Nick
Por la mañana me desperté gracias al sonido de mi alarma. Me tallé ambos ojos y volteé a ver hacia el lado derecho de la cama, Elisse aún estaba dormida, no supe a qué hora se durmió exactamente. Según lo que vagamente recuerdo, se quedó viendo ofertas en Amazon por el Black Friday, así que decidí no despertarla, me levanté de la cama con cuidado, abrí las compuertas blancas del armario lo más silencioso que pude para sacar mis toallas y un cambio de ropa, para alistarme para ir al trabajo.
[...]
La rutinaria vida laboral de todos los días, estaba con Chad platicando acerca de Stella y su nuevo escándalo por agredir a un paparazzi y de las posibles reacciones de Carl ante ese pequeño asunto, sobre todo porque Stella está grabando un nuevo álbum.
—La reacción que tenga Carl respecto al asunto de Stella nos puede perjudicar de alguna u otra forma. —Menciona Mike—. Oigan, ¿quién es ese?
Nos volvimos hacia el pasillo central. Ahí viene caminando con un par de ejecutivos un morocho ojiazul que escuchaba las ideas de uno de ellos mientras observaba la periferia de esa pequeña parte de la disquera.
—Es Ian Accolo. —Comenta Chad.
—¿Quién es Ian Accolo? —Cuestiono una vez más.
—Es el nuevo proyecto pop de Carl. Escuché que hoy firmarán un contrato, por lo tanto buscarán un nuevo equipo de trabajo para él. —Chad nos lanza esa mirada pícara—. A lo mejor podemos tener suerte.
No le quitamos la vista de encima hasta que desaparece entre los pasillos con todos esos ejecutivos hablándole. Me quedé pensando entonces si realmente su futuro en la industria musical valdría la pena si se estancara en el pop, él no lucía como un cantante salido de One Direction o The Wanted, son geniales pero Ian tiene pinta de algo más... Como un Alex Turner tal vez, algo más indie.
Minutos después veo pasar a Nina, lleva con ella la bandolera de colores en la que guarda sus medicamentos. Una vez que nuestras miradas se cruzaron, no pude evitar esbozar una sonrisa sin separar los labios, ella por su parte, solo saludó con la mano tímidamente, hasta que decidió acercarse.
—¡Hey, Nick!
—Hola Nina, ¿cómo estás?
—Bien, vine a ver a mi papá un rato, me aburro mucho en casa. —Comenta—. ¿Tú?
—También, estábamos viendo a... ¿Ian?
Nina trata de ubicarlo con la mirada, Chad por lo mientras finge tener la mirada en el flyer de The OLZ, a pesar de que está más que atento a mi conversación con ella y cualquier movimiento que surgiera entre nosotros. Mike, por su parte, tiene toda su atención en el teléfono.
—Sí. —Sonríe—. Es el nuevo talento de papá. Está en busca de su equipo de trabajo, si sé de alguna vacante, te avisaré.
Mike y Chad le sonríen, creo que esta vez Nina sí logró captar su atención con sus palabras.
—Les avisaré. —Dice regresándole la sonrisa a Chad y a Mike—. Por lo mientras iré a ver a mi papá. Con permiso.
Nina se encamina hacia dónde Carl, Chad deja en paz el folleto y apoya los codos sobre la mesa.
—Por lo que veo, ya hay un miembro en ese equipo. —Dice Chad, lanzándome algún tipo de indirecta.
—¿De qué hablas, Chad?
—¿Desde cuándo te llevas tan bien con la hija de Carl? —Pregunta Michael.
—¿De qué hablo? Vaya Hyland, no sabía que eres de los que hace cualquier cosa por subir de puesto. —Continúa Chad—. Aunque debo aceptar que estás usando una buena estrategia, estás yéndote por la hija... Un momento, ¿no tenías novia?
—¡Basta! Elisse es mi novia y mis intenciones con Nina son sinceras, no busco que me suba de puesto. Simplemente le hablo porque fui grosero con ella sin saber que estaba enferma.
—¿Le hablas por lástima?—Mike me mira serio—. ¿En serio, Nick? Mi mejor amigo no haría eso.
—Ya por favor... Tenemos cosas que hacer —Trato de evadir el tema—. Así que mejor vamos a ponernos a trabajar en lo que merece nuestra atención.
Elisse
Hay días buenos, hay días malos.
Hoy fue un día malo para Autumn Delights y un poco para mí, llegué tarde al trabajo por todo el tráfico que ha provocado el Black Friday, Jamie hoy estuvo de un humor insoportable, entendía su papel como sous chef pero creo que de momento se le olvida que el ejecutivo sigue siendo Pierre-Cortot aunque se encuentre en Francia. ¿La cereza del pastel? Me quemé el dedo y no ha dejado de arder, tuve que trabajar así, con el dedo índice rojo, punzando y haciéndome sentir torpe a pesar de saber que estos son los gajes del oficio. ¡Y lo que me faltaba! A unas cuadras de llegar a mi edificio un auto se impactó ligeramente con el mío, rompiendo el faro del lado izquierdo.