A pesar de que Nick realmente se estaba involucrando en los preparativos, planear una boda no dejaba de ser estresante, mucho más cuando dirigías un restaurante que estaba en búsqueda de una segunda estrella Michelin. Esta semana nos visitaron dos críticos diferentes, por lo que hicimos nuestro mejor esfuerzo para dejarlos impresionados. Tenía que hacer que nos dieran una buena nota, lo que opinaran de Autumn Delights es crucial para lograr el objetivo de la estrella Michelin que quiero conseguirnos. Supe después de la visita que uno de los críticos es editor en una importante y popular revista culinaria, cuya especialidad es armar un top 10 de los restaurantes que se deben visitar en la ciudad, por lo que la ansiedad de saber qué diría su crítica me estaba comiendo.
Por otra parte, Nick estaba adaptándose al cambio de jefe, William Grant se encargaría de hacer que PCM Records dejara de ser una disquera independiente para convertirse en algo mucho más grande, absorbiendo por completo a RSH Records, acabando oficialmente con el emporio de Carl Hansset. Además, William cumplió con su promesa, ya que había contemplado a Nicholas en grandes proyectos lo cual implicaba más estrés y menos tiempo para planear una boda.
—No necesita más condimentos. —Le digo a Brooke—. Así está perfecto.
—¡Elisse! —Llama Sophia—. Tienes una llamada del jefe.
Dejé a Brooke y salí de la cocina para dirigirme a la oficina y así atender la llamada de Pierre-Cortot. Para que llame a esta hora, sí que debe ser importante.
—Seré breve, ya vi la nota de la revista.
La voz llena de seriedad de Pierre-Cortot del otro lado de la línea simplemente logró ponerme más nerviosa de lo que estaba.
—¿Y qué tal?
—Perfecta. Aunque aún no me genere una segunda estrella, con Autumn Delights bajo tu mandato todo va perfecto. Pero tengo una petición para ti, necesito que revises tu correo electrónico, te mandé los datos de la convención de este año.
—¿Convención?
—¿Recuerdas aquel evento en Mónaco? Decidieron trasladarlo a París este año, como eres representante de Autumn Delights, tienes que venir.
Me senté en la silla giratoria, de inmediato fui a mirar el correo electrónico para corroborar que los datos de dicha convención hayan llegado a mi bandeja de entrada.
—¿No existe alguna forma de sustituirme? Mr. Cortot, tengo una hija ahora y estoy en medio de la administración del lugar, aparte he tenido que atender un par de problemas laborales y personales.
—Será solo un fin de semana. Te perdiste la convención pasada por el embarazo, esta vez necesito que vengas. Te necesito aquí con un informe bastante amplio y concreto sobre lo que ha sido el año de Autumn Delights, ¿de acuerdo?
Nick
Comenzaba a entenderme con William incluso mejor que como lo hacía con Carl. Quería introducir nuevos artistas al mercado y ahora yo estaba encargado de hacer que funcionara tal como lo hice con Ian, quien renovó su contrato con esta disquera. Todo estaba saliendo bien en el trabajo y en mi vida en general, no podía sentirme más feliz con todo lo que está sucediendo a mi alrededor.
Llegué a casa con intenciones de contarle a Elisse lo bien que me fue hoy en el trabajo, sin embargo, cuando la encontré toda seria escribiendo en su computadora, supe que debía reservarme un rato la buena noticia, creo que no está de muy buen humor.
—¿Qué haces?
—Una lista de invitados, siéntate.
Jalo una silla y me siento junto a ella, leyendo un par de nombres en la pantalla.
—Tengo que hablar contigo.
—¿Sobre?
Elisse saca de su bolso un pasaje de avión, lo extiende hacia mí para que pueda verlo. ¿Por qué compró un boleto de avión para irse a París en un par de días?
—¿Qué es esto? ¡¿Te vas?!
—Un fin de semana, tengo que ir a una convención. Como aquella a la que fui en Mónaco.
—¡No vayas! La última vez tardaste seis meses en regresar. —Le pido, mofándome un poco—. ¿Y si esta vez tardas un año?
—¿Crees que me iría un año? ¡Por favor! No te dejaría con Amy solo tanto tiempo, será un fin de semana solamente. Créeme que intenté no ir pero Pierre-Cortot amenazó con quitarme el trabajo.
Una convención otra vez, no sé porque todo esto no me agrada. Es la primera vez en meses que se va a ir a tan lejos, que nos vamos a separar, aunque sea unos días... Todavía no se va y ya siento que la extraño. Le regresé el pasaje de avión, esbozando una sonrisa sin mostrarle los dientes, de alguna forma para hacerle saber que la apoyo.
—Mi Elisse, no sabes cuánto te extrañaré.
—Sólo son unos días. Confío en que cuidarás bien de la pequeña Amy.
—Lo haré.