La prueba de armas, a diferencia del resto, no fue llevada a cabo dentro de esa área, si no que fue llevada a uno de los niveles inferiores y área de práctica, el nivel inferior dos.
Tras ser llevados al elevador y bajar varios niveles hasta llegar al nivel inferior dos, Axel y Liz pudieron apreciar la gran diferencia con lo que habían visto. El nivel inferior dos era el doble de grande al nivel de pruebas y se dividía en tres secciones, practica de tiro, practica de combate cuerpo a cuerpo y el registro, a donde se dirigían los cuatro. El registro era un espacio situado al fondo con una estantería y vitrina con armas de fuego de todo tipo que llegaba de pared a pared, y donde un hombre trabajaba, dándole la espalda al mostrador, en varias armas de fuego. El general toco una campanilla que estaba sobre el mostrador dos veces y aquel hombre, tras despertar de su concentración, levanto la cabeza como un perro cuando es llamado y volteó.
Era un hombre, con bolsas en los ojos haciéndolo ver cansado, pelo medio canoso que lo hacía ver viejo y arrugas en su rostro serio, no tan alto y probablemente más joven de lo que parece. Tras voltear examino a los dos reclutas y luego al General.
—Son ellos, ¿cierto? — Su voz era un tanto ronca pero fluida, volvió a ver a Axel y Liz de forma rápida y sencilla. Dio un breve suspiro antes de volver a hablar — Cierto. — Se respondió a sí mismo y bajo la cabeza unos dos segundos como mucho y la levanto, ahora con una media sonrisa. —Ustedes deben ser los reclutas faltantes, Axel y Liz, ¿cierto?, Cierto — Pregunto y afirmo él mismo antes de recibir alguna respuesta, hablando de forma rápido pero comprensible.
—Aquí vamos…— Susurro Rose, antes de llevarse las manos a la cabeza y dar un profundo y largo respiro. El general Parks solamente rio en lo bajo.
—Soy Mark, vuestro especialista, ensamblador y modificador de armas — Dijo Mark con un tono orgulloso, mientras sus ojos brillaban su voz fluía y cruzaba los brazos — Perdón por mi aspecto inicial, es solo que estaba en revisando el diseño de un arma, y es molesto que te molesten en medio de algo importante para uno, ¿Cierto?, Cierto — Se volvió a afirmar a sí mismo, y realmente parecía otra persona e inclusive parecía más joven a la primera impresión que dio: sus canas empezaban a parecer de alguien maduro y no viejo, sus arrugas parecían haber desaparecido y, tras haberse puesto firme, se miraba más alto — Pero ya paso, paso. Así que veamos… — Dio un último vistazo a ambos y luego volteo a ver un estante de armas, de donde saco un rifle, munición para este, una libreta y un lápiz, y volteando le lanzo el arma a Axel, quien reacciono sin darse cuenta y agarro el arma en el aire con una mano, y salto el mostrador — Buena atrapada chico — dijo palmeándole la espalda — ¿Qué tal si la prueban? —
La primera en probar el arma, en uno de los espacios de tiro, fue Liz. El área de tiro se dividía en varios espacios de al menos un metro cada uno y cada uno tenía su propio objetivo y siempre había la opción de cambiarlo desde simples imágenes y objetos inmóviles, como dianas y siluetas, hasta otros en movimientos con un simple control desde el área del recluta o soldado. Liz, tras recibir el rifle de las manos de Axel y ponerse en posición de tiro, simplemente apunto a su primer objetivo: Una diana común y corriente, mientras Mike la observaba. Mientras apuntaba, Liz cayó en una pequeña cosa, pero importante: el arma que sostenía no era un rifle de cacería, y ese detalle solo fue por la mira, por lo que el fuego, el retroceso y la precisión del arma solo la hicieron dudar más. Hasta que disparo por primera vez. El retroceso no fue tan fuerte como Liz esperaba, y el jalar el gatillo una vez solo provoco un disparo, pero la precisión de este no fue tan exacta. Si la diana hubiera tenido cada circulo enumerado por la precisión del tiro, ese hubiera sido un seis o siete, pero como la distancia de alrededor de 25 metros no permitía ver esto Liz decidió continuar, manteniendo el gatillo presionado cada por más tiempo hasta que su cargador se lo permitió, logrando cuatros, cincos y seis de diez.
—Parece que te enseñaron nada más a usar rifles de cacería… — Dijo Mike mientras terminaba de apuntar en su cuaderno — Bueno niña, es el turno de tu amigo — Dijo, agarro el rifle, y con un movimiento casi artístico dejo caer el cartucho vacío del arma y antes de que este tocara el suelo coloco el otro y le dio el arma a Axel.
Axel, a diferencia de Liz, no dudo al agarrar el arma, sabía de su retroceso, de su cadencia, de la cantidad de sus balas, de su precisión y de su alcance, levanto el arma hasta poder apuntar a su objetivo y jalo el gatillo tres veces. La primera para ver donde caía la bala, la segunda para acostumbrarse bien al retroceso llevando tiempo sin usar un arma automática como esa, y la tercera estando seguro de que no iba a hacer tiros perfectos, pero sí que la mayoría de balas daría en los alrededores del centro. Y así fue con solamente sietes y ochos de diez. Liz lo miraba con fascinación y curiosidad, pero El general, Mike y Rose, lo miraban con sorpresa.