Tú ya sabes a mí [2]

Capítulo 39

Nick

 

—¿De qué me perdí? —Mike llegó un poco agitado a la sala, incluso casi corriendo, llamando la atención de los demás por un par de segundos.

—Llegas tarde. —Le recuerda Rick—. Tienes asuntos pendientes con Ian, Hyland ya comenzó con tu parte.

 

Michael se acerca para ayudarme en lo que estaba haciendo respecto a la elección del arte del EP que se va a lanzar dentro de quince días, pero lo veía un poco inquieto e incluso desinteresado. Me está dando todo el poder creativo y apenas si ha abierto la boca para opinar al respecto. Lo conocía, sé que ha estado ansioso por la llegada del bebé pero, no lo había visto así hasta ahora.

 

—¿Ocurre algo? —Le pregunto—. ¿Todo bien con Rebecca?

—Sí, todo perfecto. Ya está a días de dar a luz, en cualquier momento puede llamarme para que nos vayamos al hospital de hecho.

—¿En verdad?

—Sí, es algo... Que me tiene realmente nervioso. —Confiesa, con una sonrisa sin separar los labios—. ¿Te encargas del EP? Voy a ver algo que dejé pendiente ayer.

 

Michael tomó el iPad para poder registrar un par de eventos en la agenda de Ian, muchos de ellos tenían que ver directamente con el tour que va a salir del país. Rick salió de la sala y entonces mi mejor amigo se volvió hacia la puerta para poder cerrarla, no entendía que tanto ha estado haciendo desde que llegó, lo veo demasiado acelerado con todo.

 

—De acuerdo, hay algo que necesitas saber. —Me dice, empujándome hacia el banco alto para que pudiera sentarme—. Elisse no se casó con Noah.

—¿En serio? ¿Por qué?

—Porque tiene sus razones, que pronto las sabrás. Pero antes de que actúes como un acosador impulsivo y vayas a buscarla a Autumn Delights, necesito que me escuches.

—¿La viste recientemente?

—Sí, estuvimos platicando, ayer. Si realmente quieres estar cerca de ella, tienes que actuar con calma. Elisse me pidió que te dijera que quiere verte, quiere hablar contigo.

 

¿Elisse quiere hablar conmigo? ¿Se habrá arrepentido de casarse con Staton por mí? Vaya... No podía borrar la sonrisa que tenía en el rostro, moría por dejar todo aquí en la disquera e irla a buscar a Autumn Delights para tener esa dichosa conversación de la que me habló Mike. Pero me quedé aquí, tomando todo con calma aunque me parecía imposible.

Muero por verla. Seguía revisando lo del EP pero la tenía a ella en mi mente, la última vez que nos vimos fue en Los Cabos hace cinco meses, se veía hermosa aquella vez. Me he sentado detrás de la computadora, trabajando en Photoshop pero pensando en la última vez que estuvimos juntos en la cama, esa noche que ella ha olvidado pero que yo recuerdo con suma claridad...

Mi Elisse, ¿de qué tanto quieres hablar conmigo?

 

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Una vez que me vi liberado del trabajo, fui a casa de sus padres como me lo pidió Mike. Me sentía nervioso, sabía que el recibimiento en el hogar de los Wilkinson podría ser frío y cruel por parte de sus padres, pero no me importaba con tal de verla. Aun así Mark me reciba con una escopeta, yo me quedaré aquí por ella. 

Toqué el timbre y esperé paciente, Elisse no tardó mucho en aparecer en la puerta, como si realmente estuviera esperando por mi presencia.

 

—Hola. —Saluda, apenas sonriendo—. Pasa.

—Hey, ¿cómo estás?

 

Ella se hizo a un lado para dejarme pasar, quería abrazarla pero no creo que Elisse me deje hacerlo, es la primera vez que nos vemos después de la boda de Mike. Así que lo único que hice fue caminar para darle un vistazo a la casa que solía visitar bastante cuando era un adolescente. Los Wilkinson han hecho un par de remodelaciones desde la última vez que vine, como los colores de las paredes o el diseño del barandal de las escaleras, pero seguía siendo la misma casa que en algún momento sentí como hogar incluso más que la mía.

 

—¿No están tus papás?

—No, solo tú y yo... Como los viejos tiempos, solo espero que no empieces a fumar aquí. Las reglas siguen siendo las mismas.

 

Seguí a Elisse hacia la sala. Fue entonces que decidió sentarse en el sofá de una sola plaza y yo busqué sentarme frente a ella, intentando entender porque de repente solicitó mi presencia.




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