Jungkook había dado el día a los encargados de cuidar su casa solo para poder ser él mismo quien arreglara el lugar a su gusto. La mesita de la sala estaba dispuesta en el centro mientras que las velas se encontraban esgrategicamente bien colocadas cada una en su lugar, el incienso se mantenía encendido desprendiendo una fragancia suave que de pronto le emocionó de tan solo respirar, estaba listo cuando retiro el Jajangmyeon de la estufa y subió corriendo a su habitación para mirar que cada detalle estuviera en su lugar.
Bajó despacio sintiendo la caja de terciopelo entre sus dedos y espero de pie junto a la puerta, de pronto el portón del frente se abrió, el auto negro que conducía DongYul entraba hasta la puerta principal. Jungkook paso la saliva que se había acumulado en su garganta y se acerco hasta la puerta trasera para abrirla.
Alicia tendió la mano y salió lentamente, su chico sonrió en cuanto la miró realmente hermosa con el cabello recogido y el vestido rosa pastel.
—Te ves hermosa. —susurro dándole un beso en la mejilla.
Luego paso por el frente del auto hasta saludar al chófer guardaespaldas y pedirle que se retirara pues Alicia estaría ahí el resto de la noche.
DongYul sonrió atendiendo y enseguida se retiró. Alicia siguió a su novio hasta entrar en el salón, el aroma le inundo las fosas nasales y el ambiente cálido le gusto, jamás había visto algo más romántico que eso, quizás en los dramas pero ahora era real y era por ella.
—Ven siéntate, te serviré la cena. —Jungkook la condujo hasta su lugar y ella rápidamente se sentó. Sobre la mesa ya esperaban los complementos y una botella de vino. —¿Podrías servirlo en lo que llevo la cena?
Alicia atendió y sirvió ambas copas, no dejaba de admirar el lugar que le parecía más tierno a la luz suave de las velas. Su chico dejó su plato al frente y después se sentó sin dejar de mirarla.
—Espero que te guste, lo preparé yo.
—De ser así, estoy segura de que me gustará.
Jungkook encendió el reproductor y busco entre sus listas se reproducción la que apenas una noche antes había creado y se sentó finalmente. Los dos se miraban a los ojos entre sonrisas discretas al mismo tiempo que cenaban.
El chico terminó primero, esperó mientras bebía de su copa de vino, con cierto nerviosismo, esperaba el momento indicado para mostrarle el obsequio, sus ansias eran bastante grandes.
—Alicia, yo...yo quiero que sepas que estos cien días han sido los mejores de mi vida y realmente he tenido buenos días, pero tu solo has venido a darles aun más color.
La chica se enjugo los labios luego de beber de su copa para poder prestar atención a su novio, ella también estaba nerviosa.
—Creo que es el momento de esto — busco en el bolso del saco y tomó la cajita de terciopelo entre los dedos.
Alicia se mordía el labio inferior solo mirando los dedos delgados de su chico entre abriendo el obsequio.
—Estos anillos, como símbolo de nuestro amor. — le mostró el par de aros, tomó uno de ellos y lo colocó en el dedo anular de su mano. —Felices cien días yeon-in Saranghae.
—Están tan bonitos, — lo abrazó, gracias. — buscó en su bolso, — Oppa, yo también tengo algo para ti.
Le entrego la caja azul, Jungkook la abrió despacio y sonrió al ver de que se trataba.
—Es para ti, yo tengo esta, —Alicia descubrió su cuello y le mostró la J que colgaba sobre su garganta, — Tu tendrás la mía, así siempre estaremos juntos.
Jungkook tomó el colgante y lo dejo caer sobre su cuello.
—Gracias.
Buscaron el roce de sus labios y se besaron con dulzura, Jungkook se mantuvo cerca de su chica, le tomaba el rostro por las mejillas sin dejarla ir, susurraba a su oído la letra de la canción con ese tono de voz característico solo de él logrando que ella se estremeciera. Se miraron fijamente, poco a poco volvieron a acercarse, esta vez el beso subió su intensidad, las manos de Alicia subieron despacio hasta tocar el cabello de su chico, quien lentamente y con demasiada suavidad acariciaba la silueta de su novia repitiéndose a sí mismo cuanto la amaba y lo mucho que deseaba que aquel momento fuera eterno.
—Quiero tenerte cerca de mi, —murmuró al odio de su chica.
Alicia se detuvo y busco su mirada, —Estoy aquí.
—Quiero tenerte entre mis brazos.
Alicia se acerco y lo abrazó con fuerza.
—Quiero tenerte aún más cerca. — dijo a su oído dejando la timidez a un lado.
Alicia supo de inmediato a lo que se refería con aquel comentario, ella llevaba días pensando en como dar el siguiente paso sin parecer una tonta e inexperta, solo dejo de pensar tanto y
se levantó, tendió una mano a su novio, sabía que la unica forma de perder el miedo era actuando. Camino despacio, Jungkook la siguió tomados de la mano escalera arriba. De alguna manera la chica intuyo lo que debía de hacer, o quizás el camino de pétalos le daban una pista de adonde dirigirse.
—¿Qué tan cerca quieres que estemos cariño? — Alicia le acariciaba el cabello justo frente a la habitación abierta. Se encontraba nerviosa y sentía que sus piernas temblaban.
—Tan cerca como tu lo quieras. — Jungkook escondió el rostro en el cabello de Alicia abrazándola con ternura.
—También lo deseo, — dijo ella tomándole de ambas manos y guiandolo al interior de la habitación.
—¿Estas segura? —musitó tratando de calmar sus ansias.
Alicia le beso la mejilla —Claro que lo estoy, — esta vez le beso suavemente la barbilla, podía sentir como todos sus sentidos se despertaban en cuanto sintió los dedos del chico recorrer su espalda.
Con dulzura volvieron a besarse, sus corazones latian acelerados, pero ellos iban despacio, con mucha suavidad, buscando entre besos y caricias delicadas el momento preciso de hacerse uno. Un poco antes de que sucediera Alicia cayó suavemente sobre las mantas, esperaba a su chico quien entre buscaba por los bolsillos del saco la cajita negra, se tomó unos instantes para estar seguro de que todo estaba en orden y volvió a ella, la miraba preciosa y perfecta delante de él, con una sincera tímida sonrisa.