El calor sube a mis mejillas y pienso en cómo salir de esta.
-¡Es mía!- Dice una tercera voz -Aléjense hermanos, de la pequeña bruja me encargo yo- Dice él a paso seguro.
-Pero...- Susurra uno- Vámonos hermano- El otro le da unas suaves palmadas en su hombro y desaparecen de las tinieblas.
-¿Quién eres?- Hubiese proferido un grito pero mi garganta no podía aclararse, estaba estupefacta.
-Las preguntas las hago yo- Bajó la vista a sus manos extendidas, la noche era muy oscura, mi cuerpo estaba paralizado, el salir a correr era una opción pero algo me decía que debía quedarme.
-¿Eres la princesa?- Esa fue la pregunta que acabó con el silencio.
Yo bajé la mirada hasta el piso, vi sus zapatos y detalle el vestuario de quien tenía en frente, tenía una gran capa, como los hombres anteriores y la oscura noche era el mejor traje para ellos, un traje que no se podía reconocer un rostro.
-¿Lo eres?- Yo levanté la vista e intente acercarme a él, él tomó mi muñeca y me empujó hacia la pared.
-¿He sido muy bueno hasta el momento?- Preguntó él cerrando un poco la capa.
Solté un fuerte jadeo-No lo soy- Susurré con voz ronca.
Puso su dedo índice sobre mi mentón y sentí el frío que bordaba en sus ojos, escuchamos el paso de alguien y él apartó la mano con gentileza.
-Humanos- De nuevo nos sumimos en un silencio profundo y él extendió su capa y voló.
-¿Se encuentra bien señorita?- El vigilante me apuntaba con su linterna, camine hacia él, asentí con la cabeza, le dedique una suave sonrisa y seguí mi camino a casa.
-¿Dormiste en Narnia o que carajos?- La pregunta de Jane me sobresalta.
-Eh, yo- Ruedo mis ojos confundida.
-¡Te llamé! Por los colmillos de Drácula- Jane toma de mi brazo.
-Llegué a casa tarde y toqué la cama en seguida- Le arqueé una ceja.
-¿Qué tanto haces en la Biblioteca?- Jane me suelta -Ese lugar tiene una energía negativa, no me gusta que estés ahí leyendo las cartas de los demás.
-Lucy y sus dramas- Seb nos sorprende agarrando a Jane por las caderas dejándola caer en su regazo.
-Ustedes dos siempre se esconden algo pero no son lo suficientemente listas para ocultármelo- Seb indica con petulancia.
Desvío mi mirada hacia un lado y mis ojos se abren a gran ángulo.
-¿De qué hablas bebé? -Jane no aparta la mirada en mí.
-Sé que Lucy no es humana- Miro de golpe a Seb y mis labios se desprenden un poco, suelto uno que otro jadeo, mi pecho va en un sube y baja, el calor sube a mis mejillas y mis dedos se mueven con ansiedad.