No sabía cuánto tiempo había pasado desde que JHope salió del auto, me mantenía sentada en el suelo con las piernas encogidas hasta el pecho solo al tanto de cualquier sonido que se escuchara afuera. No lograba alcanzar el bolso para tomar el móvil y no me animaba a arriesgarme a salir.
Solo podía pensar en las locuras a las que me arriesgaba por un chico, sí, no era cualquier chico pero aún así no podía creer en lo que me había metido, Justo estaba en el lugar que miles de chicas desearían estar y simplemente no podía moverme. Seguía sin saber si decirle la verdad a JK o solo seguir fingiendo, todo me daba vueltas y de pronto no sabía si quería verlo de nuevo o si, como RM había dicho, dejarlo sería lo mejor.
Comencé a sentir el nudo en la garganta que me cortaba de a poco la respiración. Era muy pronto para sufrir por un chico, y aunque me gustaba solo quería lo mejor para ambos.
Escuche el sonido de la puerta eléctrica zumbando, encaje el rostro en medio de las rodillas y me mantuve con la mirada baja, la puerta de un auto se escuchó al cerrar, no me movía por temor a ser vista.
Cerré los ojos con fuerza cuando la puerta del auto en el que me encontraba escondida se abrió repentinamente, Jungkook me miraba con una sonrisa discreta en los labios.
—¿Qué haces ahí abajo? — dijo mientras entraba — HoSeok hyung no ha dejado de mandar textos, lo hubiera seguido ignorando hasta que leí que te encontrabas escondida dentro de su auto, vine corriendo en cuanto lo leí. ¿Está todo bien?
No me atrevía a mirarlo, sabía que si lo veía directo a los ojos, terminaría por contarle de que NamJoon me pidió que lo dejara, no quería enemistarlos de ninguna manera.
—¡Ey! — sentí las puntas de sus dedos rozándome la barbilla — ¿Por qué estás triste? Siento no haberte llamado es solo que...
—No tienes que decirme nada Jungkook...— busque sus ojos.
JK se miró sorprendido al escucharme decir su nombre, yo estaba preparada para lo que fuera.
—¡Ah! Tú sabes...
—Lo siento mucho lo supe desde que vi tu rostro, no quería decir nada por qué solo quería hacerte feliz, tenía miedo de que si tú sabías que yo sabía, las cosas solo cambiaran entre nosotros y tú te alejarías de mi entonces decidí tontamente esconderlo pero está tarde NamJoon...
—¿Qué sucedió?
—No quiero que te molestes con RM solo por mi culpa, prométeme que no lo harás.
—De acuerdo, — levantó la palma de la mano — lo prometo, puedes decirme que sucedió.
—Esta tarde recibí un mensaje de un número privado, cuando atendí me pedían que fuera a una cafetería frente a la agencia y yo...sabía quién era, así que asistí a la cita, NamJoon entonces me pidió que no te buscara más, yo estaba dispuesta hacerlo porque no quiero que tengas más problemas por mi culpa, pero luego HoSeok me alcanzó y bueno él me mostró que lo mejor es hablar claro contigo yo no quiero que tengas problemas, NamJoon me dijo que has tenido problemas con el manager y en la empresa — lo mire, Jungkook mantenía la mirada perdida en el centro del volante, era como si su cuerpo estuviera ahí pero su mente simplemente se hubiera ido. —Por eso estoy aquí ahora, escondida como ratón...
Jungkook esbozó una sonrisa y lentamente comenzó a reír, volvió los ojos a los míos directamente.
—Un ratón...
Asentí simplemente y seguí contemplándolo, volví a esos días en los que al escuchar Your eyes tell soñaba con algún día verlo, aunque fuera a la distancia sabía que estaba muy lejos de mi alcance, quise gritar gracias al verme ahí con él, aunque me pidiera que me alejara para siempre, yo estaría siempre agradecida de haberlo conocido, de verlo como quizás muy pocos lo han echo, y Jungkook en algún momento me permitió estar cerca de él y eso era todo lo que pedía.
—Ven aquí — tendió su mano para ayudarme a levantar.
—Pero, ¿si alguien me ve?
—Mmm...entonces pensemos en cómo poder llegar a mi habitación, ¿estás de acuerdo?
—¡Ahm! A tu habitación, — dije algo nerviosa, esperaba cualquier otra respuesta menos esa, ir a su habitación para estar a solas sobrepasaba cualquier sueño que hubiera tenido.
—No quieres ir, podríamos entonces...
—Sí, sí quiero, — evite que terminara, — pero solo si evitamos a NamJoon o me pondrá en la calle en cuanto me mire.
—De acuerdo — volvió a sonreír. Amaba verlo hacerlo. — Llamaré a HoSeok así entre los dos podremos ayudarte a entrar sin que ninguno de los hyungs te vea.
Jungkook llamó a Hobi, desde luego no entendí nada puesto que hablaban en su idioma natal, me limité a mirar por la ventanilla lo que era la cochera, tan grande como me había parecido aquella casa. Alcanzaba a contar tres carros bien acomodados, algunas herramientas, un frigorífico, sillas, lonas, una regadera vieja y demás enceres de jardín.
—Listo, — colgó y llamó mi atención — Hobi se encarga de reunirlos en el salón y en cuanto todos estén juntos me enviará un mensaje, esa será la señal entonces nosotros entramos. No se si funcionara muchas veces los demás se niegan a las locuras de JHope pero tengamos algo de esperanza.
Golpeó el asiento dejando caer la mano con fuerza para después descansarla en ese mismo lugar. Yo solo pensaba en tomarla aunque fuera un poco, deje escapar los dedos hasta rozar ligeramente el perfil de su mano, Jungkook se dio cuenta de lo que hacía y sin decir palabra alguna su pulgar acarició mi meñique muy suavemente. Sonreí al sentir su tierna caricia, volvimos las miradas, podíamos decirlo todo sin decir nada.
El móvil de JK vibro sorprendiéndonos —Es el momento, nos vamos. —Abrió la puerta.
—Vamos, —dije — te sigo.
En completo silencio y de puntillas entramos por la puerta trasera, llevaba los converse en las manos al igual que hacía Jungkook con sus zapatos para evitar ser descubiertos, en algún lugar de la casa se alcanzaban a escuchar las voces y risas de los habitantes, seguimos hasta las escaleras en donde corríamos peligro de ser descubiertos a no ser por que Hobi había acomodado a los chicos de tal forma que nos daban la espalda y con eso la posibilidad de salir ilesos de nuestra aventura.