Axel caminaba observando detalladamente los pasillos, eran preciosos sin importar su simpleza en comparación a su antigua casa y pese a que le dolía la mayor parte del cuerpo y que sentía estorbosa la pintura sobre su cuerpo iba sonriendo. Eso estaba siendo lo más cercano a una vida normal.
Mientras Axel caminaba un grupo de científicos y soldados entraron al edificio revisando el lugar como locos, cuando Axel entró al elevador los vio y apenas pudo escucharlos.
—Búsquenlo, las cámaras indicaron que debió entrar aquí…— Escuchó decir Axel, antes de que las puertas se cerrarán y el elevador empezará a subir.
Cuando Axel llegó al piso de los cuartos para los reclutas, al tercer nivel observo por el pasillo y aparentemente no había nadie, ni reclutas ni soldados, probablemente debido a la hora y a que la mayoría estaban ausentes. Se dirigió directamente a las puertas de los cuartos del grupo F y las abrió tras poner el dedo en el escáner. Tras haber entrado y unos pasos de su habitación, Axel creyó haber escuchado en el momento en que la puertas se cerraban unas especies de pisadas de animal, parecidas a las de un perro en el cuarto, pero cuando volteo y no vio nada no le tomo importancia y continuó en dirección a su habitación, listo para tomar el baño por el que había llegado.
Tras salir de la ducha y haberse cambiado Axel salió de su habitación, listo para regresar con su grupo, pero cuando observo la sala completamente de cabeza y vio a aquel animal sobre el sofá mordiendo los cojines simplemente no supo cómo reaccionar, y aún menos cuando vio en aquel animal algo familiar y lo reconoció. Era una especie de cachorro, con pelaje grisáceo y un aspecto tierno, pero por sobre todo ojos rojos, y por un momento Axel se llenó de miedo cuando vio esos ojos y recordó a la otra bestia, pero tras ver como mordisqueaba aquel cojín de forma tierna y como cualquier cachorro lo haría olvido a la otra bestia y trato de acercarse, pero por instinto o por temor, Axel no pudo reconocer cuál de los realmente, el cachorro retrocedió y empezó a gruñir lo que lo hizo ver más como aquella bestia. Axel sintió un escalofrío, su respiración se volvió pesada y su corazón latió más rápido. El miedo lo lleno. Pero pese a ello simplemente le dio cierto espacio y luego empezó a acercarse cada vez más lento hasta acercarse lo suficiente para tocarlo y cuando lo hizo, el cachorro estuvo a punto a morder, pero no lo hizo. Luego de sentir aquellas caricias pareció ceder ante Axel. Luego de un rato el cachorro se durmió. Y cuando Axel salió de la habitación cargándolo un par de soldados y un aparente científico se lo llevaron.
Axel iba directo al elevador cuando las puertas de este se abrieron y de ellas Liz salió y tras verlo se formó una sonrisa en el rostro de ambos y luego se dijeron al resto del grupo mientras hablaban, tanto de los nuevos moretones de Axel mientras Liz golpeaba y pellizcaba algunos por diversión como de lo atrevida que podía llegar a ser como cuando se lanzó desde esa plataforma.
Tras juntarse el grupo fueron llevados a una habitación al lado de unos casilleros donde un soldado de alto rango les esperaba.
—Tomen asiento — Dijo con voz grave y firme. Era un hombre mayor, de aparentemente cuarenta y tantos años de edad, alto, robusto y barbudo con piel bronceada — Por ser su primera entrenamiento práctico tengo el deber de explicarles cómo funciona todo así que pongan atención, no repetiré nada y dejaré las preguntas para el final —un soldado se le acercó con un maletín y lo abrió frente a él. De este sacó primero un arma parecida a una pistola — Esto es una réplica muy bien diseñada de las armas que ustedes van a usar, claramente común ahora mismo que no está… “conectada” a un traje, con la única diferencia que no dispara balas, dispara bolas de pintura o balas de pintura — saco el cargador del arma, puso el arma en el maletín y de este saco también una bola de pintura — Estas bolas de pintura bien podrían ser de paintball de no ser por una pequeña característica, la pintura que tiene esta mezclada con varias neurotoxinas, cada una con diferentes características pero para nada mortales, con una sola función: Paralizar en cuerpo, o la parte del cuerpo, con la que haga impacto, todo dependiendo del lugar de impacto y siempre causando algo de dolor — colocó la bola de pintura en su lugar, sacó la pistola y le puso el cargado — Si impacta con un brazo, al instante dejaran de sentirlos, si impacta con vuestros pechos, dejaran de sentirlos y se les hará difícil respirar, y si les da en la cabeza o en el corazón, bueno, la neurotoxina actuara sobre todo el cuerpo. Todo esto con la función… — Empezó a apuntar el arma contra cada recluta del grupo F, siempre con el dedo en el gatillo — de simular lo que sería para ustedes recibir una bala, pero no solo eso — guardo la pistola y saco un cuchillo en su lugar — también están estos cuchillos, también replica y común, pero este no dispara de esta pintura, este la derrama desde el filo —Empezó a enseñar el filo del arma — siempre y cuando se haga presión sobre este — Y lo presiono con un dedo hasta que el líquido empezó a desbordarse y lo dejó de presionar y el líquido dejó de salir — mientras más fuerte la presión en mayor cantidad saldrá. Ahora si en dado caso reciben una bala, o son “pintados” con un cuchillo deberán aguantar hasta que el encuentro termine, y cuando eso pase solamente les daremos una simple pastilla que eliminara la neurotoxina de sus cuerpos — Y sonrió cuando se tomó la suya tras que la pintura recorriera su mano — ahora, antes de empezar queda un último punto que aclarar. Ustedes tendrán réplicas de armas, pero de las armas que están hechas especialmente para ustedes y con ellas deberán de jugar un… creo que ahora toca “captura la bandera” con un grupo de reclutas al azar, si ganan felicidades, y si no, pos mala suerte, así que esfuércense y vayan a cambiarse y a traer sus armas.