Tuy@ desde el verano

Capítulo 33

-¿Estamos seguras de hacer esto? - pregunta Klarrisa, nerviosa de repente.

-¿Tenemos algo más que perder? - pregunta con seguridad. - Hagamos o no, vamos a perder, pero si el examen sale negativo...

-Ganaremos - con seguridad, termina Klarrisa.

-Vamos - sin dejar los sentimientos a flote, camina hacia la recepción.

Llegando hacia la recepción dice:

-Buenos días, queremos hacernos una prueba de ADN - mira a Klarrisa buscando su aprobación.

Unos minutos después salieron apretando la mano de la cual les sacaron la sangre.

-¿Le vas a contar a tu mamá? - pregunto Klarrisa mientras salían.

-No. Ella asegura que no es verdad y diciéndole solo empeoraría las cosas.

 

-¿Qué haces de nuevo aquí, Henrica?

-¡Ay!, como preguntas estupideces. ¿No piensas de verdad que te voy a dejar con ese ánimo solito aquí?

-Hernica, ya te dije ayer que no estoy para nada. Me siento mal y no quiero ver a nadie.

-Si eso incluye comer, ¿no? Me dijo tu mamá que no comes.

Suspiro antes de contestarle:

-Mi mamá en eso debió haber pensado antes.

-Tu mamá solo te quiere bien - le dice ella.

Ríe, sarcástico:

-Sí, mucho bien que me quiere. Si de verdad lo quería, se pondría de acuerdo con papá sobre lo que es verdad y lo que no.

-Yo creo a tu mamá - opina Henrica sin ser buscada. - Si ella dice que es cierto, además ¿Por qué debería mentirte?

Suspira, no queriendo llevar de nuevo esa batalla de lo que es verdad y de lo que es mentira. Consciente de que uno de sus padres miente y no sabe a quién creerle.

-Ya basta de ese tema que hoy si me vas a llevar fuera. 

-Henrica, de verdad.

-Nada, de verdad. ¿Qué tiene que salgamos, lo pasamos bien? Hasta puede ser divertido al fin.

-Henrica - dice sin ganas. - ¿En qué modo te hago entender?

-En el modo en el que salgas conmigo y me lo dejas claro.

-¿Eso que va a dejar claro?

-Que no estamos uno para el otro. 

-Hernica - la advierte, diciendo su nombre.

-No, no quiero escuchar ningunas escusas, está vez. Ayer te lo permito por qué no estabas prevenido, pero hoy lo sabías. Te dije ayer que volveré, así que no puedes hacer nada más que aceptar. Ándale, levántate - dijo, urgiéndolo.

Como él no tomó la iniciativa de moverse, lo tomo de la mano y lo comenzó arrastrar de la cama.

 

-¿Estás mejor hoy? - la pregunto Petar, cuando llegó.

-Sí... Algo mejor.

-Me da gusto. Verte así ayer, de verdad me preocupé mucho.

-No era mi intención preocupar a nadie.

-¿Me cuentas qué te pasó?

-No - comenzó decir pensando cómo explicarlo. - No es necesario. Lo estoy arreglando y eso es lo más importante, ¿No?

-Por supuesto. Estoy aquí cuando me necesites. Solo llámame y estoy aquí.

-Tomado en cuenta - contesto después de una pausa.

-¿Y? - comenzó diciendo. - ¿Tienes algunos planes?

-No - respondió.

-¿Entonces... Aceptas hacerlos?

-Petar si es de nuevo sobre la salida. No... No creo que sea buena idea.

-¿Y por qué no? ¿Qué... Qué hace falta? - la vuelve a preguntar cuando no respondió a su pregunta.

-A ti nada, es...

-No me vienes con esa típica, no eres tú, soy yo. Porque, Ingrid tenemos todo para estar juntos. Nos unen tantas cosas - agrega.

-Lo sé y... - fatigada busca palabras. - Si pudiera mandarle al corazón serías la opción perfecta. Pero ni se manda al corazón ni... A mí me interesaban las relaciones amorosas. 

-Eso me dijiste muchas veces.

-Exacto - dijo aprenda con la cabeza abajo. - Te lo dije muchas veces, pero unas cosas si no pude manejar.

-¿A qué te refieres con eso?

-Petar, no sé cómo decirte... Déjame... Déjame unas semanas... y te explico todo. Y... Te dije la respuesta que vienes buscando ya mucho tiempo.

-¿Estás considerando que salgamos?

-Lo hablaremos en unas semanas, ¿Va?

-Sí. Todo si me aceptas.

Suspiro antes de hablar de nuevo:

-Ahora me permites ir a continuar con mi trabajo.

-Sí, nos vemos después.

-Claro.

Se saludaron con la mano mientras él se alejaba sonriente de la caja.

 

-¿Óscar te puedo pedir un favor?

-Sí, el que quieres.

-¿Puedes hablar con Baldo?

-No veo la razón, pero, sí. ¿Dime qué pasa?

-Se trata de... sus... Es ese plan que hicimos con Ingrid de que escribe una carrera y de que de esa manera ustedes lo aceptarían más fácilmente.

-Bueno, ¿y cuál es el problema?

-Que está más caro de lo que los dos estábamos imaginando.

-Y esas cosas son bastante caras. Si y... Son más, ¿cómo se dice? Placeres de no estudiar al tiempo

-No me provocas - lo advierte.

-No lo estoy haciendo y lo sabes, solo digo como son las cosas. No te preocupes que lo voy a hacer voy a hablar con él y... Bueno, ni yo tampoco estoy... en una buena racha. Todo el dinero que tuve se me fue y con estos días que no estoy yendo al trabajo no sé qué pago, me va a dar papá, así que no sé si seré capaz de ayudarles a pagarlo, pero pueden contar conmigo, eso ya sabes.

-Gracias, no me lo espere de ti.

-Klarrisa, yo no estoy tan bueno, además que menos alguien sea feliz.

-No digas así.

-No lo estoy diciendo, es como son las cosas. Pura verdad.

-Lo siento por lo que pasas.

-Lo sé. Es mi único apoyo en estos momentos.

-Y tu el mío.

-Menos tú y Baldo son felices.

-Sí - afirmo sonriendo. - Sabes desde qué lo conocí tuve... tuve un presentimiento de que no estaba para largo.

-¿Podemos no hablar del amor? - pregunto abatido.

-Anotado - dijo Klarrisa con los ojos humedecidos por las lágrimas.

Apretándose la mano sonrieron uno al otro.



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En el texto hay: amor, amistad, ricoypobre

Editado: 01.04.2024

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