Amelia Novikov
—¡dalia sal ya!
—¡voy!
Han pasado diez dias desde que obtuve el trabajo en luna Chena, y como Daniel, el dueño suponía me volví la estrella del lugar, la fila que antes era de una cuadra para entrar se ha vuelto de mínimo tres a la hora que hago mi presentación.
Me quite mi bata de satín, acomodé mi pelo negro en ondas bien filas y me coloqué las botas de cuero. Salí como siempre pisando fuerte, las demás chica me miraron con admiración y otras con reselo, pero era de esperarse llevo menos de dos semana en el club y ya soy la bailarina kubula, o más cotizada del lugar. Me posicionó detrás del telón del gran escenario con las chicas que también hacen el acto conmigo y entonces empezó... El ritmo de Earned it de the weeknd, me lleno los oido y la luz del lugar empezó a verse junto con los aplausos
Las chicas empezaron su coreografía lentamente y cuando el ritmo se puso más sensual entre yo, con mi body en cuero y botas seguí los pasos de la coreografía siendo el centro de esta
—¡¡DALIA, DALIA!!
Escuché como gritaban mi nombre con eufórico, pero no me desconcentre y mire un punto fijo en el segundo piso donde siempre estaba Daniel, él me decía que siempre mirara hacia allá para no darle preferencia a ningún cliente aunque debes en cuando miraba a alguien del público de forma coqueta para darle emoción.
Llegué el momento clave de la canción, cuando su ritmo es el mejor y las chicas se bajaron del escenario a la zona de clientes para bailarles en frente de ellos al ritmo de la canción mientras se paseaban por el salon.
—¡¡DALIA, ESCOGEME!!
Gritó más de uno, yo nunca he participado en ese momento del espectáculo, siempre me quedo en el escenario bailando por todo este y improvisando algunos movimientos, Daniel me ha dicho más de una vez que participe en el momento que catalogan como luz lunar, pero siempre he rechazado, pero él se encargó de esparcir el rumor de que su flor dalía solo escogería a alguien especial, para darle exclusividad al show.
Entonces la música se fue desvaneciendo y las chicas volviendo a su lugar en la tarima para despedirnos de los clientes que gritaban nuestros nombres pero por encima se escuchaba el mío, apenas bajo el telón las chicas se fueron enojadas dejándome atrás.
—AMELIA- gritaron
Voltie a ver y era Karina, a como le decían, orquídea, ella se ha vuelto mi mejor amiga en el trabajo, era hermosa y era la única que no me veía como competencia.
—kari- dije abrazandola
—fuiste fuego, Meli- me sonrió- no deberías ser una flor, deberías ser mucho mas- la abrace fuerte
—¿tu turno no acabo ya?-dije al ver que seguí con ropa de baile y note como sonrojo-¿Te volvió a pedir?
—siiii-dijo emocionada- ya es la décima vez que me pide, será que se enamoro.
Sonreí, del que hablábamos era del hombre que siempre pide a Kari para un priv, aunque no estoy de acuerdo con venderme, kari dice que algo la hizo aceptar esa propuesta por primera vez y ahora jura que ese hombre se la llevará con el.
Caminé junto a Kari hasta llegar al vip donde la esperaban, se veía nerviosa y yo me burle caminamos entre risas y golpesitos de juego.
—llegamos- dije cuando nos paramos frente a la puerta.
Kari sonrió y me abrazo fuertemente, cosa que yo correspondí. Ella se despidió y entro a toda velocidad al lugar, yo me dispuse a caminar para volver para prepararme para mí solo y después irme a mi depa pero algo me hizo parar en seco.
—¡AAAAAHHHGGGGRRR!- un gritó desgarrador
Me volteé rápido y al distinguir que ese grito de ultra tumba venía gusto de la habitación que había dejado a Karina, corrí rápido al interior de este y camine tras el escenario buscando a Kari, y cuando moví la cortina para ver a la sala.
lo ví...
Un hombre que parecía un bestia apuntando con un arma a la frente Karina mientras un hombre soltaba gemidos del dolor y se sostenía en donde se supondría estar su pierna derecha. Me tape la boca para ahogar un grito al ver que le había cortado la pierna y estaba tirada no muy lejos de el.
—Perdón...no me mate- suplico Karina con las manos juntas
El hombre no soltó palabra sus ojos solo veían a Karina con una mirada oscura y sin pizca de sentimiento, cuando el sonido del seguro se escuchó indicando que el arma está lista para disparar fue cuando mi cuerpo se movió por si solo.
—DETENTE- dije lazandome encima de Karina para cubrirla con mi cuerpo esperando el impacto pero este nunca llegó
Mire a la bestia frente a mi que me veía enojado, parece que no le gustó que interviniera, aproveche esos segundos y me lanze encima de el para quitarle el arma que tenía.
Con mi uñas rasguñaba su cara y con la otra intentaba alcanzar su arma, el me empujaba pero yo de inmediato volvía a atacarlo con todas mis fuerzas, no voy a permitir que se quede con esa arma y me mate junto a Karina, la cual seguí en shock por todo lo sucedido.
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Editado: 01.09.2025