Capítulo 3: Samantha Coleman

7 de Enero, 2023

Ayer Will me envió a casa luego del incidente. Stan y los chicos no saben nada y tampoco pueden averiguarlo. El equipo forense dijo que aceleraría lo más posible la evaluación de los huesos.

Me despido de Stan y mis hermanos, y solo les digo que por favor no salgan hoy. Al salir de casa, saludo al equipo de vigilancia asignado para la protección de mi familia. Me dirijo al trabajo pero al llegar me encuentro con una conmoción. 

 ―¿Pasó algo?  ― pregunto a Mandi, que está sentada en su escritorio con la mirada fija.

 ―Trajeron el correo  ― su voz se corta, está asustada. Levanta su mirada hacia mi  ― Un sobre para vos. 

 ―El equipo forense, ¿los llamaron?  ― digo intentando ocultar mis emociones para no asustarla más

 ―Si, ya lo revisaron. Nada. 

 ―Gracias Mandi  ― le digo y me dirijo rápidamente a la oficina de Will.

Todos están reunidos allí, y en la mesa hay un sobre. Me miran mientras entro a la sala, me dirijo al sobre y lo abro sin escuchar realmente los gritos de advertencia de mis colegas.

“30, aproximadamente.  ― X”. Era todo lo que decía. No había huellas, ni fibras, nada según el equipo forense. Mi emoción por la caza estaba a flor de piel

 ―¿Qué hacemos ahora?  ― el palpitar de mi corazón en mis oídos evita que reconozca quién está hablando.

 ―Ahora lo atrapamos  ― digo sin mirar a nadie, con los ojos fijos en el pedazo de papel frente a mi.

La cacería es mi parte favorita. El hecho de que podamos identificar la personalidad de una persona solo en base a sus acciones realmente sigue pareciendo increíble después de casi 4 años como perfiladora. 

 ―Claramente estamos frente a un narcisista: busca validación y reconocimiento por lo que está haciendo, es arrogante porque piensa que no lo podemos atrapar  ― dice Andy seguro de sí mismo

 ―Pero no tiene empatía  ― agrego, en discrepancia con su perfil  ― es un psicópata.

 ―Siente remordimiento y por eso nos envía las cartas, para que encontremos a sus víctimas. Quiere que los encontremos  ― añade, discutiendo.

 ―Coincido con Sam, no creo que lo haga por remordimiento o vergüenza. Solo quiere llamar la atención porque nadie lo atrapó aún  ― dice Will, silenciando a Andy, dejándolo pensando.

Pete ingresa a la sala con el análisis de los huesos. Luego de la carta, podemos suponer que cada hueso es de una víctima diferente. 

 ―Los huesos del regalo de Samie son todos falanges distales del dedo índice. Son 30, y son todos iguales, por lo que coincide con el número de víctimas de la carta, y quién sabe si hay más que aún no quiere que encontremos  ― Pete se ve frustrado.

 ―¿Alguna coincidencia con el ADN?  ― pregunta Butler.

 ―Nada, ni siquiera una partícula fuera de lugar. Analizamos todos en detalle y no encontramos absolutamente nada que nos indique la identidad de alguna de las víctimas.  ― finaliza y se sienta.

Las caras de los miembros de mi equipo se resumen en 2 palabras: incertidumbre e ira. ¿Cómo un asesino puede pasar desapercibido teniendo tantas víctimas?

Butler me separa del equipo y me lleva a su oficina.

 ―Reforzarán la vigilancia en tu casa. ¿Dos paquetes de este UnSub enviados a tu nombre? Es claro que tiene una fijación con vos y no me gusta para nada.  ― dice preocupado

 ―Voy a hablar con papá para que Jax y Gary se queden con él, no puedo ponerlos en riesgo.  ― agarro mi teléfono y envio un mensaje pidiéndole a papá hablar apenas saliera del trabajo. Guardo mi teléfono y miro a Will  ― Stan no querrá irse, tendrá preguntas y lo sabes. 

 ―Tiene que irse, podemos enviarlo a una casa de seguridad si así lo deseas  ― me dice como opción 

 ―No va a querer, lo conozco. ¿No puedo simplemente decírselo?  ― pregunto, aunque sé cuál será su respuesta.

 ―Sabes que no, no podes.  ― me mira apenado pero sé que tiene razón. Es por su seguridad.

 ―Bueno, dejame llegar a casa hoy y organizar todo con los chicos y él. Mañana puedo enviar a mis hermanos con papá y Stan irá a una casa de seguridad.  ― finalizo y salgo de la oficina

Fue un largo día. Papá se llevara a mis hermanos pero igual enviaré seguridad por las dudas. De camino a casa, recojo a Jax de la universidad para ir a casa. Garreth sale más tarde hoy. 

 ―Se van a ir con papá por un tiempo. Ya hablé con la universidad, podrán continuar a distancia  ― digo sin mirar a Jax.

 ―¿Pasó algo?  ― me mira sospechando.

 ―Nop, solo quiere verlos y a mi me vendría bien la privacidad  ― digo riéndome, ocultando toda emoción. Jax es el único que se da cuenta cuando miento. 

 ―Bueno, pero me llevo al gato y la Play. También la Switch.  ― dice, arrogante.

 ―Play o Switch, elegí uno.  ― negocio 

 ―Play, sino Gary me mata  ― dice luego de pensarlo un momento.

 ―Eso fue lo que pensé.  ― finalizo. 

Llegamos a casa y Jax baja corriendo para saludar a Stan que está parado en la puerta. Por las ventanas lo veo yendo a la sala a prender la Play. No, ahora no.

 ―JAX, EMPACAS PRIMERO.  ― grito a todo pulmón.

 ―Si, mamá  ― se da la vuelta mientras sube las escaleras para hacerme una seña con el dedo medio.

Niños…

 ―¿Para qué tiene que empacar?

 ―Se van con papá por un tiempo, quiere verlos.  ― digo encogiéndome de hombros. 

 ―Tiempo para nosotros, maravilloso  ― dice emocionado.

 ―Si, sobre eso… Hablamos más tarde, ¿si?  ― lo miro suplicante, estoy cansada. 

 ―Okey, no hay problema  ― me sonríe suavemente y finalizamos la conversación.

Me dirijo a la cocina para empezar a preparar la cena. Gary sale de la universidad en 40 minutos aproximadamente, por lo que planeo hacer algo rápido. Recuerdo que en la nevera había una pizza congelada y sonrío. Abro la nevera y no hay nada. Rápidamente me doy cuenta del porqué.