Tuy@ desde el verano

Capítulo 34

Con las semanas que pasaron fueron por los resultados.

-Hola - saludo Klarissa.

-Buenos días, ¿cómo les puedo ayudar? - preguntó la sonriente recepcionista.

-Vinimos por los resultados - dijo, entregando el papel.

-Un momento - contesto, mirando el papel mientras se alejaba.

-Estoy nerviosa - confeso.

-Ahora lo estás, ¿y qué fue con la vez anterior?

-Entonces no estábamos a punto de saberlo.

-Aquí lo tienen - dijo la recepcionista, entregándoles el sobre. - Y el doctor las quiere ver cuando están listas - agregó.

-¿El doctor, para qué? - preguntó.

-Lo sabrán adentro - fue la única respuesta con una suave sonrisa.

-Bueno, ¿qué dicen los resultados? - devolvió la atención a la prueba.

-Ahora lo sabremos - dijo, comenzando a abrir el sobre. - Ahora tú, sácalo.

Cuando la saco, juntas la extendieron para mirar.


 

-Supongo que saben que nuestros laboratorios son conocidos por su bioquímica. Por eso, además de hacer el examen que requieren, hacemos los análisis completos - explicó el doctor. 

Las dos tragaron con dificultad, conscientes de la gravedad del asunto.

-¿Que grave es? - pregunto.


 

-Bueno, aprovecho que todos estamos aquí para que aclaremos esto una vez por todas - dijo Klarrisa bajando las escaleras y viéndolos sentados en la mesa desayunando.

-¿De qué se trata? - pregunto papá.

-Espero que ahora te calmes - dijo, extendiendo un sobre a mamá.

-¿Qué es esto? - pregunto mamá, observando el sobre.

-La prueba de DNK. 

Escuchar esas palabras lo congela, tanto que el tenedor le cae de la mano goleando el plato. 

Mientras, Klarrisa continúa sin prestarle la atención a sus reacciones: 

-Ahora dinos mamá, ¿cuál de las dos no es hija de papá?

-Klarrisa - su padre la reprendió.

-¡No, Klarrisa nada! La única manera de que Ingrid sea la hija de papá, entonces es que yo no lo sea porque el resultado es negativo - aclaro enojándose.

Escuchó hablar a su hermana como en un trance. El peso en su pecho desapareció y fue cambiado por la tristeza al saber de lo que es capaz su madre.


 

-Klarrisa y yo nos hicimos la prueba de ADN - informó a su madre cuando terminaron de desayunar.

-¿Por qué? ¿Cuál necesidad tuviste?

- Era la única manera de resolver las dudas de Óscar.

-¿Es que nuestra palabra no les vale?

-Así como yo te creo a ti, Óscar lo hace con su mamá, no tuvimos de otra. Menos ahora - dice en voz baja, refiriéndose a los análisis.


 

Nerviosa, camino de un lado al otro, esperándolo.

Cuando llegó, se saludaron alertados.

-¿Vamos? - la pregunto Óscar.

Asintiendo con la cabeza camino hacia el café.

El silencio los acompañó desde que se sentaron y recibieron los cafés.

-¿Cómo estás? - lo pregunto.

-Mal estos días.

-Sí, menos ahora nos lo quitamos.

-Sí. Me hubiera gustado que una de las dos me informara de lo que estaban haciendo.

-Bueno, era un paso desesperado. Y... Ni tú me llamaste a mí, ni yo era capaz de hacerlo.

-Con Klarrisa, era más fácil.

-Claro. Las hermanas y amigas... - dijo entre ofendido y herido.

-Y con ella menos no hubiera sido un problema.

-Obvio.

-Bueno, ahora debemos ver qué hacemos...

Párese sorprendido con la pregunta que no es capaz de formar la sentencia.

-Mis sentimientos no cambiaron y espero que los tuyos tampoco. Que podemos seguir adelante. Yo solo quiero olvidar...

-Yo deseo lo mismo, pero.

-Por favor, no...

-Óscar, las cosas ya no son iguales. Esto nos marcó y hay algo mucho más grande ahora.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Cuando nos hicimos las pruebas, a Klarrisa y a mí nos hicieron unos análisis generales y...

Después de una pausa en la que buscaba recaudar fuerzas, dijo:

-Me detectaron algo - con la voz rompida y lágrimas por estallar.

Él la miró congelado y sin color.

Saco del bolsillo el papel que le entrego.

-¿Qué es esto?

-Ábrelo.

Mientras lo veía hacer, le dijo:

-Lo nuestro ya no puede seguir, no así.

Él miraba las palabras y ella hablaba:

-Tú y yo ya no existimos.


 

Ninguna palabra en ese papel tuvo sentido y sus palabras dolían más que las mentiras de su madre.

-Somos tres.

Una confusión lo adueño, entre el papel que no entendía y las palabras de ella que se repetían, se sintió en un delirio+.

¿Qué es esto?—preguntó al levantar la cabeza.

-La palabra de letras gordas que ves ahí escrita es la que se detecta en la sangre cuando... se forma un bebé. Y es ella la que nos confirma que vas a ser papá.

Su mente se detuvo, la miraba en shock sin reaccionar.

-Por favor - la vio llamar la atención del mesero. - ¿Le puede traer algo fuerte? - pidió.

-¡No!, no es necesario - dijo, reaccionando.

Mirándola de nuevo, saco la cartera para dejar la cuenta cubierta.

Después serio se levantó y la tomo de la mano llevándola del café.

Ella estaba sorprendida.

Deteniéndose en un lugar "despejado„ la levantó y riendo, comenzó gritar:

-Voy a ser papá.

Dando vueltas con ella, qué avergonzada, escondió su cara en el hueco de su hombro y nuca.

-Voy a ser papá.

-Bájame, por fa - pidió, riendo también.

A pesar de que dejó de dar vueltas, no la soltó, si no la abrazó más fuerte contra sí.

Bajándola despacio, sonrió y pasó la mano por su pelo.

-Oh - soltó, tranquilizándose.

Ella sonreía de la oreja a la oreja.

-¿Amas torturarme? - la acuso, sin dejar de sonreír.

-Sabes que no amo hacerte las cosas fáciles - dijo, encogiéndose de hombros.

Puso la mano sobre la pansa de ella.

-Sigo sin poder creerlo.

-Yo tampoco, todo me lo imaginé menos esto - dijo posando la mano sobre la de él. - Cuando nos llamaron a la oficina, pensamos lo peor, esto nunca.



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En el texto hay: amor, amistad, ricoypobre

Editado: 01.04.2024

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