Tú ya sabes a mí [2]

Capítulo 18

Elisse

Cuando regresé a casa vi Nick comiendo un poco de cereal, ¡vaya! Ha llegado temprano, es la primera vez en días. Sonreí apenas me miró, caminé hacia él para besarle la frente, evitando que mi cabello cayera en su bowl.

 

—Acabo de ver a Becca. —Jalé una silla para sentarme frente a él—. Nos deseó suerte en el viaje, comenzaré a hacer mi equipaje.

—Siempre tan linda.

—Y hablé con Florentine en la mañana. —Le digo, cambiando el tema—. Dice que nos espera algo grandioso en Mónaco, ¡estoy taaan emocionada!

—Lo creo, sé que es un lugar grandioso.

—No puedo esperar por estar allá. Nos hace falta una escapada romántica.  

 

Me besa cortamente en los labios y después se pone de pie, se dirige hacia la cocina para dejar el bowl en el lava trastes. Me quedé en la silla observando, Nicholas se dirigió al baño, fue cuestión de minutos para escuchar el agua caer de la regadera, así que decidí que este podría ser un momento ideal para estrenar la lencería que compré en Nueva York, hace tanto que no tenemos relaciones...

Pero mis planes tuvieron que pausarse en el momento en el que escuché que tocaron la puerta. Me negué con la cabeza mientras me ponía la bata de satín color negro y fui a ver de quién se trataba. Ni siquiera me preocupo por amarrarme bien la bata, voy dispuesta a decirle a Mike que lo vemos después.

 

—Llegas en mal momento, Mike.

 

Cuando abro por completo me encuentro con Nina. Cruzamos miradas incómodas en un momento aún más incómodo.

 

—Hola, ahmm ¿está Nick?

—Se está bañando. ¿Qué necesitas?

—Hablar con él. —Sonríe—. Sobre la fiesta que hubo en mi casa la semana pasada, la de Ian. 

—Bueno creo que ahorita no está disponible.

 

Nina me sonríe una vez más, sin separar los labios.

 

—¿Por qué no fuiste con él a la fiesta?

—Estaba ocupada con asuntos del trabajo.

—Lo entiendo, en fin, te has perdido de algo grande. Nick realmente se ha esforzado con el proyecto de Ian.  —Nina deja escapar un ligero suspiro—. Creo que lo veré después, lamento ser inoportuna.

—Hasta luego, Nina.

 

Me encargo de cerrarle la puerta prácticamente en la cara. 

 

Nick quince minutos después sale del baño ya con la pijama puesta, ni siquiera se ha detenido a mirarme        



Nick quince minutos después sale del baño ya con la pijama puesta, ni siquiera se ha detenido a mirarme. ¿Qué le pasa? Estoy usando lencería cara, encaje por doquier, como le gusta. ¿Y ahora resulta que ni siquiera va a atreverse a mirarme? Lo sigo hasta la habitación, él se acomoda en la cama dispuesto a dormir y yo me detengo a un lado del apagador de la luz, captando ahora sí su atención. 

 

—¿No te gusta cómo me veo?

—Elisse... Realmente me siento cansado. Necesito levantarme temprano mañana, tengo trabajo que hacer.

—¿Qué ocurre? ¿Por qué no quieres tener sexo conmigo?

—Elisse, te ves preciosa. —Dice, evadiendo la pregunta—. Pero en verdad necesitamos descansar.

 

Un poco molesta, camino hacia el armario para sacar mi pijama. El plan de la lencería no ha funcionado. 




 

Nick

Decirle que no a Elisse cada vez se volvía más difícil. Se veía preciosa con ese conjunto de lencería que me hubiese gustado arrancarle del cuerpo, pero aún no sabía si sería capaz de tener sexo con ella sin sentirme culpable. Fingir desinterés y cerrar los ojos para que creyera que estoy dormido es lo mejor que puedo hacer, a pesar de que en la madrugada me despierto para mirarla y pedirle perdón mil veces en mi cabeza por lo que he hecho.

Por otra parte sabía que necesitaba hablar con Nina antes de irme a Mónaco. La escuché hablar con Elisse la noche del martes cuando fue a buscarme al apartamento, necesitaba encontrar la forma de mantenerla callada hasta que lograra controlar la situación con Ely.

 

—No deberías ir a buscarme a mi casa.

—Lo siento pero necesitaba hablar contigo, no quiero que nada cambie entre nosotros. Eres mi único amigo aquí en la disquera y no quisiera que simplemente te alejes de mí.

—De acuerdo, si queremos ser amigos necesitamos olvidarnos de aquella noche. —Menciono, un poco molesto—. Y sólo hace falta algo para que esto quede en el olvido... Nina, necesito que te hagas una prueba de embarazo.

—¿No es demasiado pronto?




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