Ester entró en el apartamento de Steven y enseguida la asaltó Amanda con preguntas; por qué no le contestaba las llamadas, por qué no activó el sonido del móvil cuando salió del café, por qué no llegó ahí después del trabajo, qué estuvo haciendo todas esas horas… Steven solo se dedicó a mirar la una y a la otra, sentado en el sofá acariciando a un perrito blanco cuyo pelaje recordaba a un algodón y que de hecho se llamaba, señor Algodón, era el perro de su novio, un caniche toy. Ester le explicó todo a Amanda, pero no le mencionó que casi la arrollaban, que Chazz y Fox tenían que ver con ello, si le contaba eso a su amiga, seguro se pondría mas histérica y ya tenía suficiente con aquel día de locos.
_Espera ¿Dices que Chazz Norris, el actor, es quién te invitó a cenar?_ inquirió Steven, hablando finalmente cuando ella acabó su relato.
_Sí, pero a mí no me sorprendió, no le conozco_ comentó Ester, sin importancia, no entendía por qué Steven se emocionaba tanto; Chazz era todo arrogancia y vanidad ¿Cómo podía a la gente agradarle alguien así? Era apuesto, sí, pero la personalidad es más importante en lo que a ella respecta.
_¡Ay, cariño, pareces una muchachita ignorante de pueblo!_ dijo Steven_ Chazz Norris es hijo de una famosa diseñadora de modas, tu deberías de saber quién es ¿No es tu deseo estudiar tal cosa? Además, es el nieto de un adinerado ancianito presidente de una corporación tecnológica; Chazz está en boca de todos, es sexy, tiene carisma, es un excelente actor y modelo, y tiene mucha, pero mucha plata, cariñito.
_Pues para mí es un imbécil_ espetó Ester, furiosa e intentó recordar cual diseñadora de modas famosa sería la madre de un idiota como Chazz, fue en vano_ y no le vi la carisma por ningún lado. Buenas noches, estoy cansada y trabajaré doble turno por quince días. Por cierto_ añadió volviéndose a Amanda_ tengo hasta antes de diecisiete días para inscribirme en el curso.
_Que descanses, corazón_ le dijo Steven, cuando ella se alejaba por el pasillo, se escuchó luego la puerta de la habitación cerrándose de un golpazo_ ¡Mi Dios, pero que carácter!
_No tiene remedio_ expresó Amanda, volviendo a sentarse en el sillón individual en el que estaba antes de que llegara su compañera y cogió su taza de té, bebió un sorbo, la infusión ya estaba tibia e hizo una mueca de decepción_ solo a ella se le ocurre salir sin desayunar.
_Yo le pregunté si quería comer y me dijo que no tenía hambre, ni siquiera quiso una taza de café_ comentó Steven, que le dio un besito al caniche y éste le lamió la mejilla. Steven soltó una risita.
_Y ahí están las consecuencias, que casi le de algo en la calle_ contestó Amanda_ aunque a ella no le agradase la invitación de Chazz o la insistencia de traerla, yo estoy agradecida con él. Me tranquiliza de que no se hubiera venido sola y que no se desmayara en algún callejón. Si le pasaba algo, seguro a sus padres le daba algo.
_Se comporta como una malcriada_ dijo Steven_ ¿Verdad, señor algodón? Ay, cosita tierna, eres un perrito precioso, mi vida…
_Ni que lo digas_ respondió Amanda, mirando cómo su amigo jugaba con el perro.
Mientras Amanda y Steven, estaban en la sala charlando; luego de cambiarse de ropa y ponerse su pijama sin deseos de ducharse, Ester se tiró en la cama que rechinó molestamente. Se quedó mirando unos cupidos de plástico de esos que brillan en la oscuridad, pegados al techo, también había corazones y florecitas, esa era la habitación más horrorosa en la que haya estado jamás, pero tenía que calársela si no quería dormir en la calle. Nuevamente el recuerdo de Chazz abrazándola, la volvió a invadir y el recuerdo de la fuerza que ejercía en sus muñecas insistiendo en que subiera al coche, la intensidad de su mirada, el color de sus ojos, su seriedad o su sonrisa estúpida y pícara, el sonido suave de su voz; su mirada distraída cuando el camarero le hablaba y parecía ausente, su calor, su aroma… Ester se puso una almohada en la cara y amortiguó con ella un grito. Cuando acabó de gritar, comenzó a golpear a la almohada.
_Sácatelo de la cabeza, Ester, es un idiota_ decía mientras golpeaba a la almohada_ que importa que sea incluso el presidente de los Estados Unidos, no es para ti. Apenas lo conoces ¡Ah! Como lo odio, lo odio, lo odio ¿Por qué tiene que ser tan condenadamente sexy? ¡¿Por qué?! ¡Ay! No lo soporto. ¡Chazz, eres un maldito vanidoso y un idiota! Te odio me ¿Oyes? Te odio…
Se abrió la puerta y entró Amanda que la vio golpear una última vez a la pobre almohada.
_ ¿A quién odias, a la almohada?_ Amanda cerró la puerta.
_Sí_ mintió Ester, acomodándose para dormir.
_ ¿Qué te hizo ella?_ quiso saber su amiga, quitándose la bata, colgándola luego en una percha junto a la puerta y yendo hasta su cama.
_Tener funda de conejitos y existir_ soltó Ester, volviéndose de costado y dándole la espalda a su amiga.
_Como digas. Buenas noches.
_Que descanses.
Amanda apagó la lámpara en la mesita de noche entre las dos camas y se hizo la oscuridad, las únicas lucecitas eran los cupidos que brillaban en un verde fluorescente en el techo. Ester se sintió derramar lágrimas y se las secó impacientemente, se obligó a conciliar el sueño diciéndose que mañana sería un día mejor.
Eran las siete y cincuenta de la mañana, se estrujaba las sienes, Fox le había llevado unas donas y un cappuccino, pero solo le había dado un mordisco a una de las donas y apenas hubo sorbido un trago de cappuccino, cuando un tipo con los pantalones muy a la cadera y camisa rosada comenzó a espolvorearle polvo de maquillaje. Chazz se había levantado a regañadientes a eso de las seis y media, porque Fox había arreglado la entrevista para el programa de las ocho y tenía un sueño terrible.
_Escucha, hazlo bien ¿Quieres? Nada de payasadas_ decía Fox, arrebatándole el vaso de capuchino y llevándose la cajita con las donas_ te comes esto al rato, ya van a empezar.
_Al rato ya esta frio el cappuccino_ se quejó Chazz.
_Se compra otro a la salida_ alegó Fox, que casi tropieza con uno de los cables por estar mirando a Chazz.
Chazz se acomodó en el largo sofá rojo, detrás estaba una pantalla donde se movían formas de colores o presentaba anuncios o el logo del programa, a ambos lados del sillón había un par de plantas artificiales en macetas y una mesita de cristal rectangular estaba dispuesta ante éste, sobre la que había, nada; antes había estado sus donas y su cappuccino, miró con decepción el espacio donde habían estado. En eso la presentadora se sienta a su lado, la misma mujer con la que Fox había estado hablando el día anterior fuera del W. <<Así que no era una simple reportera>> pensó mirándola, no estaba mal, pero no era su gusto las mayorcitas de treinta y ocho. Y el recuerdo de Ester lo abordó repentinamente, que tuvo que controlarse para volver en sí cuando la mujer comenzaba a hablar a las cámaras.
_...Y en este día tenemos un invitado especial, Chazz Norris_ ella señaló a Chazz, que sonrió de medio lado, Fox entre los camarógrafos le hizo señas de que se espabilara_ el suspiro de muchas, el sueño de unas y amor platónico de otras. Que como ya saben está aquí en Nueva York para la obra de Hamlet en el teatro Broadway, si, si, una obra teatral bastante repetida, pero vamos, esta vez es nuestro querido Chazz quien hará de Hamlet. Cuéntanos ¿Cómo te preparas? ¿Te llevas bien con los demás actores? Por que se dice que no sueles llevarte bien con ninguno de tus colegas.
_Ensayamos duro cada día y mi relación con los demás es solo laboral, así que sí, nos llevamos tranquilamente bien entre todos_ contesta Chazz, <<Siempre y cuando no me molesten>>
_ ¿Y qué te parece el personaje?_ pregunta la mujer.
_Aún me estoy familiarizando con él, pero diría que es algo egocéntrico_ responde Chazz.
_ ¿Te agrada?
_Tal vez, creo que sí_ Chazz sonríe << ¿Por qué carajo me pregunta si me agrada? Es como si hiciera la misma pregunta de hace rato. Hola, apenas lo estoy conociendo>> Conociendo, Ester volvía a su mente ¿Por qué ella se negaba a conocerlo? La presentadora lo hizo volver a la realidad.
_… Tu vida?_ decía ella.
_ Perdón ¿Qué?_ Chazz no sabía qué era lo que la mujer le había preguntado, estaba absorto en sus pensamientos; Fox lo miraba molesto.
La presentadora rió un poco, como si él hubiera hecho alguna bromita.
_Decía que cambiando de tema y respondiendo a la pregunta de Samanta una de tus admiradoras ¿Hay alguna mujer importante o que consideres importante en tu vida?
_Sí, claro. Es alguien además de importante, especial_ dijo Chazz, pensando en Ester.
_ ¿Nos contarías de ella?
_Bueno, es una mujer bellísima, con una personalidad fuerte y muy trabajadora. Pero no os contaré nada más_ respondió él, porque realmente no conocía del todo a Ester como para dar más detalles.
_Bueno ya escucharon chicas, hay alguien que ya ocupa vuestro lugar en el corazón de Chazz_ dice la presentadora a las cámaras; Chazz ríe tontamente como si no tuviera nada más que hacer. La mujer vuelve a verlo_ me enteré que después de presentarte en Broadway, regresaras para el film de una nueva película ¿Es eso cierto?
_Sí, pero no diré nada. Oye, aun no han dicho siquiera de que trata la película, es un secreto todavía, que diga una sola cosilla sería hacer un gran Spoiler.
_Ja,ja,ja, tienes toda la razón, Chazz_ ríe la mujer_ y para los que no saben acerca de ti ¿Nos darías algunos detalles de tus gustos?
_Mmm, bueno ya muchos me conocen, pero de acuerdo_ accedió él, es algo que siempre le preguntan_ me gustan las dos cosas fío y caliente en partes iguales, un helado y un té, los dos me gustan; mi postre favorito es el tiramisú, el color que más me gusta es el azul como mis ojos_ señala sus ojos entre risas y giñe a las cámaras, la presentadora también ríe tontamente_ pero el rojo también me gusta; me encanta dormir largas siestas, tocar la guitara para relajarme un poco, escuchar música me gustan todos los géneros pero mi favorito es el Rock; me enloquecen la chicas con muchas curvas y me gustan las películas de acción, de súper héroes también y zombis, jaja.
_ ¿Siempre soñaste con ser actor, Chazz?_ quiso saber la mujer, dejando de reír.
_No, de pequeño recuerdo que quería ser cantante, como mi padre_ dijo Chazz, cuyo solo recuerdo de su padre bastó para alejar a Ester y sentirse un poco melancólico. Estaba algo serio y se miraba las manos, pero mantenía una media sonrisa en los labios; no podía desmoronarse delante de las cámaras.
_ ¿Y qué pasó con ese sueño?_ inquirió la presentadora, nadie notó la tristeza de Chazz, él sabía fingir muy bien.
_Bueno, ya sabes, cuando eres niño un día quieres ser cantante, al otro un bombero, luego un policía o vaquero_ comentó Chazz, recuperando su risa, aunque era fingida_ una vez quise ser un T-rex.
La presentadora rió con el comentario del T-rex y el resto de la entrevista fluyó tranquilamente, solo duró unos cuarenta y dos minutos entre comerciales y la presentación de un cheff que hizo un pastel vegano, y Chazz fue invitado a ayudar en la cocina. Cuando le preguntaron sobre la riña en el restaurant italiano, él dijo que aquél hombre estaba borracho y fue quien empezó todo, luego le habían dicho sobre un rumor en la noche de que estuvo discutiendo con una chica en la acera del mismo restaurant y alegó que solo era eso, un rumor, que no había estado discutiendo con nadie. Después de la entrevista, Fox le tenía un nuevo cappuccino calentito y Chazz pudo tomárselo tranquilamente en el coche comiendo sus deliciosas donas rellenas. Estaba contento, porque por fin iría a por su propio coche, odiaba tener chofer y aguantar los sermones de Fox que lo riñó por distraerse en la entrevista, durante todo el camino.