Tú ya sabes a mí [2]

Capítulo 72 - Final

Nick

La mayoría de los invitados ya han llegado, la recepción y la ceremonia se van a llevar a cabo en un precioso jardín que Sophia se encargó de buscar, incluso ya estaba aquí con Brooke y estaban intentando contactar a Becca, al igual que Mike. Estamos preocupados, no contestan el teléfono y no han llegado. ¿Qué sucede? Se supone que debían estar aquí desde hace media hora.

 

—No contestan.

—¿Crees que sea capaz de dejarme aquí plantado?

—No. —Responde Mike—. Las novias siempre demoran.

—Becca no demoró.

—Porque estábamos en el mismo hotel y porque a ella le urgía casarse conmigo... Todo estará bien.

 

Todo estará bien, decía. Pero en mi mente Elisse ya estaba en el aeropuerto huyendo a Francia con Amy para escapar del compromiso. Ya escapó dos veces de una boda, ¿y si se arrepintió? ¿En serio es capaz de dejarme así? No podía dejar de mirar el reloj, los minutos pasan y pasan y no hay rastro alguno de ella. Vi a Mike aflojar un poco su corbata y posteriormente, dirigir su mirada hacia Jeremy, quien se acercó a nosotros con Henry en brazos.

 

—Nick, dicen los que van a amenizar la ceremonia que si Elisse no llega en diez minutos tendrás que pagar más.

—¡Aghh maldita sea!

—Lástima por ellos. —Menciona Michael—. Porque ya llegó Elisse.

 

Volteo a verla, su padre viene caminando con ella del brazo. También Rebecca está aquí, buscando incorporarse inmediatamente con Brooke, Florentine y Sophia, al igual que Edith que trae a Amy en brazos. Bien, llegó la hora. Lo hemos ensayado todo pero, la vibra hoy era completamente diferente. 

Solo me he sentido así de nervioso una vez y fue cuando nació Amy, se me hacía imposible creer que esto está pasando en serio. El estómago se me revolvió de los nervios y emoción al ver a Elisse caminar junto a su padre por el altar, me di cuenta entonces que finalmente decidió usar el vestido que le obsequió Stella Rose, tela de satín, hombros descubiertos, la tela drapeada que se extiende por los hombros, cubre y cae desde la cadera me recuerda muchos a esas estatuas griegas... Sí claro, hoy Elisse parece una diosa.  Se ve preciosa. 

Caminaba sosteniendo un discreto ramo de rosas y lirios blancos. El cabello, lo lleva ondulado, cayendo por el hombro derecho. Ella no perdió esa esencia natural tan suya ni siquiera el día de su boda, quizás eso era lo que la hacía ser la novia más hermosa sobre la faz de la tierra ante mis ojos.

 

—Jamás pensé que diría esto. —Dice Mark—. Pero sé que mi hija no podría estar mejor con alguien más, sólo contigo.

 

Tomo la mano de Elisse, después de que Mark le besó la mejilla. La ceremonia ha comenzado y no podía estar más feliz por estarme casando con la mujer de mi vida.

 

—Cuando te golpeé con ese balón en la preparatoria, jamás creí que fuéramos a terminar casándonos. Desde el primer día, te convertiste en una persona especial para mí, te convertiste en mi mejor amiga, estuviste conmigo siempre, en mis peores y mejores momentos. ¡Por favor! Has conocido mi lado más cruel y el lado más asquerosamente cursi que tengo. Yo... ¡Ayy Elisse! No sabes lo afortunado que soy por tenerte a mi lado, eres una mujer maravillosa y no sé qué he hecho para merecerte. —Los ojos de Elisse se veían más claros porque ya se le han cristalizado, aún está aguantando las ganas que tiene de llorar al escucharme recitar mis votos—. Amo cada partícula de ti, amo tu pésimo sentido del humor, tu preciosa risa, tu carisma, amo mirar tus ojos cada que me despierto en la mañana y eso es algo que quisiera seguir haciendo durante lo que me reste de vida. Te amo tanto, Elisse Wilkinson.

 

Elisse ya no pudo continuar conteniendo las lágrimas, ahora es su turno de recitar sus votos y ya ha limpiado con sus dedos aquellas lágrimas que lograron resbalar por sus mejillas, dejó escapar un ligero suspiro, intentando mantenerse en calma.

 

—Yo, no preparé mis votos. Creí que sería mejor si dijera lo que estoy sintiendo ahora y eso es lo que haré. —Me miró fijamente a los ojos, tomando mi mano—. Hemos pasado por tantas cosas, alegrías, tristezas, mentiras, relaciones, locuras, momentos que han sido placenteros junto a nuestros amigos, momentos incómodos junto a esas personas que preferimos mantener fuera de nuestras vidas... Todo eso lo hemos hecho juntos. Cambiaste mi vida cuando te conocí, me enseñaste el lado divertido de la vida, me enseñaste que romper las reglas puede ser divertido. Nick, he aprendido tanto de ti, has influido en la persona que soy hoy en día. Y por más que intenté mantenerme alejada, algo siempre me traía de regreso a ti. No sé si debo creer en el destino pero sé que todos los caminos llevan a Roma y Roma al parecer somos tú y yo. Te amo Nicholas Hyland, no puedo esperar para envejecer juntos, ver crecer a Amy, vivir más aventuras a tu lado, te amo y te amaré hasta mi final.

 

Tomé su rostro, acariciándolo, susurrando un te amo porque tenía un nudo en la garganta que no me permitía decírselo en voz alta.




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