Tuya, hasta que quiera

IV

Amelia Novikov

Intenté levantarme de la cama pero mi cuerpo se sentía pesado y una punzada en el brazo me hizo volver a la realidad «hijo de perra» pensé, conocía muy bien está sensación, me habían sedado, lo sé porque mi ex lo hacía cuando no podía controlarme, aunque una vez no funcionó y estuve conciente cuando... No vale la pena recordar. No culpa a los hombres de ese hombre, me volví loca cuando ví a esa mujer

HORAS ATRAS

Baje de la camioneta donde se encontraba la bestia dando de frente una enorme mansión, camine detrás de ese hombre aún un poco débil y con el cuerpo adolorido junto a la picazón de mis ojos por las lágrimas que amenazan salir, aunque todo el camino estuve retando a ese hombrecito, solo lo hacía para evitar las ganas de llorar

—enzoo- una mujer salió corriendo para abrazarlo

El aire abandonó mi pecho y los lágrimas salieron en cuando la vi, era igual a Karina, el mismo pelo, altura, ojos, forma de moverse. Era ella, solo que su cara refleja las operaciones que tiene. Pero del resto es igual. Ese hombre voltio a verme cuando solté un jadeo intentando recuperar el aire

—que te pasa- hablo

No respondí, no podía. Los recuerdos de esa noche se dispararon en mi mente como cañones que no me dejaban poder procesar que ella... No era Karina, abrí la boca intentando recuperar el aire que me faltaba, pero eso hizo que me sintiera más ahogada, senti su presencia acercarse a mi y eso me hizo alterarme mas

—Enzo, quien es esta loca- hablo, eso me reconfortó un poco, si voz no era nada parecida a ella, su voz refleja lo llena que está de si misma

—has silencio, Cordelia - que nombre tan extraño, se escucha de película de vampiros. Ella chasqueo la lengua molesta- dalia cálmate- negué, y me alejé de el, su presencia me ponía peor aún

Camine atrás abrazándome a mi misma mientras sacudía la cabeza, todo estaba mal, yo aquí... Viva y Karina muerta, tal vez Iván tenía razón, yo estoy maldita yo daño a las personas, como el siempre dijo. Mis pasos se detuvieron y sentí el que suelo me abandonaba y una sensación de vacío se trasmitir a mi cuerpo

—SUELTEME- grite

ACTUALIDAD

me abraze a mi misma cuando los recuerdos me golpearon, senti una vergüenza enorme hize un show y no de los que me gusta. Cuando pude regular mis nervios y vergüenza mire a mi alrededor, estába en una habitación no tan grande pero muy sencilla pero con toques de elegancia. Me levanté de la cama y fui hasta el espejo que había, para mí sorpresa seguía con la ropa de baile eso me hizo sentir un gran alivio, nadie me a visto desnuda aquí

—tengo que salir de aqui- me propuse mirando la ventana, para acercarme a ella- que mierd⁴- escupí cuando ví que estaba en el tercer piso de la mansión que ni conocía

Mi única salida era la puerta y bajar corriendo para que no me agarraran huyendo. Camine a la puerta y agradecí que estuviera abierta, camine cuidadosa por el gran pasillo de mármol en las paredes y repisas, ví las escaleras Haci que fui rápido a ella lista para bajar corriendo por estás

—¿POR QUE TRAJISTE UNA ZORRA?-escuche un grito- ESTA LOCA

—Callate Cordelia - hablo una voz fuerte

—mira Enzo, te e perdonado todo, pero no que traigas una puta a mi propia casa

—no es tu casa- otra vez

Reconocí esas voces, era la bestia y la copia, como ya los apode pues sus nombres no me interesa, me acerque a la puerta de donde salía las voces recostandome detrás del marco

—Jodete- dijo y reconocí un leve acento español- viste que traía puesto, de que barrio la sacaste

— no te metas en mis asuntos- hablo con tono dominante

Le hablaba con tanta indiferencia que parecía un jefe y empleado hablando

— sabes que poco y nada me importan tus negocios- me tense al escuchar sus tacones hacercarde a la puerta- ha y quiero un auto nuevo- se detuvo y yo respire

Aproveche esos segundos en que ella pedía cosas y me escabulli alejándome de la puerta poniéndome detrás de una gran estatua que estaba hay cerca. Después de unos segundos los tacones volvieron a sonar y la puerta dejó ver la luz de la oficina, de hay salió la copia/Cordelia, tenía un vestido diferente al que recuerdo este es azul con bolantes arriba y abajo, una criada que supongo es la ma de llaves se acercó a ella

—donde esta- hablo duramente- tienes que informarme de cada movimiento que haga

Me oculte más dando la espalda a ellas, los tacones volvieron a sonar en dirección opuesta. Me quedé unos segundos quieta hasta que escuché las pisadas de la otra mujer las cuales eran más suaves. Desde pequeña tuve la habilidad de reconocer pisadas y respiraciones, lo que fue muy ulti al momento de escapar con el imbécil, también la e podido perfeccionar para saber los estados de animo de las personas, Haci sabía cuando Iván llegaba molesto o feliz a la mansión

—Sal de ahi- un escalofrío recorrió mi columna

Una feroz mano tomo mi pelo por la parte de atrás sacándome de mi escondite

—ahrg!

—te dije que salieras- soltó mi pelo




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