Tú, Yo y los Besos

Capítulo 14-Mateo

Escucho el agua y me cabreo aún más al ser consciente de por donde se han ido a correr mis pensamientos…

¡¡Azul con su mutismo logró dislocarme en serio!!

Solté lo de la ducha para pincharla, y hubiese apostado todos mis ahorros a que un comentario inteligente, totalmente sorprendente, no tardaría en llegar; pero no… habían pasado los segundos y ella había permanecido en silencio, así que mis palabras tomaron peso en mi contra enredándose con su reacción dócil, tentándome con la idea de que ella podría no rechazarme…

«Idiota»

Ay, Mateo, estás cayendo redondo… al final, después de tantos años convenciéndote de que no necesitas la atención de nadie, vas a ponerte a mear por la de Azul…

Tengo ganas de golpear algo y apesto como baño de terminal… ¿Se puede estar peor? ¿O mejor?

No puedo desenterrar del todo esa minúscula esperanza de que quizá sea “alguien” para Azul; pero alguien en serio, no un espectro, y esta vez la pregunta de qué tanto me hubiera dejado ella acercarme se me cuela de forma permanente en el pensamiento…

Sin embargo ella tiene razón, no estoy listo para descubrir que le importo un pimiento, no justo cuando descubro que me muero de ganas de tenerla cerca, de tocarla, de probar sus besos…

¿Qué rayos es todo esto? ¡Necesito esa ducha pronto!; mejor me entretengo limpiando este desastre.




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