Tú ya sabes a mí [2]

Capítulo 19

Elisse

Preparé las últimas cosas para mi viaje, me puse en contacto con Florentine y prometí llamarla en cuanto estuviera en el aeropuerto. Ella me hablaba acerca de algunos planes que tenía en mente, quería que visitáramos Montecarlo y que navegáramos un poco antes de que regresara a California.

Guardé en mi bolso los pasajes de avión y los documentos importantes, de igual forma me aseguré de llevar la invitación de Dimitri y esperé a Nicholas mientras miraba el televisor. Entonces su teléfono comenzó a sonar, Nick lo ha olvidado sobre la mesa. Me acerqué y miré la pantalla, Nina se encontraba del otro lado de la línea, pero no pensaba responder a su llamada a pesar de que fue insistente.

Finalmente dejó un mensaje en el buzón, intenté ignorarlo pero la curiosidad me estaba ganando. Tomé su celular y reproduje aquel mensaje para averiguar el porqué de todas sus llamadas.

 

Hola Nick, acabo de salir del hospital y ya tengo los resultados. No tienes por qué preocuparte de nada, no estoy embarazada. Espero que podamos seguir siendo amigos, olvidemos lo que pasó, ¿de acuerdo? Fue solo sexo. Espero que tengas un lindo viaje a Mónaco, hablaremos cuando estés de regreso.

 

Caminé con su teléfono hasta el sofá, conteniendo las lágrimas. Nicholas me ha engañado con Nina... ¿Cómo puedo procesar eso? ¿Cómo podría sacarme de la mente a ese par? No podía dejar de imaginarlos en la cama. Ahora entendía porque actuaba tan extraño, porque quería alejarse de mí cada vez que yo quería estar tan cerca. ¿Cómo había sido capaz de haber traicionado lo que juntos creamos? ¿Cómo había sido capaz de lastimarme de esa manera?

 

¿Cómo había sido capaz de haber traicionado lo que juntos creamos? ¿Cómo había sido capaz de lastimarme de esa manera?        




—Lo siento, Rick me estaba revisando algo y no podía irme hasta que todo estuviera listo. El taxi ya está afuera esperándonos.

 

Nicholas se acerca a mí con intenciones de darme la mano para ayudarme a levantarme del sofá, pero yo no le permito que me toque. Me pongo de pie en silencio y me acerco a la puerta para poder cerrarla.  

 

—Elisse ¿qué pasó? Estás...

—¿Llorando? ¿Cuándo pensabas decirme que te acostaste con Nina?

—Espera, ¿Mike o Becca te dijeron algo?

—¡¿Ellos lo sabían?! 

—Elisse déjame explicarte...

—No. No hay nada más que decir, ella lo dejó muy claro con su llamada. De hecho te felicito, al parecer no vas a ser padre. No sabía que el tener sexo con con la hija de Carl Hansset venía incluido en tu contrato. ¡Claro! Era obvio ¿no? Si engañaste a Rosalie cuando decías que era la mujer de tu vida, era obvio que me ibas a engañar a mí.

—Elisse... Estaba borracho, ni siquiera lo recuerdo. Nina dice que todo el tiempo estuve pensando en ti, Ely por favor no puedes hacerme esto

 

Intento limpiar con mis dedos algunas lágrimas que continuaban escapando, ni siquiera tenía ganas de continuar viéndolo intentando justificarse, me parecía patético. ¿Por qué Nicholas, por qué?

 

—Elisse no me hagas esto. Yo te amo. Pensaba hablar contigo en Mónaco, pensé que...

—¿Qué te perdonaría? ¿En verdad pensabas arruinar mi viaje? Nicholas, tú no me amas, si lo hicieras hace mucho que te hubieses dado cuenta de que ella ha intervenido en nuestra relación desde que apareció en nuestras vidas y tú no lo paraste. Y yo... No puedo perdonarte, hiciste realidad mi peor pesadilla.

—Elisse...

—Tengo que irme, voy retrasada. Pero antes quiero pedirte que tomes tus cosas y te vayas de mi departamento. No pienso viajar contigo a Mónaco.

 

Le entrego su pasaporte y me encargo de romper su pasaje de avión por la mitad. Tomo mi bolso y decido irme, como él ya lo ha dicho el taxi está esperando. Michael y Rebecca están afuera del edificio esperando por nosotros para despedirse, un poco sorprendidos por la ausencia de Nicholas, a quién buscaban con la mirada sin una pizca de discreción. 

 

—No puedo creer que hayan sido capaces de ocultarme lo que pasó entre Nicholas y Nina. Pensé que éramos buenos amigos.

—Elisse, Nick prometió que te diría. —Mike fue el habló—. A él le correspondía decirte, no a nosotros.

—Bien, si aún quieren comportarse como buenos amigos, asegúrense de que Nicholas saque todas sus cosas de mi apartamento.

 

Subí al taxi sin despedirme de ellos, tuve que guardarme mis lágrimas y soportar el nudo en la garganta que permaneció conmigo durante todo el camino hacia el aeropuerto.

Estando en el avión traté de dormirme un poco pero lo que había pasado me impedía pensar con claridad. No podía dejar de reproducir el mensaje de Nina en mi cabeza, era como si tuviera su voz en mi cabeza recordándome una y otra vez que tuvo a Nicholas para ella. Tampoco podía sacarme de la mente la imagen de ellos dos juntos en la cama... No sabía si podría soportarlo estando encerrada aquí durante más de diez horas. 




 




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