Ultima Guerra

Capítulo 18

— ¿Realmente es así el resto del tiempo? — Pregunto Liz

— La mayoría de veces, hoy al menos si enseño algo. El resto del tiempo solo entra y se duerme — Dijo Chloe en tono de gratitud.

— “Si no tengo nada bueno que enseñar, no enseñaré nada, así que hagan lo que quieran” — Dijo Iris curvando su cuerpo y haciendo una voz lo más parecido posible a la de Nathe — o al menos eso es lo que dijo la primera vez que le pregunte sobre el por qué no daba clase — Dijo ya recuperando la compostura.

— Sí, así que ya saben, no esperen mucho de él — Dijo Chloe ahora con tono de decepción.

— ¿Y ahora qué hacemos? — Pregunto Axel, y Chloe e Iris solo voltearon a verlo con una sonrisa en el rostro 

— Lo único que se hace cuando no hay nada que hacer

— ir a “el sótano”. 

Al principio fueron solo los cuatro quienes empezaron a disfrutar en el lugar, primero probando los juego recomendados por Iris y Chloe, para Chloe el baloncesto y para Iris los videojuegos clásicos: Street fighters, KOF, metal slug, etc. Y cuando Will y Dan se les unieron empezaron a pasarla mejor. Will tenía cierta obsesión con cualquier cosa que fuera competitiva, queriendo ganar en todo en lo que no fuera bueno, lo que era todo y lo hacía divertido ya que su reacción al perder era graciosa, siempre perdiendo las primeras dos o tres partidas, pero reduciendo la desventaja con la que perdía en las siguientes partidas, y Dan era un amante de los juegos de mesa como lo eran el billar o el hockey de mesa, y el hecho de ser de los pocos reclutas presentes solo lo hacía mejor, ya que el resto tenía sus horarios ocupados. Por excepción de otros siete reclutas. Y en una de esas tantas veces jugando, Liz se topó con otro recluta.

Zack, un hombre de piel bronceada, fornido, alto y de ojos claros, con ciertas cicatrices en el rostro y una barba bien marcada, David, pelo canche, más bajo que Zack pero igual de fornido, con ojos oscuros y piel demasiada pálida, con una barba más gruesa que la de Zack , Kile, pelo corto rubio, piel pálida y ojos claros, ciertamente más delgado que los otros pero un poco más alto que Zack, los tres aparentemente de unos 18 y pertenecientes al grupo “C”, “Cheetahs”, y Drake, un año más joven que el resto, pelirrojo y un poco más gordo, con ojos claros y sin rastro de barba en su rostro, pero igual de alto que Kile, del grupo “D”, “Dogs”. Y fue con Kile, el líder de ese grupito, con quien se topó Liz y a quien le tiró su bebida sin querer. Kile era reconocido en todo el refugio por dos cosas, por ser un hombre atlético, fuerte, inteligente y apuesto, pero por sobre todo egocéntrico y un completo idiota con las mujeres. No había habido ni una sola mujer a la que no haya abandonado una noche después de acostarse con ella, y solo regresaba cuando se quería volver a acostar con alguien, lo consideraban como un idiota entre idiotas, y como tal siempre tenía propuesto acostarse con cualquier mujer que se propusiera. Pero no era solo un idiota, también era un gran luchador, con una gran reputación en todo el refugio como buscapleitos, lo que le ayudó a conseguir a los tres perros que estaban detrás de él y con los que siempre se saltaba las clases. Y cuando Kile volteo con intenciones de golpear al pobre diablo que provocó que botara su bebida y vio a Liz, se propuso en ese momento hacer de ella su próxima víctima. Y se aseguraría que así fuera.

— Perdón — Dijo Liz avergonzada por su descuido.

— Tranquila hermosa, no hay problema siempre y cuando tengamos una cita o algo mucho mejor — Respondió Kile seguro y con tono provocativo mientras se ponía entre Liz y el resto del grupo, y sus perros detrás de él. — Así que, ¿Qué tal si me dices tu nombre? —

— Eh…— Liz no supo qué responder entre el desagrado y la timidez, primera vez que le pasaba algo así y no sabía cómo reaccionar.

— Y si mejor te vas a molestar a otro lugar Kile, estamos con algo mucho más importante que tú — Dijo Chloe, quien estaba irritada con solo verlo.

— Tranquila nena — Interrumpió uno de los perros de Kile, Zack, quien rodeó con uno de sus brazos a Chloe de forma atrevida — No hay necesidad de estar celosa, si quieres. acompañarnos solo tienes que decirlo.

— Y si tu amiga también quiere, no hay problema — Dijo Drake, otro perro, quien trató de acercarse a Iris, pero ella se movió unos centímetros atrás e hizo tropezar a Drake al poner su pierna en su camino, quien cayó de cara contra el suelo mientras Iris solamente miraba para otro lado. —Maldita zorra…— gruñó Drake mientras se levantaba del suelo casi listo para golpear a Iris.




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