Elisse
Han pasado poco más de seis meses desde el nacimiento de Amy. Tanto Nick como yo comenzamos a recuperar nuestras vidas, yo dejé la casa de mis padres para poder mudarme con él. Hemos rentado un lindo departamento muy cerca de Autumn Delights, aunque el proyecto de comprar una casa no ha quedado en el olvido, solo no hemos encontrado la indicada.
El regreso a Autumn Delights fue increíble, todos me recibieron con ánimos y creo que hemos trabajado juntos para que el restaurante funcione magníficamente o eso fue lo que dijeron el otro día en una revista culinaria. No solo a mí me está yendo bien laboralmente hablando, a Nick le dieron más proyectos en la disquera después el éxito rotundo que tuvo Stella con su trabajo. De Amy se encargaba la hermana de Brooke, la habíamos contratado como niñera, cuidaba de ella un par de horas y yo llamaba seis veces al día para saber cómo estaba. Aunque de vez en cuando Nick la llevaba a la disquera y cuando yo cuando podía, la traía al restaurante.
Al paso de los meses nos dimos cuenta de que Amy ama escuchar a Nick tocar la guitarra y cantar para ella, por lo que esos movimientos que sentía en mi vientre cuando estaba embarazada mientras él solía hacerlo puede que tenga que ver con lo mucho que Amy disfruta de ese momento del día. Incluso a veces que él le cante es el único remedio para hacer que deje de llorar. Y de hecho, gracias a las noches que pasó cuidando a Amy, pudo escribir más canciones que más tarde ofrecería para algunos artistas de la disquera de Carl.
Hablando de Carl, últimamente está ausente de sus asuntos en la disquera. Nina no había estado muy bien de salud desde aquella última vez que la vi y para él era más importante Nina que dejar perder sus negocios, mismos que Rick intentaba salvar para que la disquera no se fuera a la mierda. Sin embargo, la situación de los Hansset no era de gran ayuda para poder sostener ese emporio.
En cuanto a mi miedo de pasar por una crisis como la pasaron Mike y Rebecca, ese se fue cuando me di cuenta de que Nick puso todo su empeño para equilibrar su vida en el trabajo y su vida conmigo, así como yo lo hice al poner primero a mi familia y después a Autumn Delights. Los dos hemos trabajado bastante para que nuestra relación no se haga rutinaria, como sucedió antes de que me fuera a Mónaco.
—¿Te he dicho lo mucho que me gusta unir tus lunares con mis dedos?
—Mientras no se te ocurra unirlos con bolígrafo, me encanta que lo hagas.
Estaba recostada en la cama con la espalda descubierta, deseando que Amy no se despertara en este momento. Nick dejó un beso en mi hombro y entonces me volteo, él está dispuesto a hacerlo una vez más. Lo beso en los labios, lentamente, rodeando su cadera con mis piernas, pero ese beso tuvo que parar, así como los planes de volver a hacer el amor.
Parece que Amy lee mi mente y decide hacer lo contrario a mis peticiones porque ha comenzado a llorar en su habitación.
—Ya sé, ya sé, mi turno. —Dice Nick, poniéndose de pie.
—¡Hey, espera!
—¿Te debo un beso?
—Ahmm no... —Le aviento su bóxer, asegurándome de que lo tome—. Ten.
Nicholas sale de la habitación y yo también me levanto de la cama para buscar mi pijama en lo que mi computadora se enciende. Sabía que el proceso para calmar a Amy sería largo y podía aprovechar esa oportunidad para seguir con mi pequeña búsqueda. Nicholas hace un rato me acaba de dar el sí para buscar la casa de nuestros sueños, así que abrí la página de bienes y raíces para continuar mirando.
El sonido de la guitarra de Nick se escuchaba hasta la habitación, el llanto de Amy comenzaba a cesar. Abrí el correo electrónico dispuesta a escribirle a la agencia de bienes y raíces cuando fijé mi atención en un e-mail en especial. Tenía una suscripción al diario de Los Angeles Times y llegó el boletín de noticias, fue una en particular la que llamó mi atención.
«Carl Hansset de luto: Pierde a su única hija en terrible accidente»
—¡Nick! —Grité desde la habitación.
—¿Qué pasa?
—¡Tienes que venir ahora!
Nick entra a la habitación con Amy en brazos. Se acerca a mí y señalo la pantalla para que pudiera ver la noticia completa.
—¿Crees que sea verdad? —Pregunta—. De ser así ya me habrían llamado.
—Rara vez Los Ángeles Times miente.
—Ian ya me hubiera llamado.
—Ahmm... No sé si lo recuerdes pero tienes tu teléfono apagado. Digo, alguien quería estar en paz un momento.
Nicholas me pasa a Amy y va en busca de su celular. Apenas lo encontró, lo prendió y entonces comenzaron a lloverle los mensajes.
—Tengo varias llamadas perdidas y dos mensajes, uno de Rick y otro de Ian, dicen lo mismo que el periódico. —Deja su teléfono en la cómoda, tomando a Amy en brazos otra vez—. ¿Crees que Carl quede en quiebra?
—Se muere tu eterna enamorada, ¿y sólo te preocupa que la disquera quiebre?
—Ahmm... Las cosas no han estado muy bien desde que Carl se ausentó, supongo que ahora tendrá un propósito mayor para no presentarse. Pero sí, creo que tienes razón. No es que no me importe que Nina haya muerto, de hecho me siento raro, realmente no sé cómo tomar esto.