Pase lo que pase.

Vanessa los observaba con extrañeza, parecía que su hija no se alegraba por la noticia, o bien algo más estaba sucediendo. Confiaba en ella era cierto pero al verla besándose con el chico una leve desconfianza hacia él apareció.

—¿Y qué hacían? —preguntó sentándose en el suelo.

—¡Ah! Nos encontramos por casualidad en el karaoke y bueno Jungkook me acompañó a casa.

Vanessa miro al chico que no dejaba de sonreir a pesar de parecer bastante apenado.

—Tenían mucho tiempo de haber llegado.

—Eomeoni quería agradecerle por permitirle a su hija acompañarme, sé que es difícil para ustedes ya que tienen poco tiempo aquí, pero es cierto que Alicia me ha hecho feliz desde que la miré en el parque, tiene una hija que además de ser muy linda por como luce, es una persona maravillosa y quería pedir su permiso para...—Jungkook volvió el rostro hasta la chica. —Espero que pueda aprobar el que sea mi novia, prometo que la cuidare y la mantendré alejada de todo cuanto pueda hacerle mal, y la respetaré también, solo espero ser digno de su aprobación.

Madre e hija se miraban a los ojos a medio sonreír, el corazón de Alicia latía aprisa esperando la respuesta de su madre y sorprendida aun más por las palabras de Jungkook, no esperaba que se atreviera a algo así.

—Jungkook es muy tierno de tu parte el que pidas mi permiso para salir con Alicia, es verdad que necesito conocer con quien sale y saber a donde va, pero creo en su buen juicio y confío en ella ciegamente, sé que no hará nada que no quiera, por lo tanto si ella acepta tu proposición, no me queda más que respetarla. —Sonrió.

Jungkook no dejaba de sonreírle a Alicia visiblemente nervioso —Dijo que sí.

La chica afirmó moviendo la cabeza.

—¿Tienen hambre, podemos pedir algo de comer? —agregó Vanessa.

—Si gustan puedo ordenar algo, — comentó Jungkook. —¿Qué le gustaría?

—Comida china??

—Sé de un buen lugar — agregó el chico buscando en su móvil sin tomar en cuenta las llamadas perdidas y los mensajes de los miembros del grupo que cada vez sonaban más alarmantes, ya tendría tiempo para responder, pero en ese momento solo quería pasarla bien.

La comida tardo cerca de veinte minutos en llegar, los tres ocuparon la mesita del  salón principal, la señora Song de forma muy amable les permitió comer ahí, HyunJin no se encontraba contento escuchándolos hablar desde la cocina.

Luego de la cena Jungkook pensó en que era hora de retirarse pues estaba por comenzar la madrugada y le esperaba un día difícil. La madre de Alicia se despidió primero y subió a la habitación, mientras tanto los jóvenes permanecieron en el salón.

—Fue agradable la cena —dijo Jungkook con timidez.

—Después de todo ha sido mi segunda noche favorita.

—¿A sí? Y entonces ¿cuál ha sido la primera?

—Cuándo dormí a tu lado, fue simplemente maravilloso sentir tu calor a lado del mío.

Jungkook poso la palma de su mano sobre la mejilla de Alicia, la miraba con seriedad, no se imaginaba lo que realmente estaba sintiendo, lo que era capaz de hacer con tal de estar con ella. Tiró con suavidad de su cabello hasta llevarla frente a él, Alicia tembló al sentirlo de nuevo tan cerca, no se acostumbraba aquella maravillosa sensación que la recorría cada que estaba tan cerca de sus labios.

—Pídelo...—susurró Jungkook— si me lo pides me quedaré.

Alicia no dejaba de repasar sus palabras sin dejar de mirarle a los labios, deseaba tanto pedirle que lo hiciera, que no se fuera. Suspiro pesadamente, su corazón palpitaba aprisa.

—¡Quédate! —soltó suavemente y cerró los ojos en seguida para no notar la reacción.

Jungkook solo la miraba, pasando con delicadeza la punta de sus dedos por entre su cabello y hasta sus mejillas.

—Entonces lo haré.

La sujetó de la mano y lentamente subieron hasta la habitación que HyunJin le había prestado de forma cortez y entraron. Sus corazones no dejaban de latir con fuerza al sentirse a solas al fin, ninguno hablaba, era como si quisieran decirlo todo solo con su silencio. Jungkook se arrodillo, Alicia hizo lo mismo frente a él, sus manos se buscaron de nuevo para entrelazarse, ambos sentían la respiración agitada, sobre todo el deseo por acercarse un poco más.

Esta vez fue Alicia quien levantó el cabello del chico con cuidado hasta dejar al descubierto sus ojos oscuros que solo se fijaban en los de ella.

—Estoy loco —musitó entre dientes —completamente loco, pero por ti.

Las mejillas de Alicia se tiñeron en seguida de carmín y el calor parecía ser más fuerte en ese instante.

—Mientes Kookie así eras desde antes no puedes engañarme.

—Era solo por que ya sabia que te acercabas a mí, ahora que te tengo no hay dudas de que eres lo que necesitaba.

Se acerco a ella y suspiro, —Estoy loco por que siento que te amo apesar del tiempo.

Alicia hecho su cuerpo para atrás luego de aquel comentario, no quería ir tan rápido era cierto, pero también lo era el que no podía controlar sus emociones, ni quería hacerlo, estaba ilusionada y llena de sueños a lado de un chico que jamás creyó tener y aun le asustaba el que todo se terminara, perderlo y con eso llevarse una gran decepción muy difícil de superar, porque después de Jungkook ya nadie podría hacerla feliz, al menos era lo que creía y eso le causaba gran temor.

—¿He dicho algo malo? —siguió Jungkook.

—¿Cómo podrías amarme?

—¿Por qué no, acaso no debería sentir lo que siento, esto no es real para ti?

—Lo es, es solo que aun te veo tan...

—No lo digas...por favor no me hagas huir, por que deje que vieras dentro de mi, no me mires como la imagen que todos ven porque no tendría caso, soy solo yo, solo un ser humano, no quiero que algo cambie.

Alicia salto a sus labios haciéndolo callar, Jungkook la sostuvo fuertemente antes de besarla.

—Te amo, amo a este chico que esta delante de mi, al chico sonriente y tímido que me hablo en el parque, el que quiero que se quede no solo por hoy, sino para siempre.