Twilight frente a la oscura marcha marcial - Pt 02 | Fanfic

Como juguetes fuera de caja - Parte III

Había transcurrido un tiempo indeterminado desde que las amigas de Twilight y Badwhiz hicieran contacto visual. ¿Cuánto tiempo podría haber sido? ¿Segundos? ¿Minutos? ¡¿Horas?! Nadie allí lo sabía, y tampoco lo estaba calculando. El reloj de pared de la habitación, testigo único de aquella singular escena, marcaba con sus falsas manecillas un momento congelado en el tiempo: una representación física del tenso y prolongado reencuentro entre aquellos adversarios declarados.

No obstante, aquel equilibrio no podía persistir. Alguien, tarde o temprano, tendría que hacer el primer movimiento.

Y las señales de esa inminente ruptura eran claras: el sonido de una respiración agitada y el crujir intenso de unos dientes se hacían cada vez más notorios.

El aire se tensó aún más… y entonces, alguien por fin se movió.

Y ese alguien fue…

"¡Aaaaaaahhhh!" Como un relámpago que estallaba sin previo aviso, Rainbow Dash, dominada por una ira ardiente, embistió certera contra Badwhiz.

Un estruendoso golpe resonó en la habitación. Una leve nube de polvo se alzó al instante. Fragmentos de la pared destrozada salieron disparados en todas direcciones. Al mismo tiempo, un cuerpo más grande surcaba el aire en dirección opuesta.

Badwhiz, que había logrado esquivar el potente ataque con un salto hacia adelante, cayó con cierta gracia al otro extremo del cuarto.

Sin embargo, en plena trayectoria, una cuerda —cuyo movimiento superaba incluso su propia velocidad de caída— comenzó a rodearlo como una serpiente envolviendo a su presa.

"¡Rarity!" exclamó Applejack, con el otro extremo de la cuerda entre los dientes. Al instante, su amiga unicornio intensificó el brillo de su magia.

La cuerda que envolvía a Badwhiz titiló y, en menos de un parpadeo, se apretó contra su cuerpo en un agarre implacable.

Inmovilizado, el poni terrestre cayó al suelo como una bolsa de arena. Pese a todo, aún podía moverse e intentó arrastrarse, girando sobre el piso, pero la cuerda se tensó de nuevo, jalándolo con fuerza hacia el centro de la habitación.

Tras varios tirones y un repentino empuje por detrás, Badwhiz —cual momia aprisionada— se encontró amarrado de pie frente a sus captores.

Fue entonces cuando la poni detrás de él se acercó y habló.

"No te muevas…" ordenó Fluttershy con una voz severa, ajena a su naturaleza. Llevaba una almohada en los cascos, lista para usar sin discreción si él intentaba algo.

Frente a él, Applejack y Rarity le lanzaban miradas igual de intensas, o incluso más.

Al ver su situación —rodeado y sin ninguna posibilidad de escapar—, Badwhiz soltó un largo suspiro y, finalmente, inclinó la cabeza, dándose por vencido.

[---]

"¡Crack!"

El sonido seco de un crujido resonó por todo el cuarto cuando el cuerpo de Rainbow Dash al fin se liberó de la pared en la que había quedado incrustado tras su embestida. Sin molestarse en agradecer a Pinkie Pie —quien la había ayudado a salir de allí—, la pegaso se elevó de inmediato y, con urgencia, dirigió su atención al interior de la habitación.

"¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está?! ...¡Túuuuuuu!" Gritó al encontrar a Badwhiz con la mirada, lanzándose de nuevo contra él en un ataque furioso.

"¡Alto ahí, Rainbow!" exclamó Applejack, deteniéndola al morder su cola, a escasos centímetros de asestar un potente golpe en la cabeza del poni.

"¡¿Es en serio?! ¡Dame una buena razón para no reventar a este tipo ahora mismo!" protestó la pegaso, furiosa, sin apartar los ojos de Badwhiz ni detener su aleteo.

"No sabemos dónde estamos, tampoco qué ha pasado aquí, y mucho menos dónde está Twilight. Necesitamos respuestas, Rainbow."

"¿Quieres respuestas? ¡Déjame sacárselas a golpes!" gritó Rainbow Dash, tensando las alas.

"No vamos a hacer las cosas a tu manera. No es el momento para eso."

"¡No es el momento! ¡Tú no estuviste cuando él atacó a Twilight y a Fluttershy!"

"No, no estuve," respondió Applejack con firmeza. "Pero Twilight sí estuvo allí, Rainbow. Y si estuviera aquí ahora, ¿crees que se comportaría como tú lo haces?"

Sin decir más, soltó la cola de la pegaso enfurecida. Rainbow Dash giró hacia Applejack con los ojos chispeantes de rabia. Las miradas de ambas se cruzaron.

Fue un instante… o quizá más.

El encuentro visual entre ambas ponis fue más que un simple desafío. Era una conversación muda. Y si pudiera describirse, habría sonado más o menos así:

["¿Por qué lo defiendes?" gritaría Rainbow Dash.]

["¿Por qué no miras a tu alrededor?" respondería con calma Applejack.]

Tal vez así fue.

Porque cuando Rainbow desvió la mirada hacia sus compañeras, comenzó a frenar su propio ímpetu.

Las emociones en los ojos de sus amigas eran intensas… y peligrosamente parecidas a las suyas.

Ira. Mucha ira.

Tanta que, si la dejaban fluir, aquello terminaría en algo lamentable. Quizá incluso peor que lo que las había llevado a esa situación en primer lugar.

Comprendiendo eso —y las posibles consecuencias de su propio actuar—, Rainbow Dash al fin se contuvo… más o menos.

"¡Bien!" estalló, soltando un fuerte resoplido por la nariz. Aún estaba muy contrariada, pero había decidido pisar tierra. Descendió con un golpe seco y se colocó detrás de Applejack, junto a las demás.

Applejack no mostró emoción alguna, pero en su interior soltó un largo suspiro de alivio. No estaba segura de qué habría pasado en la habitación si Rainbow Dash no se contenía… o qué habría sido de ella misma si no lo hacía.

Con la situación algo más calmada, Applejack decidió dar el primer paso… aunque en el fondo no quería hacerlo.

Frente a ella, Badwhiz, que había observado todo en silencio, mantenía una mirada fría e inexpresiva.

"Y bien… Vainilla," comenzó Applejack intentando ordenar sus pensamientos "Nadie nos ha interrumpido hasta ahora, lo cual es muy extraño, a menos que tú seas el único aquí presente además de nosotras. ¿Es así?"




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