Tus ojos

Desaparecidos

-¡Extraño tanto a Seb, amiga!- Jane ya ha acabado con una caja de pañuelos, no me gusta verla así, al fin y al cabo ya me había acostumbrado al azúcar que desborda por los ojos de ellos y al no estar él, todo esto es complicado, me ha tocado cuidar de ella mucho y cada vez se deprime más.

Es imposible calmar sus lágrimas -Aquí lo único bueno es que él no está- Espeto esto casi susurrando y Jane rueda sus ojos.

- Lo sé, esto es muy caótico, ninguno de ellos está y nosotras ya los extrañamos.- No sé porqué dije eso último.

-Excepto a Michael que casi estropea todo, ese que consiga un buen patrocinador y se quede allá- Mi amiga y yo soltamos un carcajada, y ella toma otra pañuelo-¿Deseando lo bueno al enemigo, eh? Me gusta- Le digo mientras le acaricio el cabello.

-Bueno, al menos nuestros apellidos están en la lista verde, amiga- Le indico mientras ella mira su móvil con la mirada apagada.

-Eh, sí- Jane se aclara la garganta- Tanto nos costó pasar esta materia y con los peores compañeros al fin lo logramos- Dice Jane mientras se  gira hacía la ventana.

-¡No por favor!- Le chillo- No les des el crédito- Le digo en medio de mis carcajadas.

-Bueno, bueno pero la mayor parte fue gracias a nosotras- Y reímos al unísono.

 

-Me iré a casa ¡Yaaa!- Chilla Jane metiéndose la última papa frita a la boca.

-Fue una buena tarde-Suelto una carcajada- Miro hacia la ventana- Se nos hizo noche! ¿Qué hora es?- Busco mi móvil en todo el desorden que hicimos en la habitación, -¡Jane, las 10!

-Mis papás me van a acabar amiga - Jane se para a prisa, y se mete un sándwich completo a la boca.

-¡Ey tranquila! ¡Estás loca!- Le digo mientras la escucho eructar y me río muy alto.

-Mis zapatos Lucy... ¡Oye!- Ella busca entre el desorden.

-¡Qué sé yo!- Le espeto- Creo que están en la sala- Le indicó mientras me lanzo a la cama a boca arriba.

-Tus padres van a matarme si los dejé abajo- Indica mientras se pone su chaqueta- Te quiero amiga, ¡Adiós!- Jane baja por las escaleras de puntitas y asustada.

Me río alto mientras la veo en esa escena- ¡Cuánto desorden! Y ¡Cuánta comida!¡Dios! Acabamos con un supermercado y alcanzamos a ver una serie completa... ¡Qué locura!- Mientras sigo riendo sola en mi habitación recojo las cosas del suelo, bajo los platos de comida y una que otra bolsa y vuelvo a subir para tender una cama.

-Jane me daño el cojín...- Digo con voz triste- Hablar de chicos la puso del humor, esta niña tonta- Y suspiro fuerte con una sonrisa en mi rostro.

 

-Michael... Hola- Le digo casi susurrando.

Michael me detalla de arriba a abajo como si mirase una mosca, un silencio nos invade y uno de los chicos me empuja hacia Michael.

Suelta algunas carcajadas- ¿Qué buscas?- Indica Michael mientras pasa  una de sus manos por mi cadera.

-Nada- Le chillo quitándome de su estrujamiento.

-Si vienes a mí es por algo- Ahí va de nuevo sus ojos en mí cuerpo, como si me estuviesen detallando. -Todas vienen por lo mismo Lucy- Dice él petulante.

-¿Sabes algo de Seb? - Le indicó cruzándome de brazos.

-¿Seb?... -Hace una vista en sus amigos- Ah sí, sé muchas cosas de él ¿Qué te podría interesar en él? Dime- Espeta mientras se me acerca con aires petulantes.

De golpe pongo una mano sobre su pecho para hacerle un alto- No sé de él ni de Jane... Tampoco contestan mis mensajes- Le indicó quitando mi mano y llevándola a mi cadera.

-Están en el hospital- Dice mientras se gira.

-¿Q-Qué? ¿Co-cómo?- Le indicó muy asustada.

-Jane tuvo un accidente anoche y cuando la llevaron al hospital, lo llamaron a él porque sus padres están de viaje... Esto lo debes saber tú, no yo... ¿Acaso la mejor amiga soy yo? Él se gira y me arquea una ceja.

-¡Claro, claro!- Ruedo mis ojos -Pero a quien llamaron fue a Seb no a mí, por eso fui a la fuente más cercana... ¡Gracias!- Doy un giro rápido y avanzo a mi puesto.

-Lucy me utilizaste- Los chicos ríen al unísono- Después te las cobro muñeca.

Desde  que llegaron de viaje los chicos, después de ese campeonato, No he sabido de Alessandro ¿Él tendrá algo que ver con lo que le pasó a Jane? Mis pensamientos son interrumpidos cuando entra el maestro de filosofía.

-Ella ya fue dada de alta, señorita, lo siento- Dice la enfermera de recepción- La trajo un chico a medianoche, venía con algunas lesiones leves… Con la tensión alta, se le hizo una cirugía en su muñeca y algunos puntos en su hombro y hace una hora el médico que estaba a cargo de ella le dio de alta- Indica la enfermera mientras termina de firmar unos papeles.

¡¿Dónde estás Alessandro?! ¡¿Dónde carajos?!

-Hola, Seb... Yo...- Se me van las palabras al ver el rostro tan pálido de Seb y con unas ojeras más grandes que sus ojos.

-Sí, sí... pasa- Me indica, se percata de que nadie me haya seguido y cierra la puerta.

Me acompaña al subir y abre la puerta de la habitación de Jane.

-Aa-miga... ¿Q-qué te pasó? ¿Qué fue todo esto? ¿Por qué no me llamaste?-Me llevo las manos a la boca y  Seb toca mi hombro- Calma chica, ella estaba sola, lo más considerable era que me llamase a mí y no te pusiera en riesgo a ti también a esas horas de la noche.

-¿Fue Alessandro?- Le preguntó de golpe.



#16160 en Fantasía
#8202 en Joven Adulto

En el texto hay: vampiros, lobos, brujas

Editado: 28.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.