Comenzaba a caer la tarde, Alicia se mordía el labio al pensar en que no alcanzarían a ver el atardecer en las playas de Eurwangni, pero DongYul no tardo en llegar, resultó ser un buen aliado pues era de los pocos que conocían el plan al pie de la letra.
—¡Llegamos!— dijo Alicia bajando rápidamente del auto.
Jungkook bajo detrás de ella y echo a correr hasta la orilla del mar en dónde la encontró mirando al horizonte.
—Me dijeron que las playas de Busan son más hermosas que esta, —Hablaba la chica, — pero no daba tiempo para llegar justo a este momento.
Buscó la mirada de su novio, Jungkook sonreía mirando la puesta del sol, le pareció aun más hermoso, perfecto, pero sobre todo increíble, alguna vez soñó con verlo, con hablarle, sin embargo ahora estaba tan cerca de ella, sus labios conocían el sabor de su boca, el calor de sus brazos le rodaba, su sonrisa brilla para ella, lo amaba más de lo que creyó podía y era por que él había abierto su corazón para ella. Suspiro cuando sintió que buscaba su mano y la tomaba con fuerza, aquella mano se afianzó a la de ella como si nada pudiera separarlos.
—Gracias, ahora has cumplido todos mis sueños. —susurro Jungkook abrazándola por la espalda. —Es hermoso, como la mirada en tus ojos y la sonrisa en tus labios.
—Espero que la pases bien, no sabía si las cosas me saldrían bien, solo quería que disfrutaras de este día tan especial para mi.
—¿Es especial para ti?
—Claro que lo es, es el día en que naciste, sino hubiera sido así creo que mi existencia tampoco tendría mucho sentido.
—Me alegra haber nacido, por que así logre encontrarte, —la miraba de frente — ¿te quedaras conmigo para siempre?
Alicia acarició sus mejillas con ambas manos —Para siempre, lo prometo.
Se acercó para poder besarle mientras ambos cerraban los ojos, el sol terminó de ocultarse detrás de ellos. Pasearon un rato más a la orilla del mar, Alicia miraba el reloj cada tanto solo para estar al pendiente de la hora en la que debían llegar a la casa.
—Conozco un buen restaurante aquí, podríamos cenar algo y pasar la noche en algún hotel de aquí, qué dices.
—Podríamos cenar oppa, pero preferiría volver a tu casa.
Jungkook la miró seductor —¿Sabes que podríamos pasarla bien acá también?
—Sí pero, podría ser otro día. —lo miró con ternura.
—De acuerdo entonces solo cenamos, te parece si comemos mariscos, tengo antojo de pulpo.
—Lo que gustes, es tu cumpleaños.
No tuvieron que subir al auto, pues el restaurante se encontraba muy cerca de donde pasaban, les entregaron la mejor mesa y una entrada de mejillones cortesía de la casa pues el gerente resultó ser su admirador. Jungkook comía con soltura directo de la cancha, Alicia prefería esconder la mirada dentro de su ensalada.
—¡Pruebalo!
La chica negó rápidamente moviendo la cabeza.
—Tiene buen sabor, vamos pruebalo — acercaba uno de los mejillones hasta ella, Alicia se alejaba poco a poco.
—No, jamás como nada que parezca vivo, por dios Jungkook pido mi carne bien cocida, no probaría eso nunca.
El chico comenzó a reír —entonces será mejor que mires a otro lado por que mi pulpo esta llegando.
—No pudiste pedir una hamburguesa o alguna otra cosa.
Jungkook volvió a reír —de acuerdo cariño no comeré cosas vivas o que lo parezcan pero esta vez tendrás que pasarla, solo por hoy.
La chica miraba a su novio comer con soltura su delicioso platillo, parecía que había perdido el apetito de repente. Su móvil vibro en sus piernas, alcanzó a leer el texto, las cosas estaban listas en la casa podía llegar sin problemas. No respondió en seguida.
—Me gusta Eurwangni pero tienes razón, las playas de Busan son más bonitas, que dices si vamos así también podrás conocer a mi familia, muero por que te vean y te conozcan, estarán muy felices por mi lo sé.
—¿Crees que me acepten en tu familia? Y si no les gusto para ti.
—Claro que sí, ya veras que te querrán mucho. Pediré unos días en la empresa y podemos ir, te quedaras en casa, tenemos una habitación de huéspedes.
—De acuerdo me gusta la idea de conocer a tu familia, iré contigo.
Antes de salir, Alicia corrió al sanitario solo para poder responder al mensaje con un "vamos en camino" solo para que estuvieran atentos. Estaba segura de que Jungkook no sospechaba nada. Subieron al auto y volvieron a Seúl sin dejar de tomarse la mano, Jungkook se recostada sobre el hombro de su chica quien le acariciaba con suavidad y depositaba tiernos besos en su cabello rubio y su frente.
—¿Te quedaras en la casa conmigo yeon-in?
—Si tu quieres, pero que hay de HyunJin.
—No dirá nada, es mi casa y tu eres mi novia, parece que ya le quedo claro, o puedo pedirle que nos deje a solas por unas horas. —frotaba la punta de la nariz con la de ella.
—No, esta bien Hyun entiende.
El portón del frente se abrió despacio, DongYul estacionó el auto cerca de la puerta de entrada, las manos de la chica sudaban de los nervios pues realmente parecía que no había nadie en la casa. Jungkook la esperaba para tomarla de la cintura y besarla desenfrenadamente, la chica tuvo que evitarlo un poco pues comenzaba a ganarle la risa de solo imaginar lo que dentro estaban viendo.
—Espera cariño, podemos ir despacio.
—Es mi cumpleaños podrías complacerme — se mordió el labio seductor.
Alicia suspiró y volvió a besarlo, Jungkook no se despegaba de ella mientras buscaba a tientas la perilla de la puerta, cuando la giro las luces se encendieron en seguida y un grito de feliz cumpleaños se escuchó por todo el lugar.
Jungkook miraba sorprendido la multitud que de repente invadía su sala de estar y algunos pasillos.
—¡Sorpresa! —Agregó Alicia —¡felicidades!
—¿Una fiesta? —la miró entre sonrisas —Una fiesta sorpresa. — la levantó unos segundos en el aire antes de besarla. La música comenzó a sonar, los invitados se acercaban a felicitar al cumpleañero y a su novia. Jungkook presentaba a su chica con orgullo a sus amigos, los que correspondían atentos el saludo.