Quería quedarme con Elisse en Autumn Delights hasta que terminara de trabajar para regresarla a casa, pero no quiso que me quedara. Así que, no me quedó otra opción más que irme después de haber cenado algo en el restaurante, Elisse decía que ya habíamos pasado gran parte del día juntos y que necesitaba un poco de espacio. Al menos hoy logramos pasar más tiempo juntos y con eso me doy bien servido.
La sonrisa se me borró cuando las compuertas del ascensor se abrieron, fue entonces que vi a Nina sentada en el piso, junto a la puerta de mi departamento. ¿Qué está haciendo aquí? ¿De nuevo va a comenzar a acosarme? Solía hacer esto cuando recién me separé de Elisse, cuando ella se fue a Mónaco, pero ahora, ¿qué es lo que busca de mí? No me quedó otra opción más que enfrentarla, quise volver al elevador para evitarla pero ella fue más rápida al momento de ponerse de pie y decir mi nombre.
—¿Acaso me sigues?
—¿En dónde estabas? —Pregunta.
—No tengo que darte explicaciones de lo que hago o en dónde estoy. No eres mi novia.
—Lo siento Nick, es que...
—¿Qué quieres, Nina?
—¿Podemos pasar a tu departamento? —Suplica—. No quiero que todo el edificio se entere.
¿Qué todo el edificio se entere de qué? Bah, ¿qué más da? Saco las llaves y entonces abro la puerta como ella lo quiere. Nina entra primero, caminando hacia el sofá para tomar asiento.
—No te acomodes Nina, será algo muy rápido.
—Dime que no eres el padre del bebé de Elisse.
—¿No te cansas de estar tras de mi todo el tiempo? ¿De acosarnos a Elisse y a mí?
—Es que lo me dijo no puede ser posible... No la viste durante mucho tiempo, es prácticamente imposible que sea tuyo.
—Nina, yo no debería darte explicaciones de mi vida privada. Pero si así lo quieres, no, no es imposible que el bebé sea mío porque estuve con Elisse hace cinco meses, ¿feliz? —Ella me miraba con esos ojos marrones cristalizados, como si estuviese a punto de llorar—. Te lo he dicho mil veces ya, yo amo a Elisse Wilkinson y estamos por formar una familia. Por favor, si no aceptas ser mi amiga con ciertos límites, entonces te voy a pedir que me dejes en paz.
Nina se acerca a mí y se aferra a mi camiseta, las lágrimas han comenzado a correr por sus mejillas.
—¿Que tiene ella que no tenga yo? Conmigo podrías tener todo Nick, lo que quisieras. Fama como productor musical, dinero, una enorme casa en uno de los mejores vecindarios de la ciudad, autos de lujo, lo que tú quisieras... ¡Absolutamente todo! Cualquier cosa si tan solo eligieras estar conmigo. ¿Por qué eres tan tonto? Me tienes a mí, soy como tu boleto dorado para tener una vida perfecta llena de comodidades.
No podía creer todo lo que está saliendo de su boca, ¿en verdad cree que es el dinero lo que me importa? Si así fuera, hace mucho que hubiese sucumbido ante ella, pero mi idea de vida perfecta va más allá de todo lo que me pueda ofrecer. Mi vida será perfecta cuando Elisse acepte regresar conmigo, cuando podamos criar juntos a nuestro hijo y verlo crecer aunque no sea en una enorme casa en el mejor vecindario de la ciudad pero me basta con estar con ella, con formar una familia con la mujer que amo.
No necesito más de esto. Me encargué de alejar a Nina y caminé hacia la puerta, abriéndola para que se vaya.
—¿Crees que soy un objeto que puedes comprar? ¿Crees que yo quiero todo lo que me acabas de ofrecer? Deberías buscar a un idiota que se deje llevar por tus ofertas, que tu padre te lo compre, pero conmigo no funciona así. Puede que Carl nade en dinero por ser el dueño de una de las disqueras más importantes del país y que por eso toda tu vida te hizo creer que tendrías todo al estirar la mano, pero ¿adivina qué, Nina? A pesar de todo el dinero y fama que me puedas dar, tú nunca podrás tenerme. Porque no te amo, nunca lo hice y nunca lo haré.
Nina intenta darme una bofetada, pero logro detener su mano antes de que lo logre.
—¿Sabes? Puedes ir con Carl y lloriquear hasta que logres que me despidan, no me interesa. Ahora, por favor sal de mi departamento.
Comienzo a empujarla hacia la puerta, sin lastimarla, forzándola a salir.
Cerré la puerta una vez que la dejé afuera y recapitulé todo lo ocurrido durante los últimos cinco minutos. De alguna forma me sentía liberado, porque dije todo lo que pensaba sin contener una sola palabra. Pero después de meditar un poco me di cuenta de que había sido un completo imbécil, no por Nina sino por mi trabajo. Ahora más que nunca necesitaba un empleo, esperaba que esta vez mis palabras no se hicieran realidad, Carl Hansset no puede echarme... No en este momento.
Estuve paranoico desde que llegué al trabajo. Sentía que en cualquier momento Carl me llamaría, que me pediría ir por mi liquidación porque se ha enterado de todo lo que le dije a su consentida hija. Pero ya han dado la 1:23 p.m. y todo corre con normalidad, incluso me he encontrado con Sarah, The OLZ va a empezar a grabar y está emocionada por todo el poder creativo que le han dado para su tercer álbum. Nos quedamos platicando un rato, sobre música y sobre el hijo de Mike, el cual aún no ha tenido oportunidad de conocer.