8 de Enero, 2023
Llegamos a la casa de Josh a la una de la mañana y me obliga a dormir en su cama, aun cuando le digo que puedo tomar el sillón en la habitación.
―No hace falta que me des tu cama ― digo apenada mientras busca una remera para que pueda dormir. Al ser una escena del crimen, no debería haber tomado nada de mi casa.
―Si, tenes que descansar ― dice mientras me entrega la remera ― ¿Está bien esa?
―Sip, perfecta. Gracias ― me dirijo al baño de la habitación para cambiarme.
La casa es de un solo piso. Tiene un hall de entrada, una cocina bastante bonita, la sala solo tiene sillas y la mesa, mientras que la habitación es inmensa. Una cama Queen Size, un baño privado bellísimo y un sillón a los pies de la cama principal,el cual Josh usa para sentarse a ver televisión. Es un sillón grande, por lo que podría dormir sin problemas ahí.
Salgo del baño solo con la remera y el pantalón corto que logré sacar de mi lavadora antes de que el equipo forense me viera.
―Solo digo, es bastante grande. Puedo dormir ahí sin problemas ― insisto pero Josh me mira amenazante.
―Vas a dormir en la cama y yo en el sillón. Mañana podemos ir a comprar un colchón y lo pones acá en el piso si queres. Pero hoy dormís en la cama. ― sé que no puedo discutir ― Ahora, a dormir. Mañana Butler nos quiere ahí a las ocho y ya son casi las dos.
―Gracias por dejar que me quede ― digo mientras le paso una almohada.
―No me des las gracias, es lo mínimo que podía hacer. No iba a dejar que duermas en un hotel de mala muerte con el riesgo que representaría. ― se acerca y me da un beso en la cabeza. ― Ahora, a dormir. En serio ― finaliza y cada uno se acuesta en su sitio.
Me despierto en medio de la noche porque Josh me está sacudiendo pidiéndome que me despierte.
―¿Qué pasó? ― me altero notablemente.
―Estabas gritando, imagino que fue una pesadilla. ― dice mirándome con tristeza y solo ahí es cuando me doy cuenta que estoy llorando.
―Perdón, perdón, te desperté. ― digo llorando más. Vergüenza en mi mirada.
―No hay problema, en serio. ¿Querés que me quede con vos hasta que te duermas de nuevo? ― añade.
―Por favor. ― muevo mi cuerpo en la cama y él se acuesta. ― Gracias, y perdón.
―No te hagas problema. Vení, deja de llorar. ― me acerca y me abraza.
Me despierto con los ojos hinchados y Josh aún abrazándome. Me muevo y me dirijo a hacer el desayuno. Es lo mínimo que puedo hacer por mi amigo que me abrió las puertas de su casa. Luego de diez minutos, aparece en la sala con el cabello húmedo por la ducha. Lo observo oler y me río.
―¿Sabes hace cuanto no hacía desayuno en casa? ― me dice mientras se sienta en la mesa para comenzar a comer. ― Gracias.
―No hay de qué ― sonrío e intento comer algo. ― ¿Crees que… ― Josh me corta a mitad de frase.
―Si, puedes quedarte aquí el tiempo que necesites. Hoy cuando salgamos del trabajo podemos comprar el colchón. ― dice como si fuese lo más normal del mundo albergar a una amiga perseguida por un psicópata.
―Gracias, pero por seguridad no puedo quedarme mucho y lo sabes. ― lo miro, no me podrá convencer para que me quede. ― En realidad iba a preguntarte si podíamos pasar por casa para buscar unas cuantas cosas. El equipo forense ya me avisó que dejaron mi casa, puedo ir.
―No te vas a quedar ahí, es un peligro. ― Josh me reprocha.
―Stan tenía un departamento, me quedaré ahí. ― Josh estaba por decirme algo pero no lo dejé hablar y continue ― Me voy a quedar unos días más en tu casa mientras pido que instalen un sistema de seguridad, pero después me voy y esta vez no quiero “peros”. ― miro amenazante mientras le apunto con un dedo.
―Bueno, bueno. Pero… ― me mira sonriendo mientras le tiro con una cuchara ― No, en serio. Pero vas a poner un colchón en el piso, nos vamos a turnar para cuidarte. No es algo en lo que tengas voz o voto, ya lo decidimos nosotros. ― comenta y termina su desayuno en silencio.
Luego de ducharme, pasamos por casa y Josh se ofrece a acompañarme dentro, lo cual acepto. Quito la cinta amarilla, abro la puerta y me dirijo directo a mi habitación. Rápidamente saco una maleta del armario y pongo toda la ropa que veo dentro.
Salimos tan rápido como entramos y nos dirigimos a la oficina. Al ingresar, veo que todos bajan la voz. Miran de reojo y susurran. Soy la atracción de la oficina, perfecto.
―Si, si. Mataron a mi novio y un psicópata está obsesionado conmigo. ¿Algo más que quieran saber o ya pueden volver a hacer sus trabajos? ― digo elevando mi voz para que todos me oigan. Automáticamente los susurros finalizan y la gente se dispersa ― Estúpidos.
―Estás demasiado tranquila, yo hubiese hecho un escándalo ― me dice Mandi desde su escritorio ― Lamento lo de Stan.
―Gracias, chica. Y no estoy tranquila pero tampoco puedo permitirme que me saquen de éste caso. ― explico.
―Van a atraparlo, son los mejores. Siempre atrapan a los malos ― agrega mientras se estira para abrazarme. ― El equipo está en la sala de conferencias esperandolos.
―Gracias ― saludamos a Mandi y nos dirigimos a la oficina.
Al entrar, veo a Butler discutiendo con el Director, pero se callan tan pronto como yo entro a la sala.
―No, no me van a sacar de este caso. ― digo, ya sabiendo de qué se trata esto.
―Agente Coleman, es una orden. ― el Director me mira amenazando con la mirada.
―Orden era la que tenían sus hombres de proteger a mi familia, y tampoco cumplieron. Soy parte del equipo, está obsesionado conmigo. Voy a tomar todas las precauciones, pero no me sacara del caso. ― lo miro, desafiante. No voy a aceptar un no como respuesta.