Tuy@ desde el verano

Caputlo 37

-¿Estamos organizando una boda pequeña, no? - preguntó Ingrid.-¿Tú quieres una pequeña?
-Es que yo no tengo a quien invitar. Somos solo mi mamá y yo y Klarrisa como sea va de tu parte.
-Yo quisiera invitar a todo el mundo para que todos lo sepan, pero sí, tú lo quieres así.
-Ok, lo veremos. ¿Y el lugar?
-Sobre eso ya tengo una idea.
-Hotel, lo supongo.
-Ven, te lo enseño y me dices lo que te parece - dijo, tirando de ella.

 

-Cierra los ojos - le dijo cuando se acercaron a su destinación.
Ingrid se dejó guiar por él hasta que no lo oyó decir:
-Ahora, si puedes abrirlos - soltándole la mano en el proceso.
Se encontraba en el interior de una casa vacía y blanca.
-¿Dónde estamos? - le preguntó, mirando alrededor con una sonrisa.
-Si te gusta después de la gira, en nuestra casa.
Detrás de ellos están las escaleras que llevan a la puerta principal. El salón, el comedor y la cocina son un mismo espacio abierto con grandes cristaleras.
La sala de estar se convierte en el núcleo social de la vivienda, inmersa en un impresionante volumen de doble altura que se abre a una terraza cubierta y a la piscina a través de paneles deslizantes que se pueden abrir para desdibujar las líneas entre interior y exterior. Conjunto a la piscina es un porche con comedor exterior.
El dormitorio principal, equipado de terraza, presenta también una apertura vertical de gran altura que favorece la entrada de luz natural. Y varias habitaciones más con sus baños.
-Ve esto - le dijo, conduciéndola a la planta baja.
Entraron en un cuarto que estaba también en blanco y sin muebles.
-Es del mismo tamaño que el cuarto principal, por lo que me parece perfecto para la terca, que también tendré que convencer con esfuerzos como hice contigo.
-Tonto - le dijo prácticamente riendo.
-Pero me amas - sentenció él.
-¿No crees que es muy grande para nosotros tres? - pregunta dudosa.
-Espero que no me detengas en solamente uno - dijo con las manos en su vientre.
-Eso veremos, sin embargo, por ahora y si convences a mi mamá de venir, me parece que es mucho.
-Piensa en el futuro, ¿está bien? Varios niños, tu mamá...
-¿Tú sabes que esos niños que tan dulcemente estás planeando van a usar esta casa para jugar todo el tiempo a escondidas?
-Cuando van a salir a mamá e intentarán escapárseme.
Felices y abrazados, miraron a su alrededor.

 

 

-No puedo creer que ya la casa escogieron - comentó Klarrisa, comiendo el helado.
-¿Y tú cuándo se moverán? - la preguntó, picándola en el brazo con el dedo, emocionada.
-Nosotros no tenemos la urgencia - contesto, encogiéndose de hombros.
-Verano está por terminar. Dios, no puedo asumir cuántas cosas pasaron - comenta, sorprendida y dejando la mano al lado de la boca.
-Este verano cambiaron muchas cosas.
-¿Si, no? - pregunto, tomando la mordida del helado.
-Estamos juntas de nuevo - dijo Klarrisa, sonriéndole. - Yo encontré mi amor con Baldo.
-Yo me encuentro en la situación en la que nunca pensé que me encontrare.
-Oscar volvió. Están juntos, a punto de casarse y hacerme tía.
-Horror en lo que mi vida se ha convertido - dijo asquiada entre el sarcasmo y sorpresa.
Klarrisa río a la loca declaración.



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En el texto hay: amor, amistad, ricoypobre

Editado: 01.04.2024

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