En el camino de regreso, ninguno de los dos hablo demasiado, había pasado tanto en tan poco tiempo que ni siquiera estaban seguros de que todo eso fuera real. Axel odiaba a la milicia y Liz preferiría quedarse con su padre, pero no era cuestión de “querer” u “odiar” algo, era cuestión de que no tenían opción. Desde el principio se sabía que hubieron ciertos casos donde se usó la fuerza en las personas compatibles con el proyecto que se negaban a unirse a este debido a que se creía que todo lo sucedido fue culpa por algún experimento militar que provoco esta catástrofe. Pero luego todo eso cambio y el área militar paso a métodos más rastreros, con sobornos y extorsiones capaces de hacer a cualquiera hacer lo que no quiera. Pero pese a ello, a lo que sentían y lo que querían, ambos sabían que debían hacer eso, estando dentro del proyecto NENC ambos podrían tener lo más cercano a lo que muchos han querido: tener una vida normal, y sea como sea, eso serviría para ayudar a Rick cuando se recupere tomando en cuenta que no tendrá un lugar donde trabajar por un tiempo. Pero por sobre todo Axel tenía un presentimiento, uno que tenía que ver con esa leve sensación que aun recorría su cuerpo, esa extraña sensación que lo había ayudado a sobrevivir que ahora parecía una chispa dentro él.
Cuando llegaron a la casa de Liz, ambos se despidieron brevemente y con una sonrisa un tanto forzada. Liz cayó dormida el resto de la tarde y noche.
Axel, tras haber llegado a su casa y haberse dado una larga ducha, siendo cuidadoso con sus heridas, para aclarar sus pensamientos regreso al área militar para visitar a Rick e informarle de todo lo sucedido, si es que este estaba despierto. Por suerte lo estaba.
Axel paso parte de la noche caminando por los alrededores del refugio pese a que ya debería estar en su casa, lo cual no era un problema ya que muchos jóvenes ignoraban esta norma, y si te encontrabas con un militar que no te ignorara, solamente te reprendía diciendo que no era hora de andar por las calles, pero con la falta de sueño debido a haber dormido casi un día entero, o tal vez debido a los hechos del día, Axel no tenía mucho más que hacer. El resto de la noche Axel no pudo dormir tan bien. A la mañana siguiente no salió a correr o a desayunar fuera como hubiera hecho antes, solamente recibió una visita inesperada.
Para Liz, la noche no fue algo tan reconfortante como esperaba. Había logrado conciliar el sueño, para nada más tener pesadillas. Al llegar a la casa y caer dormida tuvo su primera pesadilla, aunque más que un sueño fue un recuerdo de cuando perdió a su madre unos días antes de que sucediera todo. En él sueño, Liz quien observaba a su versión joven jugar con sus padres, sonreía, esa sensación de recordar aquellos hermosos momentos en familia la hacía feliz, y la imagen rápidamente cambió a cuando su madre empezó a decaer por culpa de una enfermedad, la primera vez que estuvo todo un día en cama, la primera vez que llego la ambulancia para tratarla, los días de visita al hospital con la esperanza de verla mejor pero solamente verla sonreír para que Liz de seis años no se preocupara, pronto Liz observaba con una mirada de tristeza, no sabían que estaba pasando y no había explicación alguna del porqué de eso, pero no soportaba ver a su madre así, y luego el día en que murió en medio de una visita. Pronto, los ojos de Liz se llenaron de lágrimas tanto ella mientras observaba en el sueño, como cuando dormía. Entonces hubo un cambio drástico de imagen. Paso de ver el funeral de su madre, a ver como ella y Rick huían en el carro de Rick en medio de tanto desastre, Rick observaba como todo era un caos, con tan solo dos pensamientos en su cabeza: huir y asegurarse que él y su hija estuvieran bien, y que esperaba que todo eso fuera un sueño, una pesadilla, mientras su rostro se llenaba de miedo y horror al ver aquel paisaje de horrores, de personas matando personas, de destrucción y cuerpos, de un futuro oscuro. Pero Liz, Liz solo observaba por el vidrio trasero del coche mientras cruzaban el puente que llevaba a las afueras de la ciudad como su antiguo hogar, el lugar donde creció y creó tantos recuerdos con su familia, se consumía en el fuego, destrucción y miedo. Entonces despertó por lo de las 23 horas, momento en el que Axel regresaba a su casa. Tras tomar algo de agua, volvió a tratar de dormir, pero ahora la pesadilla era algo reciente.