Tuy@ desde el verano

Capitulo 27

-Te amo! - grito Óscar.

-Cállate - le dijo con los ojos exagerados, sorprendida por su arrebato.

-Ahora tú - le dijo, apretando su agarre en el vientre.

-¡No!

-Sí - dijo, sonriendo divertido. -¿O no me amas? - pregunto con el puchero.

-La respuesta la sabes y no me voy a avergonzar.

-¿Qué hay de malo? Además, estamos solos aquí - pregunto y agrego con la mirada a su alrededor.

Se encontraban en la cima de una de las montañas que da a la vista de la ciudad. 

-No, es vergonzoso - volvió a repetir.

-Sí, si lo harás - necio, dijo él contra su mejilla.

-No, hh - comenzó decir, cuando la comenzó cosquillar haciéndole soltar el aire.

-Hazlo o no te suelto - la advirtió.

-No, deja de hacerlo. Me voy a caer - lo advirtió, retorciéndose e intentando separarle los dedos del vientre.

-Dilo, entonces.

Logro darse la vuelta apresar de las cosquillas quedando cara a cara.

Le cubrió la boca con la mano y con la cara sería y el dedo, advirtió:

-No vuelvas a hacerlo.

Bajo la mano y lo beso.


 

-Óscar, ven conmigo - le dijo mamá.

-¿A dónde? - la pregunto con los ojos entrecerrados.

-Ven y verás, no me hagas arrastrarte - lo advirtió.

Suspirando, reconciliado, la siguió al comedor donde se llevó la sorpresa de la mesa arreglada y los invitados presentes.

Su papá con cara de enojo escondido, Gamelia de nuevo con su sobrina Henrica y al que identificó como Ian, el compañero de clases de Klarrisa que se hospeda en el hotel.


 

Poco después mamá volvió, llevando del ante brazo a Klarrisa.

-Henrica, querida, te presento a mi hija. Henrica es sobrina de Gamelia - le dijo, sin soltar su ante brazo.

-Hola, mucho gusto - dijo la Henrica, sonriendo y ofreciendo la mano.

-Hola - respondió Klarrisa con tono bajo.

Un saludo muy diferente del que él recibió y que lo puso de mal humor.

-Hola, Klar - dijo Ian, acercándose y besándole las mejillas.

-Vamos a sentarnos - dijo mamá, rompiendo el silencio.


 

Mamá llevaba la plática a la que ninguno de ellos se quiso unir, por lo que, llamo:

-Klarrisa - espero que ella levantará la cabeza para seguir. - Únete a la conversación.

-Yo no tengo nada que decir - le contesto, haciéndolo reír por lo que tuvo que cubrirse la boca.

Enfocó la mirada a papá que con impaciencia daba golpes en el cristal del reloj.


 

Guárdame la rebanada que Sandra organizo una cena inútil.

Mando el mensaje queriendo asegurar su pieza.

No hables así.

Vino la respuesta de parte de Eva.

Si vieras las caras de los niños no me reprenderías. Me escapó a la primera...

Tu pastel está seguro, no hagas estupideces.

Con un pastel así, mi pieza no puede estar segura.

Contesto.

Llámame urgente.

Escribió a Tulio mientras Sandra no dejaba de entretener a sus payasos.

Su celular comenzó sonar interrumpiendo a Sandra que le mando una mirada de reproche e irritación.

-Sí - contesto en la mesa.

-¿Qué pasa? - pregunto Tulio.

-¡¿Cómo?! - exclamó. - ¿Y es grave? Cierran todas las tuberías, voy en camino.

-¿De qué hablas? - lo pregunta confundido el amigo.

-Sí. Seré ahí lo antes posible - dijo y colgó.

Antes de que alguien pudo preguntar algo, dijo:

-Tengo que ir al hotel urgentemente, se rompieron las tuberías - dijo, levantándose de la mesa.

-¿Vas a ir ahora? - lo pregunto Sandra.

-Sí, ¿Qué quieres, que todo se inunde? Es demasiado tarde para llamar a un plomero. Niños, vamos - los llamo rodando a la mesa.

-¿No los vas a llevar contigo? - dijo, incrédula.

-Por supuesto que sí. Pronto el hotel será de ellos y tienen que saber cómo resolver las emergencias. Vámonos - volvió a repetir, yendo a la salida.


 

-Primero la reunión sin sentido y ahora de plomero - murmuró nada contento, levantándose.


 

Los espero frente a la casa y dijo:

-Ahora cada uno por su parte y sostienen lo de tuberías - los advirtió y se fue a su carro.

Ellos se miraron, confundidos y sin comprender qué acababa de pasar.

-¿Y ahora qué? - pregunto.

-Yo hice planes con Baldo, que me voy a quedar a dormir con él.

-¡Aaa! - dijo con la expresión de dolor y frotándose las orejas. - No sé si quería saber eso.

-Ay, no seas así. Los dos sabemos que si podrías harías lo mismo y no es como piensas, solo quiero estar a su lado - le explicó.

-Umh, como no. Y si yo lo quiero lo puedo hacer sin problema, solo la debo secuestrar - dijo de cerca y sonriendo.

-Aha, sí. ¿Me llevas? - pregunto, suplicando con la sonrisa y los ojos.

-¿Tengo otra? No te dejo con esta noche - dijo, poniendo la mano al horizonte negro.


 

Tocaba rápido y fuerte a la puerta, de la misma manera entro cuando Eva las abrió:

-Ya, ya - decía apurado. - ¿Dónde está mi pastel? - pregunto frotándose las manos.

-Aquí está - dijo, yendo por él. -, en seguro. ¿Ves?

-Tráelo - dijo, sentándose a la mesa. 

Se abalanzó sobre el pastel en cuando lo tuvo de frente, disfrutando de su sabor y de años de ausencia con los ojos cerrados.

-Um, ¿Cuánto tengo antes de que llegue Ingrid?

-No mucho.

-Y todo por esa ridícula cena - dijo enojándose. - Sandra nos va a enloquecer a todos, organizo la cena con los que sí le convienen. ¿Qué madre hace eso?

-No hables de esa forma de ella, es madre de tus hijos.

-Que serían mejor sin ella. Le trajo pretendiente a Klarrisa sin importarle su noviazgo y ahora se empeñó en juntar a Óscar con la sobrina de su amiga. Cuanto extrañe este pastel, sigue siendo tan bueno como lo recuerdo.

-Ingrid lo sabe hacer mejor, le agrega unos ingredientes que aumentan el sabor.

-¿Sabe hacer este pastel? - pregunto sorprendido. - Me debes llamar para probarlo.

-Se inventó su propia receta, cuando vio que no lo lograba hacer. Debías haber visto eso - dijo, riendo a los recuerdos.



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En el texto hay: amor, amistad, ricoypobre

Editado: 01.04.2024

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