Tuya y en problemas

Capítulo 5

Cassidy 

 

Lo sucedido con mi alumno Erick Brown decidí dejarlo allí, si seguía su jueguito que es lo que él quiere será peor, ya que seguramente lo hace para molestarme y no le daré con el gusto, además la única que perderá en esta ecuación seré yo, por ser su profesora.

Seguí elaborando las clases para esta semana, tenía que olvidar lo que sucedió aquella noche, porque si no me acuerdo, no paso, Como dice la canción, aunque en estos momentos ni eso me ayudaba a olvidar, sus provocaciones me hacían pensarlo más y mi juicio lo estaba perdiendo por alguien que no sabe lo que quiere.

Al terminar mi trabajo me di una ducha y me preparé para ir a casa de mi madre, necesitaba hablar con ella, alguien tenía que darme consejos y sé que ella es la apropiada.

—¡Hola! ¿Mamá estás? —dije al ingresar.

—Si y yo también ¡Estamos en la cocina! —al oír la voz de Cris quería irme.

—Si sabía que estabas aquí no venía —él sonrió falsamente.

—¡Ya van a empezar! —dijo mi madre.

—¡Esta vez no fui yo! —se defendió Cristian.

—Como sea, ya son grandes —nos reprendió a ambos.

—Tienes razón ¡Amigos! —extendí mi mano y él la recibió con desconfianza.

—¡Solo hermanos! —blanqueé mis ojos.

—Está bien ¿Y mi princesa?

—Está en casa con Lucy y su abuela, iba a venir con ellas, pero llegó Michelle y ya vine solo —Conversamos mucho sobre cómo me iba en la nueva universidad y Cris nos contó sobre Isabella y sus nuevas palabras, según él ya dice “papá”.

—Antes de irme hay algo que tengo que decirles —nos sorprende de repente.

—¿Sucedió algo? —preguntó mamá intrigada, mientras que yo tomaba de mi jugo y miraba las publicaciones en Instagram.

—¿Recuerdan que en el bautismo de Isabella le propuse matrimonio a Lucy? —nos pregunta y mamá se levanta y se acerca hasta él para abrazarlo.

—¿Ya tienen fecha? —pregunto con intriga.

—¡Si! En quince días —escupí mi jugo al oírlo y mamá me miró raro.

—¡Cass! ¿Qué haces?

—¡Nada! Pero es dentro de pocos días ¿Por qué no avisaste antes?

—Cassy tiene razón hijo.

—Mamá, Cass, amo más que a nadie a Lucy y con respecto al tiempo no tienen que hacerse problemas ¡Solo estar allí ese día!

—Bueno si tú dices que estará todo bien, no veo el problema, además tú pagas, yo solo voy a comer y beber gratis.

—¡Hija! Cómo dices eso… —me regaño mi madre.

—¡Solo decía! —a mi mente vino la imagen de Erick Brown y dejé de escuchar lo que ellos hablaban…

—¡Hey Cass! —Cris pasa su mano por mi rostro y vuelvo a la realidad.

—¿Qué pasa? —lo miré confundida.

—Nada, solo que ya me voy.

—Bueno que te vaya bien —él negó y dejó un beso en mi mejilla, salió junto con mamá a quién espere en la cocina.

—¿Te quedas a cenar? —me pregunto mi madre al volver.

—¿No vas a salir hoy?

—No, esta noche la tengo libre.

—Siendo así, acepto quedarme, al final de cuentas no saldré con nadie, es más nunca lo hago —y no mentía, desde que me recibí mi vida solo consistía en elaborar mis clases o leer un libro, parecía aburrida, pero así era mi triste realidad.

—No tienes ningún amigo por ahí ¿Qué pasó con Brian?

—Madre, llevo años sin saber de él. Fue un amor de adolescente.

—Pero ustedes vivieron juntos —dijo mientras tomaba asiento al frente mío.

—Si, pero duró poco tiempo, es más no quiero hablar de él, no terminamos bien.

—¡Está bien! Será como tú digas, ahora cuéntame porque traes esa cara.

—Recuerdas la fiesta de la empresa Anders ¡A la que fui!

—¡Y desapareciste! Si la recuerdo.

—Bueno ese es el problema ¡Con quien desaparecí! Sé que te parecerá raro que esté hablando esto contigo en vez de hacerlo con mis amigas, pero no puedo y me está superando.

—¡Me asustas Cassy! ¿Qué sucedió?

—Conocí a alguien, nada en especial —me quedé muda y mi madre me miraba raro, entonces seguí hablando —Y resulta que ese alguien es mi alumno —dije y cerré mis ojos ante la develación de mi secreto.

—¿Es en serio? —mi madre no era seria, porque se comenzó a reír en mi cara.

—¡Mamá! ¿Por qué te ríes? Esto es serio, sabes que puedo tener problemas si alguien de la universidad lo sabe.

—¡Perdóname, hija! Es que la situación me superó, pero no entiendo ¿ese alumno es menor de edad?

—¿Qué? ¡No! —me rasqué mi cabeza tratando de calmarme.

—Entonces ese no es el verdadero problema, sino que él te gusta —mordí mis labios y lleve mis manos a mi cabeza ante la revelación de mi verdad, era mi madre y sabía que me sacaría la ficha rápidamente.

—¡Diste en el clavo! Te juro que no quiero sentir esto que siento, es mucho más joven…

—¿Cuánto? —me dijo y luego se acercó hasta mí.

—¡Tres años menos! —ella luego me abrazó y me sentí contenida.

—Pero tres años no es mucho Cassy —me alejé de ella y si las miradas mataran, ella ya no estaría aquí.

—Pongo en juego mi reputación.

—¿Cassy tú y el ahora tienen algo?

 —No nada...

—Entonces no te preocupes, además quien más sabe lo que pasó.

—Solo él y yo ¡Ahora tú!

—Quédate tranquila y si no quieres problemas con los de la universidad ¡Evítalo! —cómo hacía para evitar a alguien que era una piedra en mí zapato, aunque a quién quería engañar, esa piedra se había clavado en mí interior.

Me quedé a dormir en lo de mí madre y al día siguiente llegó Matew con Lauren y nos invitaron al autódromo a ver unos amigos de ellos correr, por lo menos este día no tendré que preocuparme por cierta alma libre.

 

 



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En el texto hay: amor, profesora, alumno

Editado: 04.04.2022

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