nunca ha sido estable.
—Así que ¿Ámsterdam? Es irónico. —Le digo—. Yo lo encontré con otra mujer en Ámsterdam, tal vez vive con ella ahora.
—¿Lo sigues queriendo?
No pude responder, el sous chef se encargó de anunciar que era hora de presentar los platillos para Dimitri Gaëtan. Pero la respuesta era más que obvia y es un no. Yo quiero a Nicholas, por eso lo he traído hasta acá y estoy segura de que es él a quien voy a querer por el resto de mis días.
—Foie Gras con manzanas, uvas y oporto con rissoto blanco, buen apetito señor Gaëtan.
Fui la tercera en presentar y por un momento tuve un pequeño flashback a aquella primera vez que me tocó hacerlo. Esta vez aposté por el Foie Gras, el cual prácticamente es una combinación de lechón con especias y diversas frutas, era uno de los preferidos de un cliente que venía casi todos los jueves a comer aquí y se me hizo interesante presentarlo. Además, preparé dos más, uno para mí y uno para Nick, que se servirían en cuanto el asunto de Dimitri terminara.
—Ahora sí, soy toda tuya. —Comento jalando la silla para sentarme a un frente de Nicholas.
—Todo esto se ve delicioso. —Me dice mirando su platillo—. ¿Qué es?
—Tú pruébalo, lo hice yo.
Le clava el tenedor, hace movimientos con el cuchillo y lo prueba. Tiene la mirada perdida como si estuviera tratando de adivinar el sabor, disfrutando de lo que estaba comiendo y acompañándolo de un poco de vino tinto.
—Pues no está tan bueno...
Le lanzo una mirada seria, intentando no reír.
—Sabes que miento, tú todo lo haces delicioso.
—Lo sé baby, lo sé. —Apreté su nariz con el dedo índice y el pulgar—. Es asombroso, ¿no? Estar aquí, que todo haya salido bien con Dimitri y estar compartiendo una cena con el hombre más guapo de París.
Nick entonces voltea para ver a su alrededor, un movimiento cargado de ironía.
—¿Y dónde está que no lo veo?
—Hablo de ti.
Fue entonces que Jean Pierre-Cortot llegó hasta nuestra mesa con una botella de vino rosado y uno de los meseros que recién se integraron al staff trae con él una copa extra. Nos sirve y Pierre-Cortot acerca una silla para hacernos compañía.
—¿Disfrutaron su cena?
—Sí, todo es delicioso. —Responde Nick.
—Bueno, les traigo un motivo de celebración. —Comenta, tomando su copa—. La verdadera razón por la que te traje fue para que recordaras la grandeza de Le Champeaux, porque quiero hacerte una oferta.
Nick y yo intercambiamos miradas, entonces Florentine tenía razón, Cortot me quiere de regreso.
—Elisse, no sé si estás al tanto de que tengo un restaurante en California.
—¿Autumn Delights? Sí claro, estoy más que al tanto de eso, incluso fui a la inauguración.
—¡Cierto! Lo olvidé por completo, fuiste con Noah Staton. —Nick no pudo evitar voltear la mirada cuando escuchó su nombre—. En fin, me enteré de que estás trabajando en un bistró y recién se abrió una vacante como chef de partie. Quisiera que tú tomaras ese puesto.
—¿En verdad?
—Sí, tienes un talento increíble y no quiero que dejes de formar parte de mi equipo. Quiero que pertenezcas a esta familia.
¡Era una propuesta increíble! Por supuesto que acepté, era una oportunidad que no podía dejar ir, sobre todo porque regresaría a mi hogar, con mi novio y mis amigos, no tenía nada que perder esta vez.
Después de nuestra cena, regresamos al hotel. Antes de ir hacia el ascensor, fuimos interceptados por un amable hombre que nos ha invitado a la gala que se estaba llevando a cabo en el salón principal. Nick y yo intercambiamos miradas y fue entonces que decidimos asistir, solo iríamos a la habitación a buscar ropa mucha más apropiada para después unirnos a aquella fiesta.