Nick
Carl nos mandó a su casa a recoger un par de cosas que tenía en su estudio. Apenas si había dormido, no quería estar aquí pero no me quedaba otra opción más que seguir las instrucciones de Rick, que se ha asumido como líder hoy.
—¿Ven esa caja? —Asentimos—. Ahí vamos a meter los folders de color blanco. Los demás al portafolios. —Ordena Rick.
Ahí estábamos seleccionando información, ordenando papeles en la caja procurando seguir las indicaciones que nos dio, mientras tanto Rick perdía el tiempo en la computadora haciendo quién sabe qué.
—Ya vengo.
Él salió del estudio, me quedé solo con Mike. Abandoné por un momento los folders para recargarme en el escritorio, arrepintiéndome por no haber comprado un café bien cargado antes de venir a la casa de Carl.
—¿Cómo te sientes?
—¿Cómo quieres que me sienta? La mujer que amo le confirmó anoche a Rebecca que va a casarse. ¡Es que no sé cómo fue posible que regresara con el idiota de Noah! Lo peor es que ya usa de nuevo su anillo de compromiso, lo vi en una foto que subió a instagram. Tenía la esperanza de que me dijo eso solo para alejarme... Ahora sé que es en serio.
—Es increíble todo lo que se puede perder en una noche. —Mike puso su mano sobre mi hombro—. Lo lamento, amigo. En verdad yo quería que ustedes dos terminaran juntos.
Me encogí de hombros, es increíble cómo los planes cambian en un instante. Un día tienes tu vida hecha con la mujer que más amas, el trabajo de tus sueños, los mejores amigos y al otro todo eso se va.
—Hyland, dile a alguna de las domésticas que nos traiga un poco de agua por favor. —Comenta Rick, entrando al estudio.
Me pongo de pie y dejo los documentos en el escritorio, camino hasta la cocina para buscar un poco de agua yo mismo sin molestar a las empleadas de Carl, precisamente porque yo no tenía derecho alguno para hacerlo, ya que estamos en el mismo rango: somos empleados de Carl. Cosa que Rick no comprende tanto.
Cuando iba de regreso al estudio no pude evitar ver un pequeño cuaderno que se me hacía muy familiar, el diario personal de Nina estaba en el piso junto al piano que era de su madre. Decido dejar el vaso de cristal en la pequeña repisa de los premios que tenía Carl y me senté junto al piano con el diario en la mano. Me ganó la curiosidad, sé que es su diario y que no debía hacerlo pero, comencé a hojearlo...
«Hoy fue la fiesta en Malibú para mi padre. Odiaba la estúpida idea que tenía acerca de querer emparejarme con Ian Accolo, por el simple hecho de que está a punto de comenzar su carrera musical y esto le parecía una idea fabulosa de marketing. Pero a mí ni siquiera me gusta, sí, Ian es un hombre atractivo físicamente hablando, pero como persona... ¡Ah cómo me fastidiaba! Sobre todo en el tiempo que estuvimos juntos paseando del brazo para saludar a todos los invitados de papá.
—Lo sé, lo sé, estás detestando estar aquí conmigo.
—¿Tanto se nota?
—Se nota a kilómetros que no puedes quitarle a Nick la mirada de encima.
No le contesté nada, porque no tengo que mentir, realmente lo estaba haciendo. Él estaba ahí con Elisse, Mike y la novia de Mike. Riendo de todo, bailando incluso, él abrazaba a Elisse y la besaba de vez en cuando al mismo tiempo que yo moría de celos... ¿Qué tanto tenía esa perra que no tuviera yo? Yo podría darle todo lo que quisiera, es increíble que prefiera estar con esa cocinera que ni siquiera es tan perfecta como él lo decía.
—Elisse es preciosa, ¿no?
—Si tanto te gusta, deberías ir con ella. —Le respondo a Ian—. No sé qué tiene que a todo el mundo le agrada.
—¿A todo el mundo? O ¿acaso te molesta que a Nick le agrade de la forma que nunca le vas a agradar tú?
—¡Tú qué sabes!
—Nina, cualquiera se daría cuenta de que él la ama. Sólo ve cómo la mira, a ti no te mira de esa forma... Nunca lo hará, así como yo tampoco lo haré. ¿Sabes? Tengo mejores cosas que hacer que ver cómo te humillas mirándolo desde aquí, como ir a prepararme para mi presentación por ejemplo.
Él se fue, tenía que hacer su presentación pronto. Estuve sentada un buen rato aún, mirando las desagradables escenas de ese par, Ian tocando y ellos disfrutando de la música, él la abrazaba y se meneaban al ritmo de la canción y no soportaba verlos así de juntos... Fue cuando decidí actuar y separarlos con un poco de vino... No fue un accidente el hecho de que haya pisado un cable. Era un hecho que no los quería juntos... »
—¿Qué haces, Nicholas?
Rick me hace soltar el diario, haciendo que cayera al piso.
—Me entretuve viendo todos los reconocimientos de Carl... Mira...
—¿Y ese cuaderno?
—Estaba sobre el piano —Miento—. Son partituras.
—¿Y mi vaso con agua?