El taxi esperaba en la puerta trasera, justo por donde había entrado con HyunJin unas horas antes, hacía frío y Alicia tiritaba frotándose los brazos, Jungkook abrió la puerta del auto y la dejo pasar antes de subir y rodearla por los hombros para darle un poco de calor. Recorrían las calles que ahora se encontraban enteramente vacías, no se podía imaginar que horas antes estaban atiborradas de gente curiosa y cámaras.
El calor bajo el brazo de su chico comenzó a fundirse en ella que dejó el frío a un lado, sus manos ahora eran calidas, le encantaba vivir en Seúl pero sin duda de vez en cuando extrañaba la calidez de su país.
—Tendrás la primicia, — dijo a su oído. —Así que considerate afortunada por que no todos conocen mi hogar particular, eres de las pocas personas que podrán verlo.
—Pues gracias por tenerme en cuenta — se sonrojo, — no se si merezco tal honor.
—Eres mi chica, claro que lo tienes y de ahora en adelante lo tendrás más aún, estoy por hablar con el manager y con el dueño de la empresa de ti, no daré marcha a tras así que no digas nada por que no lograras que cambie de opinión.
—De acuerdo no lo haré, considero que sabes lo que haces, ojalá todo salga bien para nosotros.
—Se positiva, así será.
Bajaron del taxi, la calle se encontraba vacía, un enorme portón los esperaba, Jungkook llamó a la puerta, luego de unos minutos un hombre mayor salio para abrir.
—Lo siento señor Jun LiHyu olvide las llaves en el otro saco, podemos pasar.
El hombre les cedió el paso soltando palabras complicadas que la chica no entendió, pero mantenía una sonrisa en el rostro y una actitud bastante dulce.
Jungkook volvió a tomar la mano de su chica y la condujo hasta la entrada, los jardines parecían bien cuidados, la puerta principal se encontraba entre abierta, entraron sin soltarse.
—Aún no terminan de remodelarla, pienso en cambiar el tapiz y las luces — movía las manos, — más haya pondré una mesa pequeña y un sofá, todavía no estoy convencido de colocar un comedor, después de todo solo seré yo...—la miró — o quizás mi familia.
—Que considerado al pensar en tus padres. —Alicia miraba meticulosa los detalles.
—Mis padres siguen tercos en vivir en Busan, quise darles una casa más grande y más cerca pero insisten en que no dejaran su hogar y no los culpo, formaron una familia en aquel lugar, mi madre no desea dejarlo. —Se acerco a ella— hablaba de mi propia familia, tener una esposa e hijos.
Alicia paso saliva, de pronto recordó aquellos mensajes tan íntimos que Jungkook le había enviado, o al menos eso era lo que creía.
—Supongo que aún queda tiempo para eso, es decir tienes tantas cosas por hacer todavía, todos esos planes y giras y cosas...
—¿Pasa algo? — intentó una sonrisa.
—Nada, es solo que pensarte casado y con hijos es difícil de imaginar.
—¿Por qué te es difícil imaginarme casado contigo?
—¿Conmigo?
—Con quien más.
Alicia acortó la distancia hasta Jungkook y sin avisarle lo beso con pasión, un beso que no se había presentado, su temperatura subía poco a poco, al mismo tiempo el chico sentía hervir la sangre en sus venas. No la dejaba irse, apenas si tomaban un poco de aire y volvían a juntar sus labios para seguir buscando en ellos aquel calor que cada vez les quemaba más.
—Espera Yagi, espera. —Jungkook la detuvo. — No quiero que pienses mal, me gustaría tanto pero quiero ir con calma, en serio quiero estar contigo, en todos los sentidos solo que deseo darte lo mejor de mi.
—Perdón no quise incomodarte es solo que...
—No pidas perdón, sabes que me gusta tanto besarte — busco sus labios de nuevo, —podría pasarme todo el día haciéndolo.
Pasaron el resto de la noche hablando de los cambios que podrían hacer en la casa, algunos arreglos que no tenía en mente pero que le parecieron perfectos. Jungkook ordenó comida, y cenaron sentados en el piso de la sala, brindaron con soju antes de pensar en ir a dormir.
Acomodaron algunas mantas sobre el suelo, improvisaron las almohadas y después solo apagaron las luces, el brazo de Jungkook rodeaba a la chica que había encontrado un cálido lugar cerca del pecho de su novio en donde podía escuchar su corazón al latir.
—Gracias por buscarme, has resultado ser más astuta que yo.
—Moría por verte y por saber que estas bien, la forma en la que te marchaste la última vez que nos vimos me dejo un poco preocupada, después de tu llamada me sentí más tranquila pero aún así, solo pensaba en ti.
—Me pasó lo mismo, de no ser por que Tae me presto su móvil creo que me hubiera vuelto loco.
Alicia se medito un poco, —¿el número del que me llamaste, era el de Taehyung?
—Sí, lamento no haberte dicho en ese momento pero solo podía concentrarme en el sonido de tu voz. —Le besó la frente.
Alicia suspiró, solo pensaba en los mensajes que recibió luego de aquella llamada, algo le decía que no había sido Jungkook quien le escribió en aquellas ocasiones, algo así de atrevido solo podía ser obra del chico que le había robado un beso. Prefirió no hacer mención de nada, al menos hasta estar segura.
—¿Guardaste el número del móvil?
—¿Qué? No, no, claro que no. Solo me preguntaba pero por nada importante.
Le buscó la mirada y después dejo un besito sobre la parte baja muy cerca de su mejilla. Jungkook levantó su mano y la besó, recorriéndole hasta el antebrazo con tiernos besos cortos. Alicia sonreía nerviosa intentando calmar la fuerza con que bombeada su sangre el corazón.
—Deberíamos cerrar los ojos, —dijo atendiendo a su propio consejo.
—Eres realmente hermosa Alicia — le dio un vistazo —mi vida ahora te pertenece y ni siquiera me di cuenta de en que momento sucedió.
La chica abrió los ojos y lo encontró de frente. —Saranghae Jungkook — pronuncio con cierta timidez.
—Amo que hables en coreano, —comenzó a hacerle cosquillas en el vientre llevándola hasta él. De pronto se detuvo al sentirla a orcajadas sobre sus propias piernas, acarició su cabello lentamente visiblemente nervioso. Alicia se acerco hasta besarle.